Conflictos Políticos y Transformaciones Sociales en la República Romana: Siglos II y I a.C.
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La República Romana en el Siglo II a.C.
El Panorama Político de Roma en la Primera Mitad del Siglo II a.C.
El desarrollo del imperialismo romano había enriquecido notablemente a las clases medias y altas. Nos encontramos con:
- Una Nobílitas terrateniente (patricios tradicionales o plebeyos nuevos ricos) que se encarga de la dirección del estado y maneja los órganos de gobierno.
- Los equites (ecuestres) que se ocupan de los negocios, abastecimiento de los ejércitos o la explotación de minas y canteras.
- Las masas populares, que forman las fuerzas productoras.
La lucha entre patricios y plebeyos de principios de la república da paso a otro tipo de conflictos sociales; la confrontación de dos grupos políticos, Optimates y Populares, diferenciados por la capacidad económica y no tanto por el origen.
Transformaciones Sociales y Época de Crisis
1. Transformación del ager publicus
Las devastaciones que los ejércitos cartagineses habían llevado a cabo en sus incursiones al Norte y Sur de Roma generaron una gran cantidad de “tierra quemada” que se perdió para sus campesinos. Por otro lado, los pequeños campesinos desatendían sus tierras para engrosar las filas del ejército y estas fueron absorbidas por los terratenientes. El régimen de propiedad pasa ahora del minifundio al latifundio. La abundante llegada de productos agrícolas de otras regiones, el aumento de mano de obra esclava (procedente de las guerras) y el nuevo orden ecuestre, que se adueña de los mejores mercados haciendo surgir las societates (grupos arrendatarios de actividades económicas subsidiarias del Estado romano; “contratistas”), hacen que se genere un círculo vicioso: a los campesinos arruinados sólo les queda trabajar en los latifundios o abandonar su modo de vida e instalarse en las ciudades, donde solo encuentran miseria.
2. Esclavos y Siervos
A partir del Siglo II a.C., este fenómeno (tradicional en Sicilia, Grecia y Asia Menor) afecta también a Roma. Su comercio se convierte en un gran negocio. Cuando un esclavo era manumitido pasaba a ser parte de la ciudadanía.
3. Las Revueltas Serviles
Las duras condiciones de vida que soportaban los esclavos hizo que a principios del Siglo II a.C. aparecieran los primeros movimientos insurgentes (Etruria, Apulia), pero es en Sicilia donde tienen lugar los más importantes. Euno y Cleón pusieron en pie de guerra un ejército de 70.000 esclavos. En 132 a.C. Roma pone fin a la sublevación.
4. Optimates y Populares
A mediados del Siglo II a.C., todos los problemas anteriormente citados llevan a que la población se agrupe en torno a dos factiones (no partidos políticos) que surgen de la propia clase dirigente. Es la Nobilitas la que se fracciona.
- Optimates: Guardianes de las tradiciones; preocupados por mantener el control que el Senado ejerce sobre la vida pública.
- Populares: Favorables a la ampliación del Senado, proponiendo reformas institucionales que resuelvan los problemas de la República.
Los Equites (ecuestres) están a favor de los populares; en cambio, la plebe está dividida.
La Crisis Interna del Estado: Los Graco
Es en este momento cuando cristalizan las dos factiones:
- Los optimates, capitaneados por Escipión Emiliano, Mucio Escevola y Calpurnio Pisón.
- Los populares, liderados por Apio Claudio Pulcher y los hermanos Graco.
1. Tiberio Graco
Elegido tribuno de la plebe en 134 a.C., tuvo vía libre para llevar a cabo su reforma agraria. Buscaba conseguir un equitativo reparto del ager publicus, una efectiva delimitación de sus límites, una mejor política de colonización y un más igualitario acceso a la propiedad por las clases pobres y desfavorecidas. Estas eran las propuestas:
- Los privados que habían ocupado tierras del Ager Publicus sin concesión tenían que devolverlas.
- Si había concesión, se conservan 500 iugera, más 125 por cada uno de los dos primeros hijos.
- Las tierras recuperadas debían repartirse entre los desfavorecidos (30 iugera). Inalienables.
- Se crea un tribunal encargado de clasificar las tierras (públicas/privadas) y repartirlas.
Tiberio se presentó de nuevo a las elecciones y sus oponentes proclamaban que aspiraba a la tiranía. El día de la votación estalló un motín en el Capitolio y Tiberio fue asesinado. Muchos de sus partidarios fueron condenados a muerte, pero la comisión agraria siguió funcionando.
2. Cayo Graco
Cayo, desde su puesto de tribuno de la plebe en el 123 a.C., se centró en una activísima labor legislativa orientada no a aniquilar el poder del Senado, pero sí a limitarlo.
- Seis leyes de carácter económico (un precio máximo para el trigo, reactivación de la ley agraria de Tiberio, etc.).
- Cinco leyes políticas, asegurando la libertad de los populares sin sabotaje por parte del Senado.
- Cuatro leyes morales (aumentar el número de caballeros y darles preponderancia en los jurados, concesión de ciudadanía a los latinos, etc.).
Estando Cayo Graco fuera de Roma, Livio Druso aprovechó para proponer leyes mucho más ventajosas para la plebe; Cayo no logró ser elegido. Junto a sus partidarios se refugió en el Aventino, donde decidió suicidarse.
Política Exterior Romana a Finales del Siglo II a.C.
1. Yugurta (111-106 a.C.)
En 118 a.C. Yugurta había heredado el reino de Numidia junto a dos de sus primos. Hizo asesinar a uno de ellos y el otro (Aderbal) se refugió en Roma. El Senado propuso una división del reino favorable a Yugurta y este, que no estaba conforme, acabó asesinando a Aderbal. Los populares consiguieron que se declarase la guerra a Yugurta. En el 111 a.C. fue enviado un cónsul que (comprado con el oro de Yugurta) firmó un tratado de paz muy beneficioso para el númida. Al negarse el pueblo a ratificar el tratado, Yugurta se traslada a Roma y se dedica a sobornar a sus opositores. El asesinato de otro pretendiente al trono hace que sea expulsado de Roma y la guerra se continúa. Tras una primera derrota, el Senado envía a Q. Cecilio Metelo, que reconquistó casi toda Numidia. En 107 a.C. Mario fue elegido cónsul y consiguió el mando de la guerra, inclinándola a favor de Roma. Finalmente, Lucio Cornelio Sila, cuestor de Mario, consigue la captura de Yugurta con la ayuda de Boco, rey de Mauritania. Numidia fue dividida entre Boco, un hermanastro de Yugurta y los gobernantes locales.
2. La Guerra Címbrica (113-101 a.C.)
En el 113 a.C. se produce el primer enfrentamiento con unas tribus de cimbrios y teutones, procedentes de ciertos movimientos migratorios desde el Mar del Norte. Tras varias derrotas romanas, en 105 a.C. se produce otro enfrentamiento en Arausio, donde los romanos vuelven a ser derrotados. Mario fue elegido cónsul de nuevo, tomó el mando y los derrotó en Aquae Sextiae. En 101 a.C., en las proximidades de Vercellae, Mario obtuvo la victoria final, lo que provocó su aclamación como “tercer fundador de Roma”.
La República Romana en la Primera Mitad del Siglo I a.C.
Mario
La obra de Mario se desarrolló principalmente en el campo militar. La fuerte crisis económica motivó que muchos de los ciudadanos quedaran fuera del censo, por lo que no eran aptos para el ejército al no poder costearse la panoplia.
- Cambió el sistema de reclutamiento, lo que llevó a la proletarización del ejército, es decir, la incorporación a este de proletarios voluntarios que reciben un stipendium.
- El estado proporcionaba el equipo necesario, tenían una parte del botín de guerra y al licenciarse recibían pequeños lotes de tierras.
El ejército se hizo profesional, aunque servían más a intereses de sus generales que a los del Estado.
Apuleyo Saturnino
Mario se dedicó a golpear los intereses de la oligarquía. En el 100 a.C. se pone de acuerdo con Lucio Apuleyo Saturnino y C. Servilio Glaucia para presentarse los tres a distintos cargos. Mario concedió la ciudadanía a los itálicos que habían servido en su ejército y aprovechó una ley agraria anterior para crear nuevas colonias. Poco a poco Mario se fue distanciando de los dos populares, los cuales murieron en un tumulto. Las leyes fueron abolidas y Mario tuvo que dejar Roma.
