La Construcción de la Belleza y el Estereotipo Femenino Japonés en la Literatura de Amélie Nothomb
Enviado por Chuletator online y clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en
español con un tamaño de 4,31 KB
Introducción
1. La Belleza Femenina: Grafopeya de Fubuki Mori
La belleza femenina se introduce a través de la grafopeya (descripción física) de Fubuki Mori, presentada en el texto de Nothomb (2000, pp. 12-13). Esta descripción inicial establece un estándar de perfección:
Citas de la Grafopeya
- “esbelta y absolutamente cautivadora”
- “esplendor de su rostro”
- “voz, dulce y rebosante de inteligencia”
- “Su piel, a la vez pálida y mate, era idéntica a la que con tanto acierto describe Tanizaki.”
- “Fubuki encarnaba a la perfección la belleza nipona”
A partir de esta grafopeya, se muestra la importancia de la belleza femenina en Japón como un ideal cultural y social.
Su altura es el único elemento que rompe con el estereotipo de belleza tradicional (es descrita como muy alta). Quizá esto anticipe la personalidad de Fubuki y su carácter imperativo: se siente superior a Amélie, y esta superioridad podría estar representada simbólicamente por su altura, al ser físicamente más alta.
La descripción inicial utiliza la hipérbole (exageración de su hermosura) para establecer su figura.
2. Representación de la Imagen Femenina y la Idealización
La imagen femenina idealizada se ve representada a través de Fubuki, destacando elementos físicos específicos:
“Tenía la nariz más hermosa del mundo, la nariz japonesa, esa nariz inimitable, de inconfundibles y delicadas aletas”
La repetición de la palabra “nariz” sirve para connotar y destacar la belleza de este rasgo. El narrador busca enfatizar su belleza física y cómo esta la diferencia del resto. En este punto, se puede percibir un indicio de atracción o enamoramiento.
La descripción está llena de connotaciones positivas, funcionando como una idealización de la mujer perfecta, un modelo que, a diferencia de los hombres, está sujeto a una rigidez extrema.
3. El Estereotipo Femenino Nipón y la Perfección Impuesta
El estereotipo femenino nipón se representa y explora a través de la figura de Fubuki (págs. 71-79):
“En cuanto a Fubuki, no era ni diablo ni dios: era una japonesa”
“...la belleza japonesa resulta todavía más desgarradora”
Estilo y Recursos Literarios
Enumeración
El texto utiliza la enumeración de manera extensa, abarcando aproximadamente nueve páginas de listados sobre las características que definen lo que significa ser una mujer nipona. La enumeración sugiere una determinada estructura y la rigidez con la que la mujer debe actuar. Esta extensión genera una lectura cansadora, creando la sensación de que las características son muchísimas más de las que en realidad son. Es tan extensa que pareciera que Amélie quiere abarcar la totalidad del tema.
Polifonía (Concurrencia de Discursos)
La polifonía se manifiesta en la concurrencia de ‘muchos discursos’ o voces. Las comillas que usa Amélie en la descripción de las mujeres refieren a las concurrencias de voces sobre lo que la mujer debe ser. Son distintas opiniones que plasman el prototipo de la mujer. Esto tiene el efecto de que la mujer actúa como se espera que actúe, siguiendo imperativos morales. Estas mujeres, quienes sufren estos estereotipos, son luego las que los reproducen. Es decir, los modelos que se recibieron son reproducidos socialmente.
La Perfección Nipona: Imperativos Sociales
La búsqueda de la perfección nipona se impone desde la infancia. Los imperativos sociales moldean el comportamiento femenino:
“Conspiran contra su ideal desde su más tierna infancia. Moldean su cerebro:
- «Si a los veinticinco años todavía no te has casado, tendrás una buena razón para sentirte avergonzada»
- «si sonríes perderás tu distinción»
- «si tu rostro expresa algún sentimiento, te convertirás en una persona vulgar»
- «si mencionas la existencia de un solo pelo sobre tu cuerpo, te convertirás en un ser inmundo»
- «si, en público, un muchacho te da un beso en la mejilla, eres una puta»
- «si disfrutas comiendo, eres una cerda»
- «si dormir te produce placer, eres una vaca», etc.”