Cosmología y Pensamiento Presocrático: Explorando los Orígenes de la Filosofía Griega

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Los Orígenes de la Filosofía Griega: La Búsqueda Presocrática de la Naturaleza

Para comprender la época filosófica que nos ocupa, es fundamental, en primer lugar, contextualizar algunos aspectos clave de la filosofía de aquel momento.

Nos situamos alrededor del siglo VII a.C., con Tales de Mileto como su iniciador. A él y a sus contemporáneos se les conoce como filósofos presocráticos. Su preocupación principal radicaba en explicar la naturaleza (physis), utilizando para ello las ciencias naturales y, en menor medida, la mitología. Por lo tanto, la mayoría de los autores filosóficos de este período poseían una obra titulada Peri Physeos, es decir, "Acerca de la Naturaleza".

Pioneros del Pensamiento Racional

  • Tales de Mileto (c. 625-547 a.C.)

    Considerado el primer filósofo de Occidente, Tales de Mileto aportó grandes avances en los campos de la filosofía, las matemáticas, la astronomía y la física. Su objetivo era explicar el mundo de manera racional, despojándose de las explicaciones míticas.

  • Anaximandro (c. 610-546 a.C.) y Anaxímenes de Mileto (c. 585-524 a.C.)

    Ambos fueron discípulos del pensamiento de Tales, desarrollando sus propias teorías cosmológicas.

  • Pitágoras de Samos (c. 569-475 a.C.)

    Aunque más conocido por sus aportaciones a las matemáticas, siendo considerado el "primer matemático puro", su escuela también tuvo una profunda influencia filosófica.

  • Heráclito de Éfeso (finales del siglo VI a.C.)

    Heráclito de Éfeso afirmó que la naturaleza es puro devenir, que no existe nada constante, resumiendo su filosofía en la famosa frase "todo fluye".

Figuras Clave en la Filosofía Presocrática

  • Parménides de Elea (c. 540-470 a.C.)

    Parménides de Elea comenzó su formación filosófica como parte de la escuela pitagórica; sin embargo, pronto se separó de ella para fundar la suya propia. Su pensamiento se centró en la inmutabilidad y la unidad del Ser.

  • Empédocles de Agrigento (c. 495-435 a.C.)

    Originario de Sicilia, Empédocles de Agrigento fue un filósofo cuya figura está rodeada de leyendas y misterios, ya que también se le relacionaba con los chamanes y la magia. Se dice que terminó su vida arrojándose a las entrañas del Etna, el volcán situado en la actual Catania, con el fin de que sus conciudadanos le veneraran como a un dios.

    Al igual que Parménides, escribió poesía didáctica filosófica. Sus dos obras más importantes son Sobre la Naturaleza y Purificaciones; sin embargo, solo se conservan fragmentos, no las obras completas.

    Las Purificaciones incluye aspectos del orfismo y del pitagorismo; sin embargo, no se compagina completamente con su teoría física, tratándose de un aspecto mucho más místico. Los fragmentos encontrados abordan la temática de la transmigración de las almas.

    Por otra parte, lo que es realmente relevante es su tratado naturalista. Escrito en verso, toma como referencia la filosofía de Parménides, concretamente en lo que respecta a la permanencia del ser; sin embargo, busca a su vez una explicación del devenir, no aceptándolo como un simple carácter ilusorio de la realidad sensible. De esta manera, pretende postular su propia teoría filosófica.

    Para ello, en la primera de sus obras, clasifica el ser material en cuatro elementos fundamentales: tierra, fuego, aire y agua. Estos elementos constituyen el mundo material y se combinan mediante dos fuerzas primordiales, a las que Empédocles denomina Amor (Philía) y Odio (Neikos o Strife).

    El Amor es el encargado de unir las cosas semejantes, mientras que el Odio las separa; y es esta interacción la que realmente da forma a la materia. Se trata de fuerzas absolutamente físicas y materiales. Un claro ejemplo de esto es el ser humano: en el cuerpo humano confluyen los cuatro elementos, unidos por estas fuerzas, y, en concreto, la sangre es considerada el mayor exponente de la teoría de Empédocles.

    Los elementos son permanentes e inmutables; sin embargo, las fuerzas aseguran que el cambio nunca cese, y dependiendo de su combinatoria, los elementos se unen o se disgregan, generando la inestabilidad de la vida.

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