Conflictos y Alienación: Una Exploración del Materialismo Histórico de Marx

Resumen

Según Marx, la historia es la historia de la lucha entre clases sociales. Por eso, para entenderla, hace falta comprender sus conflictos. Fijándonos en el pasado, la historia siempre ha estado dividida entre los ricos y los pobres, y su relación nunca ha sido muy buena, dado que la situación de los trabajadores era de miseria. Por medio de la lucha de clases finalizará la historia como consecuencia de la inexistencia de clases sociales.

Lucha de Clases

La historia es el enfrentamiento entre la clase obrera y el propietario. El fin de la lucha será consecuencia de la transformación de las infraestructuras económicas. Marx dice que historia y lucha van unidas, pues sin lucha no hay progreso, ya que la lucha es un medio para el avance de la historia. Mediante la lucha de clases, finalizará la historia en una sociedad sin clases sociales; la historia se dirige hacia el final.

Régimen Social

La sociedad está determinada por las infraestructuras, puesto que la producción condiciona el progreso social. La conciencia del individuo no es la que forja su carácter, sino la sociedad la que forja su conciencia. En la sociedad hay dos clases: burguesía y proletariado, es decir, propietarios y trabajadores situados en la cadena de producción.

Transformación Revolucionaria

Es la destrucción y transformación de las relaciones de producción. Las infraestructuras económicas y la superestructura cambian completamente. La revolución empieza impulsada por la clase obrera. Para esta revolución se necesitan condiciones laborales que den lugar a una crisis económica en el sistema capitalista y que hagan un cambio de conciencia del proletariado sobre su situación.

Disectación

Según Marx, "La historia universal es la historia de los conflictos entre clases sociales opuestas". A través del tiempo se han dado muchos casos de lucha entre clases, que son las responsables del avance y de los cambios en la sociedad. En las crisis es cuando se producen las verdaderas revoluciones. El estado ideal de una sociedad para Marx sería el comunismo, donde todo fuera de todos sin hacer distinción de ningún tipo, y donde los bienes materiales no estuviesen tan mal repartidos. Con un criterio de justicia, este reparto será: de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades. Los medios productivos serán colectivos y se superarán todas las alienaciones.

Por el contrario, las sociedades capitalistas se basan en la separación entre clases. Hoy en día ya no podemos hablar de dos clases, sino de tres, que sería la clase media. El Estado crea la ilusión de que se puede aspirar, haciendo desaparecer la revuelta hacia los más ricos. Como dice Marx, la lucha está oculta; la diferencia económica es evidente, pero el capitalismo oculta la lucha.

En mi opinión, tanto el comunismo como el capitalismo tienen cosas a favor o en contra. Muchas veces, depende de las situaciones sociales, de la economía, del momento histórico, de las necesidades de la sociedad; un sistema u otro puede ser el más adecuado. Viviendo en un sistema capitalista y perteneciendo a la clase media, puedo ver las ventajas, pero también las desventajas. Hay gente muy rica y otra muy pobre, por lo que me parece más justo un sistema comunista en el que cada uno tuviera lo básico para vivir y cada uno pudiera desarrollar sus capacidades libremente para un bien social común.

Alienación Religiosa

El pensamiento del ser humano es consecuencia de sus condiciones vitales. La clase obrera está ideológicamente dominada a conveniencia de la clase propietaria. La filosofía explica lo que pasa, pero no lo critica. Por ello, a su mala situación económica se une una conciencia alienada a la filosofía, que le explica y justifica su inevitable mala situación.

La religión promete al hombre un mundo ficticio en el que todos sus problemas serán resueltos. Predica la sumisión del pueblo y la aceptación del sufrimiento en este mundo para conseguir llegar al otro, que es maravilloso. Por todo esto, Marx la considera el opio del pueblo. Esto juega a favor de las clases sociales dominantes, y así no se ven amenazadas en lo que respecta a su posición. En conclusión, la Iglesia sirve como instrumento de la burguesía para reprimir intentos revolucionarios por parte del proletariado.

Influencia

El pensamiento de Marx ha sido una gran influencia y ha sido de gran importancia en nuestra sociedad, dentro del pensamiento y la historia del mundo contemporáneo. La corriente de pensamiento desarrollada por Marx tuvo sobre todo un gran desarrollo en aquellos países en los que triunfó la revolución comunista, especialmente la Unión Soviética. Los dirigentes fueron Lenin y Stalin, quienes intentaron establecer las ideas de Marx modificando algunas cosas. Pero también obtuvo gran influencia en el pensamiento europeo la filosofía de Marx, aunque recibió críticas. También influyeron algunos autores como J.P. Sartre o Marcuse, que rechazaban el sistema capitalista. Con este rechazo coincidía Bernstein, un padre de la socialdemocracia de Europa, que consideraba la democracia para poder hallar el socialismo y evitar vías revolucionarias. Pero autores europeos rechazaban estas ideas, ya que para liberar a la humanidad era necesaria la opresión y violación de derechos humanos donde se aplicaba, incluyendo pobreza en el proletariado. Popper estaba en contra del marxismo, pues el hecho de que el capitalismo no se derrumbara era una falsa teoría que pretendía pasar por ciencia. No era científicamente posible predecir lo que sucedería en el futuro, solo tendencias generales que podían acabar en error. Por otra parte, Stalin provocó hambruna y campos de concentración, causando millones de muertos, que podríamos comparar con el nazismo en Alemania. L. Stevenson consideró que el marxismo no daba las soluciones adecuadas, aunque estaba de acuerdo con algunas aportaciones teóricas y positivas como: condiciones de trabajo, mayor tiempo libre, igualdad económica o alcanzar un equilibrio en la naturaleza. Su realización histórica más importante fue en Rusia a partir de 1917. El capitalismo supo reformarse debido a las críticas de Marx. El Estado ha aumentado su poder y se ha hecho más necesario, por lo que el capitalismo sigue vigente en nuestra sociedad.

Alienación Económica

La situación de alienación básica es la que padece el trabajador en la realización de su trabajo. Marx detalla la situación del obrero industrial dentro del sistema capitalista en el siglo XIX. Marx llamaba exteriorización cuando el sujeto realizaba un producto, salía de sí mismo y contactaba con la naturaleza, pero realizándolo perdía energía, lo que era una enajenación de sí mismo. El objeto, que no le pertenecía al trabajador, sino al empresario, producía una expropiación del objeto. El trabajador era utilizado como un medio de producción en la cadena, por lo que era tratado como un objeto y no como un sujeto; Marx a esto lo llamaba cosificación. Como resultado, el trabajador no se realiza en su trabajo, estaba explotado tanto física como mentalmente, por lo que tampoco podía identificarse con el objeto producido. Para cambiar esta alienación, había que cambiar el sistema capitalista por un sistema en el que el trabajador no fuese un objeto y su producto le perteneciera.

Materialismo Histórico: Estructura Económica y Superestructura

Con mentalidad materialista, Marx defendía que el consumo de bienes, la producción y las relaciones económicas eran la base de la mentalidad humana, por lo que la economía determina la estructura social y la influencia económica se ejerce por las leyes e ideologías. Había dos estructuras: la infraestructura, que conformaba los bienes materiales, el consumo y los medios productivos, y la superestructura: la familia, las ideologías, las creencias y las leyes. Las dos están relacionadas, ya que la infraestructura de la sociedad determina su superestructura. Por esto, lo que condiciona la historia son los lazos productivos de la economía y no las creencias, leyes o el espíritu.

Materialismo Histórico: Revolución e Historia

Siguiendo a Hegel, la realidad del hombre y de la sociedad se conforma dentro de un proceso histórico que está dirigido por unas leyes dialécticas y persigue un objetivo final: la resolución de todas las contradicciones y conflictos. Pero lo que se desarrolla en la historia no son los diferentes «modos de producción», tampoco el objetivo final, sino la llegada a un sistema de producción en el que desaparezcan las alienaciones. El cambio que se ha producido en la base económica trastorna, más o menos, lenta o rápidamente, toda la colosal superestructura; los cambios ocurridos en la infraestructura económica producen los cambios en la superestructura social, política e ideológica. Tarde o temprano se resolverá esta contradicción. La historia entera es, en este sentido materialista básico, lucha de clases.

Sociedad Comunista

Una vez que hayan desaparecido las diferencias de clase, los trabajadores se organizarán en comunas de producción en las que todo será de todos, y en las que el criterio de justicia y de reparto será: «De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades». En este tipo de sociedad no habrá ya diferencias de clases sociales, los medios de producción serán colectivos y se superarán todas las alienaciones. El trabajador se identificará ahora con el producto de su trabajo y nadie estará por encima de nadie. Terminará entonces —dice Marx— la prehistoria de la humanidad y comenzará la auténtica historia.

Nietzsche y la Religión

La religión surge del miedo y la angustia. El cristianismo propone un mundo ideal inexistente, lejos de este, y propone valores decadentes que critican los valores vitales y atacan a la vida. Nietzsche está en contra de que se desprecien las pasiones, los instintos o los impulsos, por lo que considera la religión un invento del hombre con reglas y valores propios. Obligan al hombre a doblegarse en estado de servidumbre y docilidad. Al ser invención, el hombre puede ser capaz de crear sus propios valores. Por ello, no podemos creer en la religión y la realidad es lo que vemos. Con la muerte de Dios y sus mandamientos, el humano queda desamparado y en el ateísmo, pudiendo desarrollar su creatividad sin trabas, naciendo así el superhombre. Nietzsche pretendía que el ser humano se deshiciese de las cadenas con las que la religión lo había apresado, pensando libremente sin condición o prohibición. El superhombre no cree en la religión y actúa sin ayuda de nadie. La muerte de Dios significa la libertad del ser humano y su libre albedrío.

Bases Filosóficas

Darwin: En el siglo XIX, dentro de la ciencia de la biología, desarrolló la teoría de la evolución, la lucha por la supervivencia y la selección natural. El hombre no tiene un fin, y Dios rechaza las religiones creacionistas. El hombre es un animal más, producto del narcisismo, e innecesaria la intervención divina para su existencia. Se desecha la invariabilidad aristotélico-tomista.

Marx: Da un giro al idealismo hegeliano diciendo que la realidad es la historia, y no el ser absoluto o la idea, sino la historia, la política y la evolución económica. La filosofía impide al ser humano pensar en sí mismo, y las ideologías ocultan su alienación, impidiendo su desarrollo personal. Su materialismo histórico dice que la historia humana deriva de la economía, creando clases sociales y distintas formas de vida. Las infraestructuras consisten en la lucha de clases. La filosofía de Marx fue revolucionaria contra el capitalismo, al cual criticaba.

Nietzsche: Critica los modelos de racionalidad en nuestra tradición, creando una crisis de conciencia occidental. Criticó esta filosofía occidental y recuperó la teoría de la evolución. Esa cultura provenía de la judeo-cristiana, asentándose en el cristianismo. Critica la metafísica y que exista el alma, ya que el ser humano no se realiza. Denominó superhombre al que vive sin ese Dios que ha muerto.

Freud: Critica, junto con Marx y Nietzsche, la ideología occidental. El hombre tiene su psique, con pulsiones y necesidades debido al medio familiar, social y cultural, representado por los padres. Formuló la teoría psicoanalista, en la que el hombre tiene conflictos entre el yo y las pulsiones sexuales. Existe el Superyó (normas morales impuestas por él) y el Ello (deseos). El ser humano es sujeto histórico, tanto a nivel social como individual. El conflicto se da entre sus instintos y su ambiente cultural, existiendo dos principios: del placer y de la realidad.

Aproximación a las Corrientes Filosóficas del Siglo XX

La segunda mitad del siglo XIX reivindica escapar del método hegeliano y construir un nuevo método filosófico. Se separan distintas ciencias: psicología, lingüística, antropología, física, geometría... Nacen nuevas ramas de la filosofía: filosofía analítica (analiza términos mediante argumentos lógicos) y filosofía continental (pide más de un método científico, no un modelo único para la resolución de problemas filosóficos). De la filosofía continental surgen dos escuelas: fenomenología (relación entre hechos o fenómenos y la realidad) y existencialismo (estudian la existencia humana, la libertad, el significado de la vida...). En consecuencia, la filosofía del siglo XX, tuvo revoluciones científicas que pusieron en duda las teorías clásicas de la ciencia, y las dos guerras mundiales pusieron en duda el uso de la filosofía y su utilidad para crear un mundo mejor.