Convergencia entre Europa y EEUU en la Marginalidad Urbana: Un Análisis Comparativo

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Geografía

Escrito el en español con un tamaño de 6,26 KB

ay 1 ? Respecto dl deterioro d las condiciones y las posibilidades d vida en los “barrios bajos” d las metrópolis dl 1º Mundo: ¿es la aparición d esta nueva marginalidad el signo d 1 cercanía estructural entre Europa y los EEUU, a imagen d estos últimos? Es indispensable reformular esta ? Antes d poder esperar darle 1 respuesta razonada y empíricamente fundada. Se puede así darle 3 sentidos diferentes.

1

Si x convergencia se entiende la “norteamericanización” en bloque d las formas socioespaciales d exclusión en las ciudades europeas, q conduce a 1 guetización q sigue el modelo d encierro impuesto a los afroamericanos luego d q se incorporan a las ciudades industriales a comienzos del sXX, entonces la respuesta es claramente -. El cambio en las estructuras sociales y espaciales d los márgenes d las metrópolis continentales n a desencadenado 1 proceso d guetización. La demostración en el caso d la periferia parisina vale para otras ciudades d Europa. Los conjuntos residenciales y comerciales fundados sobre la afinidad étnica y la presión económica existen en todas esas ciudades. Los prejuicios, la discriminación x las facciones y los apellidos, y la violencia contra los inmigrantes son también realidades brutas d la vida cotidiana en todos los centros urbanos d Europa. Combinada con su composición d clase popular y con sus elevadas tasas d desempleo, x 1 lado, y con las políticas estatales en materia d vivienda q han facilitado la huida d las clases medias y d la aristocracia obrera hacia los barrios d chalet y el abandono d los grandes complejos, mientras q x el otro, esta discriminación explica la representación desproporcionada d las poblaciones d origen extranjero en los territorios de exilio urbano. La discriminación produce la segregación q a su vez sirve d soporte posible a la guetización como inserción en 1 red institucional paralela, n son - diferentes 1 respecto d la otra. S ay 1 caract distintiva d los barrios d relegación q han aparecido a través del continente europeo tras el estancamiento y posterior retroceso d los mecanismos d reproducción d la clase obrera fordista y sus territorios, es claramente su extrema heterogeneidad étnica así como su incapacidad institucional para satisfacer las necesidades elementales d sus habitantes y para envolver el circuito d su vida cotidiana, 2 propiedades, q los convierten en antiguas.

2

S x convergencia entre Europa y EEUU se entienden los ciclos autosostenidos d deterioro d las condiciones d vida, d privación material y d violencia q desembocan en la desertificación espacial y el abandono institucional q se han desencadenado desde hace 1 tiempo en el viejo continente, la respuesta sigue siendo - , pues las zonas europeas d exilio urbano siguen estando penetradas x el Estado. El tipo d “selección” q ha remodelado el rostro d las metrópolis norteamericanas con el objetivo d “economizar” en S.P es inimaginable en el contexto político europeo donde el control continúa siendo dl Estado. La capacidad de Europa para gobernar los territorios d relegación q ellos mismos han diseñado, como consecuencia d sus políticas económicas, sociales y urbanas, se encuentran bajo 1 dura prueba y podría mostrarse insuficiente si sigue sin detenerse la tendencias recientes q van en el sentido d 1 concentración espacial dl desempleo d larga duración.

3

La noción d “norteamericanización” puede servir para destacar la creciente importancia d las divisiones y tensiones etnorraciales en las metrópolis europeas. En este caso, la respuesta es 1 sí parcial y provisorio.  La pertinencia d la etnicidad en la experiencia urbana n implica d manera automática q esté en curso 1 proceso d “racialización” objetiva dl espacio ni q las sociedades de Europa asistan a la formación d “minorías” en el seno d comunidades movilizadas y reconocidas como tales en la esfera pública. En efecto, 1 proceso de etnogénesis, surge d luchas internas en el campo político: n son los barrios los q segregan a las minorías sino el Estado con su trabajo d nominación oficial y clasificación eficiente, y las fuerzas que se enfrentan en el campo burocrático para modificar su acción. Los conflictos d dimensión étnica n son 1 fenómeno nuevo en las ciudades europeas: han conocido altos y bajos todo a lo largo del S XX, en relación con: a) Las luchas entre el Estado central y las culturas regionales b) Las corrientes de  migración internas y externas c) Los ciclos de movilización de clase en los periodos de rápida reestructuración económica y social.
Lo anterior significa q n hay nada allí d “norteamericanización”. A la inversa del escenario estadounidense, las divisiones y tensiones d carácter étnico o “racial” en las metrópolis del Viejo Mundo son alimentadas n x la ampliación d la brecha q separa a inmigrantes d nacionales, sino x su proximidad creciente en el espacio social y físico. Más q 1 conversión ideológica a 1 registro racista q marcaría 1 ruptura histórica en el proceso de formación de los colectivos en el continente, el exclusivismo etnonacional es en principio una reacción “nativista” a la movilidad descendente, individual y colectiva, que han conocido las familias de la clase obrera autóctona. La “mundialización de raza” se esparce y comentada por todo el planeta el discurso estadounidense, sobre la división racial con la revelación universal de esa fractura en la objetividad de las estructuras sociales y mentales, la pertinencia y el peso creciente de la etnicidad en el discurso público europeo dan cuenta tanto de una política de clase “chauvinista” (también conocido coloquialmente como patrioterismo, es la creencia narcisista, de que lo propio del país o regíón al que uno pertenece es lo mejor en cualquier aspecto)  como de una política de la identidad.                                                                                         

Entradas relacionadas: