Conceptos Fundamentales de Geología: Procesos y Estructura Terrestre
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Desertificación y Desertización: Procesos de Degradación del Suelo
La desertización es un proceso evolutivo natural por el cual el suelo pierde parte o la totalidad de su potencial de producción, lo que da lugar a la aparición de condiciones desérticas en un área. Este fenómeno se agrava con factores como la sequía y las precipitaciones esporádicas y torrenciales.
Cuando a estas condiciones naturales se le añade la actividad humana (exceso de riego, cultivos en zonas de pendiente, sobrepastoreo), el proceso se denomina desertificación. Es crucial diferenciar ambos términos para comprender la interacción entre los factores naturales y antrópicos en la degradación del suelo.
Estructura Interna de la Tierra: Capas y Composición
La Litosfera
La Litosfera es la capa rocosa más externa de la Tierra. Su grosor medio es de unos 100 kilómetros, pero puede alcanzar hasta 250 km debajo de los continentes. En las cuencas oceánicas, su grosor puede ser de tan solo unos pocos kilómetros. Se caracteriza por un comportamiento frágil a la deformación.
La Astenosfera
La Astenosfera es una zona discontinua, considerada una capa blanda y plástica. En sus primeros 150 km, presenta condiciones de presión y temperatura (P-T) que permiten la existencia de una pequeña porción de roca parcialmente fundida. Esta característica facilita el desplazamiento de la litosfera sobre la astenosfera, un factor clave en la tectónica de placas.
La Mesosfera
La Mesosfera, ubicada debajo de la astenosfera, exhibe un comportamiento rígido (sólido), a pesar de las altas temperaturas y presiones.
El Núcleo Terrestre
- Núcleo Externo: Se encuentra en estado fluido. Las ondas sísmicas S (secundarias) no se transmiten a través de él, y la velocidad de las ondas P (primarias) disminuye significativamente al atravesarlo, lo que confirma su estado líquido.
- Núcleo Interno: A pesar de las temperaturas extremas, la inmensa presión lo mantiene en estado sólido.
Capas Rocosas Externas: Corteza y Manto
La Corteza
La Corteza es la capa rocosa externa más delgada de la Tierra. Se divide en:
- Corteza Oceánica: Con un grosor aproximado de 7 km, está constituida principalmente por basaltos, con una densidad de 3 g/cm3.
- Corteza Continental: Su grosor varía entre 35-40 km y puede alcanzar hasta 70 km. Presenta una composición más variada, incluyendo granodiorita y basalto, con una densidad media de 2,7 g/cm3. Ambas cortezas se encuentran en estado sólido.
El Manto
El Manto se extiende hasta los 2900 km de profundidad y representa aproximadamente el 82% del volumen total de la Tierra. El límite con la corteza marca un cambio composicional significativo. El tipo de roca predominante en la parte superior del manto es la peridotita, con una densidad de 3,3 g/cm3. A mayor profundidad, la roca cambia a una estructura más cristalina y compacta, lo que resulta en una mayor densidad.
El Núcleo
El Núcleo terrestre está compuesto principalmente por una aleación de hierro (Fe) y níquel (Ni), con cantidades menores de elementos como oxígeno (O), silicio (Si) y azufre (S), que suelen formar compuestos con el hierro. La densidad en el núcleo puede alcanzar valores de 11-14 g/cm3.
Magma: La Roca Fundida del Interior Terrestre
El Magma es una mezcla compleja de materiales fundidos, predominantemente de composición silicatada. Contiene proporciones variables de gases disueltos (compuestos volátiles a presión ambiente) y pequeñas cantidades de sólidos, como cristales y fragmentos de roca. Las tres fases (líquida, gaseosa y sólida) coexisten y pueden separarse bajo determinadas condiciones de presión y temperatura, dando origen a diversos procesos ígneos.
Metamorfismo: Transformación de Rocas Preexistentes
El Metamorfismo es un proceso geológico que provoca cambios significativos en la mineralogía, textura y composición química de las rocas preexistentes. Tiene lugar cuando las rocas se someten a un ambiente físico-químico diferente al de su formación inicial.
Estos cambios son el resultado de variaciones en la temperatura y la presión (esfuerzo), además de la posible introducción de fluidos químicamente activos. En respuesta a estas nuevas condiciones, las rocas cambian gradualmente hasta alcanzar un estado de equilibrio con el nuevo ambiente. Estos procesos son graduales y paulatinos, abarcando desde cambios ligeros (conocidos como metamorfismo de bajo grado) hasta transformaciones notables (metamorfismo de alto grado).