Corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español

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Análisis de las corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español

El movimiento obrero se organiza en España durante la Restauración, coincidiendo con épocas de mayores libertades, especialmente con los gobiernos de Sagasta. El movimiento obrero se entiende como la actividad política y social de los obreros y campesinos para mejorar su situación económica y laboral y defender sus derechos. Las dos ideologías obreras importantes serán el anarquismo y el socialismo.

El anarquismo

El anarquismo significaba la separación del mundo obrero de la política oficial. Los obreros desconfiaban de la acción reformista del Estado y lucharon contra éste. En 1874 el gobierno declaró ilegales a las asociaciones ligadas a la AIT. En 1881 el gobierno de Sagasta autorizó nuevamente las organizaciones internacionales sucediéndose asambleas, congresos, huelgas, manifestaciones…

El rápido crecimiento del movimiento sindical inquietó a la burguesía conservadora y a los empresarios que lo veían como una amenaza a sus intereses económicos. En 1910 el líder del anarquismo español, Anselmo Lorenzo, fundó la CNT. Los rasgos ideológicos que definían a los anarquistas eran: rechazo de cualquier autoridad impuesta (Estado, ejército, iglesia), no a la propiedad privada, defensa del colectivismo, defensa de la revolución violenta, huelgas, sabotajes, etc, para destruir el Estado burgués. Rechazan el juego político y las elecciones. Este movimiento fue seguido por jornaleros andaluces y obreros industriales catalanes.

El socialismo

Por otra parte, el socialismo se desarrolla en épocas de más libertades. En 1879 se funda el PSOE. Su fundador fue Pablo Iglesias. Defendía la necesidad de la participación política de los trabajadores. Las ideas básicas del socialismo eran: posesión del poder político por la clase trabajadora, transformación de la propiedad privada en propiedad social. Reclamaban derechos, libertades, sufragio universal, jornada laboral de ocho horas, salarios iguales para ambos sexos. Rechazo del terrorismo. Oposición al colonialismo y a las guerras. En 1888 se crea la UGT, sindicato vinculado al PSOE. Protagonizaron, junto a los anarquistas, la huelga general de 1917.

Revisionismo político

El reinado de Alfonso XIII, entre 1902 y 1931, se encuadra dentro de la segunda etapa de la Restauración que llega hasta 1923 con el inicio de la dictadura de Primo de Rivera. El sistema político de la Restauración seguía vigente. Sus fundamentos eran una monarquía liberal pero no democrática que descansaba en la Constitución de 1876. Este sistema había funcionado con bastante estabilidad gracias al pacto entre los dos grandes partidos dinásticos (Conservador y Liberal) para alternarse pacíficamente en el gobierno.

La primera parte del reinado de Alfonso XIII estuvo marcada por el espíritu regeneracionista y de cambio que se había extendido tras la crisis del 98. El regeneracionismo denunció los vicios del sistema, dominado por una oligarquía, y realizó una serie de propuestas para la modernización política, social y económica de España. Fue la etapa del revisionismo, que cubrió la primera década del reinado. 

Cuando Alfonso XIII accedió al trono en 1902, los partidos dinásticos habían optado por líderes regeneracionistas. La etapa del 'revisionismo político' (reformas desde dentro del sistema) estuvo  protagonizada por Maura, desde el Partido Conservador, y por Canalejas, desde el Partido Liberal. 

En el llamado “gobierno largo” de Maura (1907 – 1909), éste puso en marcha su “revolución desde arriba”. Su programa más importante fue el proyecto de ley de administración local, que contemplaba una mayor autonomía para las corporaciones locales y la posibilidad de crear mancomunidades locales y provinciales. Su programa incluyó otras disposiciones, como una política de intervención estatal y de protección y fomento de la industria nacional; y medidas sociales, como la creación del Instituto Nacional de Previsión, la ley de descanso dominical y la legalización de la huelga. Maura no pudo concluir su “revolución”. Dimitió en octubre de 1909. 

Por su parte, Canalejas, gobernó con voluntad reformista desde febrero de 1910 hasta que fue asesinado en noviembre de 1912. Se aprobaron importantes reformas, como la reducción del impuesto de consumos, la ley de Reclutamiento y Reemplazo (suprimiendo la redención en metálico), la regulación de las condiciones de trabajo (jornada máxima en las minas, prohibición del trabajo nocturno de la mujer). Intentó la secularización del Estado (“Ley del Candado” 1910). Con la muerte de Canalejas finalizan los intentos reformistas desde los gobiernos. 

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