Livio Druso y la Guerra Social
Tras el fracaso de Mario, la oligarquía senatorial, con hombres como Metelo Numídico, toma las riendas del estado. Livio Druso fue elegido tribuno de la plebe en 91 a.C. Intentó satisfacer a la plebe y a la orden ecuestre sin perjudicar al Senado. Propone un amplio plan de reformas, entre ellas dar la ciudadanía a los itálicos, y es asesinado.
Guerra Social o Guerra de los Aliados (91-88 a.C.)
El asesinato de Livio Druso desencadenó la sublevación de numerosas ciudades itálicas, sobre todo marsos y samnitas. Crearon una nueva capital en la ciudad de Corfinum, a la que llamaron Itálica, y se unieron en una liga del mismo nombre. Eligieron un senado de 500 miembros y redactaron una constitución igual a la romana. Comenzaron sus actuaciones asesinando al pretor y a los ciudadanos romanos de Asculum. La guerra se desarrolla en dos posiciones: marsos con Popedio Silón al frente y samnitas con Papio Mutilio. El primer año es favorable a los rebeldes. Finalmente, el mando quedó en manos de Mario, pero la situación empeoró; se pasó a las negociaciones. Con la Lex Iulia se daba la ciudadanía a las ciudades que habían permanecido fieles a Roma, con la Plauta Papiria se le concede a quien la solicita al pretor correspondiente, la Lex Pompeia concede la ciudadanía a los itálicos de la Galia Cisalpina. En 89 a.C. C. Pompeyo Estrabón tomó Asculum, lo que supone el fin de la resistencia marsa. En el Sur, Sila recupera Pompeya y Bovianum. La guerra termina en 88 a.C. en Apulia con la derrota de Popedio a manos de Cecilio Metelo Pío y Pompeyo.
Sila
Ascenso
Accede al consulado en 88 a.C., habiendo dejado constancia de sus aptitudes políticas y de mando en su participación en distintos conflictos (Guerra de Yugurta, Guerra Címbrica y Guerra Social). Logró que se le concediera la provincia de Asia, lo que suponía el mando de la guerra contra Mitrídates, rey del Ponto. Sulpicio Rufo, uno de los tribunos de la plebe posicionado contra la oligarquía, consiguió que se despojase a Sila del imperium y se nombró a Cayo Mario comandante de las tropas. Sila abandona Roma y se reúne con su ejército en Nola (que estaba a la espera de trasladarse a Oriente). Sila los convenció de que Mario se encargaría con su propio ejército de combatir a Mitrídates, por lo que ellos perderían su recompensa. Se dirigió a Roma y penetró en la ciudad con el ejército (cosa prohibida por ley). Mario huyó a África. Sila anuló los poderes de los tribunos de la plebe y limitó las votaciones de las asambleas. Al ser urgente acudir a África, dejó Roma en manos de Cinna (forzado a cumplir sus órdenes); Pompeyo Rufo se encargaría de controlar todo, respaldado por las legiones. Tras la partida de Sila, los populares empezaron a conspirar contra la oligarquía. Cinna se alía con Mario y ambos toman la ciudad, recuperando el poder e instalando un régimen de terror. Sila regresa en 83 a.C. y derrota a los marianistas en 82 a.C. a pie de las murallas de Roma.
La Guerra contra Mitrídates (88-84 a.C.)
Sila había estado fuera de Roma solucionando el conflicto contra Mitrídates, que en 88 a.C. ocupó toda la provincia de Asia, excepto Rodas. Sila desembarcó con sus tropas en el 87 a.C.; se apoderó de los tesoros de Delfos y Olimpia y en 86 a.C. tomó Atenas. En 86 a.C. derrotó a Mitrídates en Queronea y en Orcomeno. Acabó firmando un tratado de paz que favorecía más a sus propios intereses que a los de Roma.
La Dictadura de Sila (82-79 a.C.)
