Corrientes Filosóficas: Racionalismo, Empirismo, Idealismo y Contractualismo
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Racionalismo
El racionalismo es una escuela filosófica que se desarrolló principalmente en los siglos XVII y XVIII. Sus principales representantes fueron Descartes, Spinoza y Leibniz. A diferencia del empirismo, el racionalismo sostiene que la razón es el instrumento epistemológico fundamental y desconfía del conocimiento adquirido a través de los sentidos.
El racionalismo defiende el conocimiento a priori, es decir, sin experiencia sensible, y la existencia de ideas innatas. Por lo tanto, aboga por la introspección como método de conocimiento.
Descartes, a través de su duda metódica universal, buscó una verdad innegable sobre la cual fundamentar toda la filosofía. Para él, esta verdad era la propia existencia del sujeto como sustancia pensante, expresada en su famosa frase:"Cogito ergo sum" (pienso, luego existo).
Empirismo
El empirismo es una escuela filosófica que alcanzó su máximo desarrollo entre los siglos XVI y XVIII en las Islas Británicas. Sus principales representantes fueron Bacon, Berkeley, Locke y Hume.
El empirismo afirma que todo conocimiento debe provenir de los sentidos. Por lo tanto, sin experiencia sensible, no hay posibilidad de conocimiento. Se opone a la teoría racionalista de las ideas innatas, sosteniendo que el ser humano nace sin ningún conocimiento y que la experiencia sensible proporciona el conocimiento.
El empirismo plantea una epistemología a posteriori, es decir, que el conocimiento se adquiere después de la experiencia. Hume, por ejemplo, propuso que en el proceso de conocimiento, primero vienen las impresiones (captadas por los sentidos) y luego las ideas (copias atenuadas de las impresiones).
Idealismo
El idealismo es una corriente filosófica que ha estado presente a lo largo de la historia de la filosofía. Sostiene que el pensamiento tiene preeminencia sobre el ser, es decir, que la realidad material y su evolución tienen un carácter lógico o eidético.
Como escuela filosófica, el idealismo alcanzó su máximo desarrollo en los siglos XVIII y XIX en Alemania, con representantes como Kant (idealismo transcendental), Fichte (idealismo subjetivo), Schelling (idealismo objetivo) y Hegel (idealismo absoluto).
El idealismo hegeliano desarrolló una concepción dialéctica de la historia, entendiéndola como el desarrollo de la Idea o Espíritu Absoluto. La inversión de este planteamiento por Marx, que afirmaba que el pensamiento es un efecto de los procesos materiales, dio origen al materialismo histórico.
Contractualismo
El contractualismo es una teoría política de la modernidad (siglos XVII y XVIII) que sitúa el origen y la legitimidad de la sociedad en un acuerdo entre seres humanos libres. Se contrapone a las teorías aristotélicas y medievales sobre el origen de la sociedad.
Thomas Hobbes, en su obra"Leviatá" (1651), concibió el contrato social como un pacto entre los hombres para su supervivencia, en el que ceden su libertad al Estado para evitar una guerra perpetua "el hombre es un lobo para el hombr").
John Locke, en sus"Tratados sobre el gobierno civi" (1689), adaptó el esquema de Hobbes para defender el liberalismo, limitando el poder absoluto del monarca mediante el reconocimiento de derechos naturales como la vida y la propiedad privada.
Finalmente, Jean-Jacques Rousseau, en"El contrato socia" (1762), propuso un segundo contrato para superar la desigualdad entre los hombres producida por la sociedad, aboliendo la propiedad privada y proponiendo un hombre libre que se gobierne a sí mismo a través de la voluntad general.