Corrosión en Carrocerías de Aluminio, Filtraciones y Tratamientos Térmicos del Acero

Enviado por Chuletator online y clasificado en Tecnología Industrial

Escrito el en español con un tamaño de 2,21 KB

Problemas en Carrocerías de Aluminio y Tratamientos Térmicos del Acero

Corrosión en Carrocerías de Aluminio

Aparece la corrosión por contacto. Al entrar en contacto varios metales que están lejos unos de otros en la serie de tensiones electroquímicas, se produce la corrosión por la presencia de un electrolito.

Para solucionar esto, todos los elementos que entran en contacto con el aluminio necesitan una capa de recubrimiento, que puede ser:

  • Recubrimiento con contenido de polvo de cinc y aluminio.
  • Sistemas combinados o dúplex.
  • Recubrimiento de estaño.
  • Recubrimientos especiales en aleación de cinc.
  • Recubrimientos galvánicos de aluminio.

Filtraciones de Agua

Para detectar filtraciones de agua, se pueden utilizar los siguientes métodos:

  • Rociado con agua.
  • Iluminación de las juntas de los paneles.
  • Uso de un detector de microfisuras (ultrasonidos).

Tratamientos Térmicos del Acero

Los tratamientos térmicos modifican las propiedades del acero. Algunos de los más comunes son:

  • Temple

    Aumenta la dureza, la resistencia mecánica y el límite elástico del acero. Hay que calentarlo hasta que alcance la temperatura de austenización, esperar a que toda la pieza coja la misma temperatura y, por último, hay que enfriar rápidamente (agua, aceite...).

  • Revenido

    Se realiza como complemento al templado, se eliminan tensiones. Hay que calentarlo a unos 50 ºC por debajo de la temperatura de temple, esperar que toda la pieza coja la misma temperatura y, por último, se enfría lentamente con aire.

  • Recocido

    Se recuperan las propiedades que el material ha perdido en la fase de fabricación. Hay que calentar unos 40 ºC por encima de la temperatura de temple, esperar que toda la pieza coja la misma temperatura y enfriar lentamente dentro del horno.

  • Normalizado

    Se hace en piezas que han sido laminadas, forjadas o soldadas. Calentar unos 65 ºC por encima de la temperatura de temple, esperar a que toda la pieza esté a la misma temperatura y, por último, enfriar por medio de aire.

Entradas relacionadas: