El Concurso de Acreedores, Subcontratación y Protección de la Innovación

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El Concurso de Acreedores

El concurso de acreedores es un instrumento que permite a las empresas solventar situaciones económicas extraordinarias y de crisis. Una compañía puede solicitarlo cuando carece de la liquidez suficiente para cumplir con sus obligaciones. Por lo tanto, está íntimamente relacionado con la falta de solvencia.

Fases del Concurso de Acreedores

  1. Solicitud y Estudio: Solicitud de la declaración del concurso, estudio por parte del juez y posible aplicación de medidas cautelares.
  2. Resolución Judicial: El juez declara el concurso o desestima la solicitud.
  3. Determinación de la Masa Activa: Se determinan los activos de la empresa.
  4. Determinación de la Masa Pasiva: Se determinan y clasifican los créditos (deudas) de la empresa (especiales, generales, ordinarios y subordinados).

Fase de Convenio

En esta fase, el deudor y cualquier acreedor pueden presentar propuestas de convenio que contengan quita o espera (o ambas), incluyendo un plan de pagos detallado. Las propuestas deben asegurar la continuidad de la actividad empresarial o profesional del concursado. Los acreedores votan en la junta para aprobar la propuesta más favorable. Si una propuesta obtiene la mayoría y no presenta defectos o infracciones, el juez la aprueba.

Fase de Liquidación

El deudor puede solicitar la liquidación en cualquier momento. También se inicia si no se presentan convenios o no se aprueba ninguno. En esta fase, el deudor pierde sus facultades de administración y gestión, que pasan al administrador concursal. La liquidación consiste en vender los bienes del deudor para pagar la mayor cantidad de deuda posible, según el orden de prioridad legal.

Fase de Calificación

Se analiza el concurso para calificarlo como fortuito o culpable. Es culpable cuando la insolvencia se produce por dolo o culpa grave del deudor.

Subcontratación

La integración vertical fue frecuente en el pasado, pero actualmente predomina la desintegración vertical, buscando mantener algunas de sus ventajas. Esto se logra mediante la subcontratación: las empresas externalizan operaciones que antes estaban integradas, contratando a empresas externas. La empresa integrada se convierte en una red de empresas independientes que cooperan. El subcontratista tiene ventas estables y el contratista un suministro asegurado en tiempo y calidad. Los subcontratistas suelen ubicarse cerca de los contratistas para facilitar el flujo de productos. Estas redes recuperan las ventajas de la especialización, ya que cada empresa se centra en lo que mejor sabe hacer. La subcontratación es común en sectores como automoción, construcción y textil (como Benetton), especialmente en actividades de fabricación, donde las ventajas de la pequeña empresa son fundamentales.

Patentes y Secretos Comerciales

La innovación busca superar a la competencia. Sin embargo, si las innovaciones se imitan, la ventaja competitiva desaparece. Para proteger la investigación, las patentes garantizan el uso exclusivo de los inventos durante un tiempo determinado. Esto incentiva la innovación, permitiendo a los inventores recoger los frutos de su actividad. Durante la vigencia de la patente, otras empresas no pueden imitar el producto sin permiso. Los propietarios pueden vender el derecho de uso a cambio de regalías. Aunque las patentes protegen a los inventores, algunas empresas no patentan sus productos para no revelar sus detalles.

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