Tras la batalla de Porta Colina, se confeccionaron listas de proscripciones donde aparecían los partidarios de Cinna. Se les condenaba a muerte y se les confiscaban sus bienes. En virtud de la Lex Valeria de diciembre de 82 a.C., Sila es nombrado dictador. Designó como Magister Equitum a Valerio Flaco y dio comienzo a una intensa labor legislativa encaminada a restablecer el poder del Senado.
- Eleva a 24 el número de lictores.
- Los senadores se amplían a 600, los cuestores a 20 y los pretores a 8.
- Se establece un rígido Cursus Honorum.
- Las propuestas de ley deben ser aprobadas por el Senado antes de los comicios.
- Los jurados pasan a ser compuestos por senadores y no por ecuestres.
- Se disminuye el poder de los tribunos y se limita su derecho al veto.
- Se crearán colonias para asentar a los veteranos de sus legiones.
El Final de la Dictadura
En este momento ya se encuentran establecidos los recursos necesarios para establecer un régimen personal permanente (tribunicia potestas, apoyo del ejército e imperium). En el 80 a.C. Sila vuelve a presentarse al consulado, sin dejar la dictadura. En el 79 a.C. se retira a su residencia de Campania. El motivo de su renuncia aún no es del todo seguro para los historiadores.
Crisis del Sistema Silano
Desde la desaparición de Sila hasta el ascenso de César se producen una serie de acontecimientos que pondrán en crisis todo el sistema establecido por Sila.
- La Guerra Sertoriana (80-72 a.C.): Sertorio, partidario de Mario, tras la batalla de Porta Colina, se había refugiado en Hispania y continuó la guerra contra los generales romanos de la península. Pompeyo y Metelo Pío se encargaron de acabar con la resistencia.
- Conflicto con los piratas cilicios (78-66 a.C.): Controlado por Cneo Pompeyo.
- Revuelta de esclavos de Campania (73-71 a.C.): Se sublevan unos 70 gladiadores al mando de Espartaco; llegarían a tener un ejército de 70.000 hombres que, posiblemente por disensiones internas, se dividió en dos bloques: uno mandado por Criso y otro por Espartaco. En 71 a.C. Craso acaba con el conflicto en Apulia.
- Consulado de Pompeyo y Craso (70 a.C.): Realizaron algunos cambios en los jurados, tribunos de la plebe y Senado.
- Reorganización de Oriente por Pompeyo: Tras su éxito en la última guerra contra Mitrídates, Pompeyo, entre otras modificaciones, anexionó el Ponto, reorganizó Asia, creó la provincia de Cilicia y volvió a Roma en 62 a.C. En la práctica, era el hombre más poderoso de Roma.
El Ascenso de César
Nacido en el 100 a.C. en el seno de una empobrecida y antigua familia patricia, emprendió su carrera algo tarde, siendo elegido edil en 65 a.C. Supo ver con lucidez la decadencia de la república y se apoyó en quien pudiera serle útil (sobre todo Craso y Pompeyo).
La Conspiración de Lucio Sergio Catilina
Catilina, tras desempeñar el pretorado, fue gobernador en África en 67 a.C., donde cometió innumerables abusos de poder.
1. Primera Conjura (65 a.C.)
Catilina no logró ser elegido cónsul en 65 a.C. Probablemente con la aprobación de Craso y César, planeó el asesinato de los dos cónsules: Aurelio Cota y Manlio Torcuato. Llegaron rumores al Senado y los cónsules se presentaron a la toma del cargo acompañados por una numerosa guardia, por lo que el plan fracasó.
2. Segunda Conjura (63 a.C.)
Apoyado nuevamente por Craso, Catilina se presenta al consulado en 64 a.C., pero la nobilitas dio su apoyo a un “homo novus”, Marco Tulio Cicerón, que fue elegido junto a C. Antonio. Con motivo del proyecto de una ley agraria (en la que Pompeyo y Craso tenían intereses personales), César (a favor de Craso) demostró que era un hábil político mediando entre ambos. Catilina vuelve a tramar otra conjura que esta vez debía comenzar con el asesinato de Cicerón y seguir con la sublevación militar en varios puntos de Italia. El complot fue descubierto y Catilina, expulsado de Roma, se refugió en Fiésole. Puso en marcha una revuelta, cayendo derrotado en Pistoia.