Conquista Romana de Hispania: Orígenes y Etapas Clave
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La Conquista Romana de Hispania: Orígenes y Fases Clave
Causas de la Intervención Romana en Hispania
La intervención de Roma en la Península Ibérica fue una consecuencia directa de su expansión por el Mediterráneo en el siglo III a. C. y su enfrentamiento con Cartago. Este conflicto se manifestó inicialmente en la Primera Guerra Púnica (264-241 a. C.), que resultó en la ocupación romana de Sicilia, Córcega y Cerdeña, además de imponer una compensación económica a Cartago.
Roma aprovechó el pretexto del ataque de Cartago a Sagunto (ciudad aliada de Roma y situada como línea de frontera con el territorio de Cartago en el Tratado del Ebro del año 226 a. C.) para iniciar la Segunda Guerra Púnica (218-201 a. C.), marcando así el comienzo de la ocupación de la Península.
Etapas de la Conquista Romana de Hispania
1. Segunda Guerra Púnica y Ocupación del Área Ibérica (218-197 a. C.)
La Península Ibérica se convirtió en el escenario principal del enfrentamiento entre el ejército de Aníbal y las legiones romanas. Roma logró ocupar el sur y levante peninsular tras su lucha contra Cartago, gracias a los triunfos de Publio Cornelio Escipión. Para consolidar su dominio, Roma designó pretores con poderes militares y administrativos para cada una de las provincias establecidas.
Desde el 197 hasta el 154 a. C., Roma se dedicó a consolidar su control mediante el uso de la fuerza sobre las zonas ya ocupadas. En Extremadura, aunque los turdetanos establecieron acuerdos con los romanos, los vettones y lusitanos ofrecieron una dura resistencia a la conquista romana.
2. Las Guerras Celtíbero-Lusitanas (154-133 a. C.)
Las zonas centro y oeste de la Península fueron escenario de durísimas guerras, destacando la resistencia del jefe lusitano Viriato, conocido por su táctica de guerrilla (asesinado en el año 139 a. C.), y la heroica resistencia de la población celtíbera de Numancia (133 a. C.). La victoria romana en estos conflictos supuso el fin de esta amenaza y facilitó el acceso a los recursos metalíferos del noroeste peninsular. La mayor parte de las tierras extremeñas quedaron dentro de la provincia de Lusitania, mientras que las del sur pasaron a formar parte de la Bética.
Entre los años 133 y 29 a. C., se desarrolló una fase de estabilización de las conquistas ya realizadas.
3. Culminación de la Conquista y Pacificación (29-19 a. C.)
Dirigida por el emperador Augusto, esta etapa culminó la conquista con la sumisión de los últimos reductos de resistencia, principalmente los cántabros y astures. En el año 19 a. C., Hispania se convirtió en una zona pacificada y se integró plenamente como un territorio más del Imperio Romano hasta su destrucción en el siglo V d. C.
Hispania en el Imperio Romano
En los primeros siglos del Imperio, Hispania aportó tres emperadores destacados:
- Trajano (53-117 d. C.): Con quien el Imperio alcanzó su máxima extensión. Saneó el tesoro imperial, realizó una gran cantidad de obras públicas y aplicó importantes medidas de reorganización del Imperio, además de crear instituciones de asistencia social para los más pobres.
- Adriano
- Marco Aurelio