Conceptos Fundamentales de la Era Industrial: Revolución, Agricultura y Organización del Trabajo

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La Revolución Industrial: Transformación Económica y Social

La Revolución Industrial fue un conjunto de profundas transformaciones económicas y sociales que se vivieron en Gran Bretaña entre 1780 y 1860, y que se difundieron por otros países europeos (Bélgica, Francia, Alemania…) y EE. UU. a lo largo del siglo XIX. Significó el paso de una economía agraria a otra industrializada, caracterizada por el predominio de la producción de bienes manufacturados y por el crecimiento sostenido de la producción como resultado de importantes progresos técnicos y grandes cambios en la organización del trabajo.

Características Clave de la Revolución Industrial:

  • Mecanización: Introducción de máquinas como la máquina de vapor, hiladoras y tejedoras, que revolucionaron la producción.
  • Organización del Trabajo: Implementación de la división del trabajo, aumentando la eficiencia y la especialización.
  • Impacto Geopolítico: Gran Bretaña se convirtió en el centro industrial y financiero del mundo.
  • Nueva Estructura Social: Los cambios económicos dieron paso a una nueva organización social estructurada alrededor de dos clases sociales principales: la burguesía (propietarios de los medios de producción) y el proletariado (trabajadores asalariados).

La Revolución Agrícola: Precursora de la Industrialización

La Revolución Agrícola fue un conjunto de transformaciones en la agricultura que hicieron posible un aumento significativo de la producción de alimentos, lo que a su vez permitió la mejora de la alimentación de una población en aumento. Estas transformaciones se vivieron en Gran Bretaña a partir de los años veinte del siglo XVIII, precediendo primero y acompañando después al surgimiento de la industria moderna.

Innovaciones Fundamentales de la Revolución Agrícola:

El aumento de la producción se consiguió gracias sobre todo a tres innovaciones clave:

  • Cambios en los sistemas de cultivo: Se abandonó el barbecho y se difundió el sistema de rotación de cultivos gracias a la siembra de plantas forrajeras y nuevos métodos de siembra.
  • Introducción de nuevas máquinas: El uso de arados y trilladoras mecánicas incrementó la eficiencia y la escala de la producción agrícola.
  • Nueva estructura de la propiedad: Se cercaron tierras comunales, privatizándolas, lo que supuso individualizar la producción y, por tanto, una mejora de las técnicas de cultivo y la inversión en la tierra.

Sistema Norfolk: Un Avance Crucial en la Agricultura

El Sistema Norfolk es un sistema de cultivo que se comenzó a utilizar en Gran Bretaña a partir de 1700, consistente en la rotación de cultivos, lo que posibilita el abandono del barbecho (que suponía dejar parte de la tierra sin sembrar para recuperar su fertilidad). Con ello se consiguió aumentar la producción agraria. Fue ideado por el aristócrata Charles Townshend, apodado en su época como “Lord Nabo” por su interés en esta hortaliza en los campos de su propiedad.

Funcionamiento del Sistema Norfolk:

El sistema Norfolk consiste en utilizar una rotación cuadrienal de cultivos. Las tierras se dividen en cuatro lotes donde se cultivan:

  • Nabos o cultivos de raíz: Para la alimentación del ganado y la limpieza del suelo.
  • Plantas forrajeras (como tréboles): Que permiten fijar nitrógeno al suelo, enriqueciéndolo.
  • Trigo y cebada: Cereales de alto valor comercial.

El cultivo de forrajeras permite además incrementar la cabaña ganadera y aprovechar su estiércol, mejorando a su vez la fertilidad de la tierra. Métodos como este antecedieron y posibilitaron en Inglaterra la Revolución Agrícola, condición indispensable para el desarrollo de la industrialización.

Taylorismo: Optimización de la Producción Industrial

El Taylorismo es un método de organización industrial cuyo objetivo es aumentar la productividad a base de eliminar los movimientos inútiles del obrero y optimizar el tiempo empleado para así reducir costes. La producción se organiza en serie a través de una cadena de montaje, es decir, una cinta continua por la que se desplazan los productos en fase de fabricación. Es el movimiento continuo de la cinta el que marca el ritmo de producción, evitando la pérdida de tiempo y sistematizando las acciones a realizar por los obreros.

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