Conceptos Fundamentales en la Filosofía de San Agustín: Del Interior a la Trascendencia
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El Pensamiento de San Agustín: Del Interior a la Trascendencia
Autotrascendimiento del Hombre en el Conocimiento
El pensamiento de San Agustín arranca con la interiorización. El punto de partida para la búsqueda de la verdad no está en lo sensible, sino en la interioridad de la conciencia, en la experiencia que el hombre tiene de su vida interior.
Luego desencadena un proceso ascendente que lleva al hombre más allá de sí mismo: el autotrascendimiento. Este tiene varios pasos:
- El hombre constata que su propia naturaleza es mutable y que, aun así, existen verdades inmutables en sí mismo. Tales verdades tienen su fundamento y residencia en la mente divina. Solo Dios posee tales caracteres.
- En este momento, el hombre ha llegado a intuir la verdad absoluta más allá de sí mismo. Tiene lugar aquí la iluminación, que puede entenderse mejor recurriendo a:
Influencias Filosóficas en la Iluminación
- El Platonismo: El BIEN hace las Ideas inteligibles e ilumina la razón. San Agustín identifica el BIEN platónico con DIOS.
- El Neoplatonismo: Sitúa las IDEAS en la mente divina y establece un escalonamiento de lo real desde Dios hasta la materia. Siguiendo tal principio, San Agustín postula que el alma humana tiene dos partes: una superior y una inferior en contacto con el cuerpo, con el mundo sensible. Esto explica el impulso en el hombre hacia la trascendencia y la iluminación divina como algo acorde con la naturaleza humana.
Sobre los Saberes que Convienen al Hombre
Siempre tomando como referencia los fines que el cristianismo asigna al hombre, es decir, su salvación, son provechosos:
- Los idiomas
- Las Matemáticas
- La Historia
- Las ciencias naturales
- La Retórica
- La Filosofía
Son inútiles:
- La Astrología
- La literatura
- El teatro
- La poesía
Teoría de la Realidad (Física)
El mundo material, los seres que lo integran, están constituidos por materia y forma. Siguiendo a los estoicos, Dios depositó en la materia unas fuerzas, razones seminales (rationes seminales), semillas que germinarán originando los seres particulares cuando se produzcan una serie de circunstancias oportunas y adecuadas. En consecuencia, todos los seres están creados desde el principio del mundo, unos en acto, otros en potencia (como razones seminales). Esto parece conllevar una intuición evolucionista que ya estaba presente en el hilemorfismo de Aristóteles, guiada por el propio perfeccionamiento de los seres naturales. Aquí, Dios ya prefiguró el mundo en la creación, ya que los cambios no son necesarios al ser los seres naturales contingentes.
Antropología Agustiniana
En consonancia con lo anterior, el hombre está compuesto por Materia (el cuerpo) y Forma (el alma), siendo esta última el componente más valioso, cuya unión con el cuerpo (al estilo platónico) es accidental o de yuxtaposición. El hombre no es el cuerpo ni la suma de cuerpo y alma, sino más bien su alma. El alma tiene dos componentes:
- Razón Inferior: Tiene por objeto la ciencia o conocimiento por el que nos adaptamos al entorno y satisfacemos nuestras necesidades.
- Razón Superior: Tiene por objeto la Sabiduría o contemplación de lo trascendente: las Ideas y Dios. Esta parte es vecina de Dios y donde se produce la iluminación.
Origen y Naturaleza del Alma
Sobre el origen del alma, siempre atento a la fe cristiana, San Agustín niega su preexistencia y su reencarnación. La exigencia de hacer inteligible la doctrina de la transmisión del pecado original le lleva a adoptar el traducianismo como origen del alma, proveniente de una partición del alma de los padres. Si el alma fuera creada por Dios en el momento de la concepción, dado que el pecado original existe, hay que suponer que Dios mismo origina el mal o produce objetos imperfectos, lo que es contradictorio; de ahí la solución adoptada.
Sobre su inmortalidad, cree que el alma es inmortal. Por otro lado, el alma conoce, comprende y participa de verdades eternas e indestructibles; tendrá que ser ella indestructible, pues solo lo semejante conoce a lo semejante.