Conceptos Fundamentales de la Filosofía Cartesiana: Alma, Certeza, Dios y Verdad

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Conceptos Fundamentales de la Filosofía Cartesiana

Alma (Res Cogitans)

El alma, o res cogitans (espíritu), es la sustancia pensante, objeto de intuición en el cogito. Es independiente de la materia, simple e inmaterial. Su propiedad esencial es el pensamiento o conciencia. Aunque el cuerpo y el alma son dos sustancias independientes, se encuentran unidas en el hombre, relacionándose, según Descartes, en la glándula pineal. Descartes afirma que el alma es más fácil de conocer que el cuerpo.

Certeza

La certeza es la seguridad que tiene un sujeto al afirmar una verdad. Supone la total exclusión de la duda y es una característica propia del conocimiento evidente. El espíritu posee certeza cuando reconoce sin reservas la claridad y distinción de una idea. Es subjetiva, porque es una convicción del sujeto; podríamos tener certeza de algo que no es verdadero, podríamos engañarnos. Descartes llega a plantear esta cuestión en la hipótesis del genio maligno. Finalmente, considera que en la certeza no puede haber error si se guardan las cautelas necesarias. Cuando un espíritu sano y atento considera una idea y la encuentra evidente, no hay posibilidad de que esté equivocado. Dios garantiza, en última instancia, la certeza.

Claridad

La claridad se refiere a la presencia y manifestación de una idea a la mente que la considera. Descartes define el conocimiento claro como: "Aquel que se presenta de un modo manifiesto a un espíritu atento".

Dios

Dios es la sustancia infinita, el ser perfecto, origen de nuestras percepciones y de la idea innata de ser perfecto. Como ser perfecto, su definición incluye con evidencia la existencia y fundamenta la verdad de nuestro conocimiento. La existencia de un ser perfecto y bueno, que no permitiría que yo me engañe, es la garantía última de la verdad y saca a la filosofía cartesiana del solipsismo. El planteamiento de Descartes al demostrar la existencia de Dios es, sin embargo, circular: para tener la certeza de que mis ideas claras y distintas son verdaderas, he de probar la existencia de Dios; pero la existencia de Dios queda probada porque es una idea clara y distinta.

Duda

La duda es la situación en la que el espíritu no acepta ni se adhiere a lo conocido por carecer de evidencia o tener argumentos que oscurecen y confunden al entendimiento. Descartes la utiliza como un procedimiento metodológico para encontrar lo evidente: aquello tan claro y distinto que no se puede poner en duda. La duda cartesiana no es escéptica, sino metódica. La primera regla del método establece admitir como verdadero solo aquello sobre lo que no pueda tener duda alguna. Para poner este principio en práctica, Descartes propone como argumentos de duda: la poca fiabilidad de los sentidos, la dificultad de distinguir la vigilia del sueño y la hipótesis del genio maligno.

Substancia

La substancia (también escrita "sustancia") es aquello que no necesita de otra cosa para existir. Descartes distingue tres substancias: infinita (Dios), pensante (yo) y extensa (mundo). Solo Dios es substancia en sentido estricto, ya que las otras necesitan de este para existir.

Verdad

La verdad es el objetivo del método cartesiano. Descartes la entiende como certeza (seguridad del entendimiento) y evidencia (claridad y distinción). Las ideas verdaderas manifiestan plenamente la realidad existente. Según Descartes, la bondad de Dios, origen de todo lo existente, es la garantía de la verdad del conocimiento.

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