Contraste y Legado del Modernismo y la Generación del 98 en la Literatura Española
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Modernismo y Generación del 98
Entre 1890 y 1914 se produjeron numerosos cambios sociales y culturales debido a la crisis de fin de siglo. Esto desembocó en un sentimiento de desencanto, inconformismo y rebeldía que, a nivel literario, se tradujo en una renovación total. Tanto el Modernismo como la Generación del 98 encarnan este sentimiento. Sin embargo, difieren en algunas características.
Modernismo
Se denomina Modernismo al movimiento literario nacido en Hispanoamérica a finales del siglo XIX. Se inspira en dos fuentes fundamentales: la poesía romántica y la francesa del siglo XIX (parnasianismo y simbolismo). Mediante el empleo de metros poco utilizados (endecasílabo o alejandrino) usados en estrofas tradicionales, figuras retóricas e imágenes sensoriales, buscan que la literatura sea una fuente de placer para los sentidos a través de la armonía y la belleza. Además, tratan numerosos temas, entre ellos se encuentran el amor, el erotismo y la melancolía y malestar heredados del Romanticismo. De la misma manera, el Modernismo tiende a huir del mundo a lugares exóticos. Rubén Darío es considerado su poeta principal, ya que obras suyas como Azul (1888) o Cantos de vida y esperanza (1905) sirvieron para difundir y consolidar el movimiento. Los autores modernistas destacan en poesía. En España podemos destacar a Manuel Machado (Alma), Antonio Machado (Soledades, galerías y otros poemas), Juan Ramón Jiménez (Jardines lejanos, Platero y yo), Valle-Inclán en su etapa inicial con Sonatas y Francisco Villaespesa.
Generación del 98
Durante esta época, en 1898, surgió un grupo de escritores que proponen la renovación estética de la literatura anterior. Se conoce como Generación del 98, y destacan autores como Azorín, Pío Baroja y Maeztu ("Grupo de los Tres"), al igual que Unamuno, Antonio Machado y Valle-Inclán. Las características de este grupo literario son el tema de España, centrado en Castilla, sus pueblos y gentes, una preocupación existencial, la fugacidad del tiempo, el desengaño, la soledad y la naturalidad en su estilo. El ensayo es el género con mayor difusión, donde se tratan temas variados: historia, religión, literatura... Destacan autores como Unamuno con La agonía del cristianismo y En torno al casticismo, así como Maeztu con Defensa de la Hispanidad o Ganivet con Idearium español. En 1902 aparecieron novelas que rompieron con el realismo, incluyen reflexión y destruyen la trama: La voluntad de Azorín viene a decirnos que España comenzaría a recuperarse con un ejercicio de voluntad colectiva; a su vez, Pío Baroja con El árbol de la ciencia critica la sociedad a la que achaca una conducta hipócrita, injusta y aburguesada desde un pesimismo y escepticismo. También hay que destacar la creación de las "nivolas" de Unamuno, las cuales tratan temas de carácter filosófico. En la poesía se preocupan por lo humano, y creen que esta existe para expresar una visión más profunda de la realidad de las personas. Destacan Unamuno y Antonio Machado. En la producción del 98 se distinguen 3 etapas. De esas 3 etapas las obras más destacadas son Soledades y Campos de Castilla que corresponden a la 1ª y 2ª etapa. En definitiva, el Modernismo y la Generación del 98 supusieron una de las etapas más brillantes de la literatura hispana, y abren camino a las renovaciones literarias del siglo XX en una España a caballo entre viejas glorias y nuevas miserias.
Literatura anterior a 1936
Novela
La novela anterior a 1936 consiste en un tipo de novela vanguardista experimental propia de la época novecentista, que recoge una serie de características como un lenguaje muy complejo, con muchas metáforas o alusiones. Destacan autores como Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró (El obispo leproso) y Benjamín Jarnés (El profesor inútil).
Teatro
En cuanto al teatro anterior a 1936 es de carácter ideológico, donde Unamuno llevó al teatro una propuesta llamada "teatro desnudo", como por ejemplo en Fedra. Pero es Valle-Inclán quien arriesgó más en su propuesta teatral conocida como el "esperpento", por ejemplo, en Luces de Bohemia (1921).
Luces de Bohemia
Su 1ª edición salió en una revista literaria llamada España, fundada por Manuel Azaña. En 1924 se volvió a publicar ampliada, con 5 actos intercalados más. Fue publicada en la época de mayor esplendor de la literatura de las vanguardias, siendo ésta una obra revolucionaria del teatro español y la más vanguardista de la época. La estética de la obra es el expresionismo, movimiento de vanguardia surgido en Alemania caracterizado por convertir lo grotesco y feo en una categoría estética. Además, el autor aportó una variante al expresionismo, el esperpento, un género teatral que inventó él mismo. La estética del esperpento es una deformación sistemática y calculada de la realidad. En la obra se cuenta la última noche en la vida del protagonista Max Estrella que era mayor, pobre, ciego, poeta y culto. La cual la dedica a deambular por Madrid con su amigo Don Latino de Hispalis, que le sirve como lazarillo.
A lo largo de la noche suceden distintas situaciones tristes y duras. Cabe destacar que en esta trama hay un eco literario a la Comedia, de Dante, autor de la literatura italiana; y que Valle-Inclán se inspiró en la figura de su amigo Alejandro Sawa, escritor modernista que como Max Estrella, vivió intensamente la bohemia y murió loco, pobre y ciego.
Literatura posterior a 1936
Nada
Nada es una obra narrativa publicada por Carmen Laforet en 1945 con la que ganó el 1º Premio Nadal en 1944. En cuanto al contexto histórico, se sitúa pocos años después de la Guerra Civil (1936-39). En la posguerra se anularon los avances creados durante el periodo republicano y, en el comienzo del Franquismo, España volvió a lo tradicional y hubo un corte drástico en los derechos de la mujer. Se pueden apreciar las dificultades económicas de la época (la diferencia económica entre Ena y Andrea). Con respecto al contexto literario, la novela pertenece a la corriente del realismo existencial con técnicas del tremendismo. Esto se ve en los espacios reducidos como vemos en la casa de Aribau que Andrea describe como un lugar violento y desagradable. Además, la obra está escrita en 1ª persona pero, en el capítulo IV, al desaparecer la figura del narrador, da la sensación de que se está mostrando una realidad más objetiva. Destaca también el uso de la analepsis (ruptura de la secuencia cronológica) cuando Andrea recuerda su estancia en Barcelona de pequeña (capítulo II). Cabe destacar la estructura circular de la obra (Andrea llega a Barcelona con su maleta y termina yéndose a Madrid con la misma maleta) por lo que podemos pensar que se volverá a repetir la historia.