Conceptos Fundamentales en Educación y Filosofía: Una Exploración Detallada

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Conceptos Fundamentales en Educación y Filosofía

Educación

Educación: acción orientada. El arte de conducir, de guiar a otra persona para que alcance el perfeccionamiento de sus cualidades, el desarrollo de todas sus características.

Pedagogía

Pedagogía: Es la reflexión sobre el hecho educativo en todas sus dimensiones. Es ciencia teórica, pues versa sobre los fines, los principios y normas; es ciencia práctica, pues nos aporta medios, procedimientos y tecnologías para la acción educativa.

Antropología Filosófica

Antropología Filosófica: Aparece como un saber que tiene por objeto al hombre y que, a tenor del grado actual de desarrollo de saberes, se constituye como una síntesis de conocimientos aportados por las ciencias biológicas, las ciencias humanas y las ciencias sociales, en el plano filosófico, lo que en último término significa una comprensión metafísica de cuanto las ciencias positivas han aportado al conocimiento del ser humano. (Definición recogida del libro de Jacinto Choza (1988) Manual de Antropología filosófica. Ediciones Rialp. Madrid)

Reduccionismos sobre lo Humano

Racionalismo

Racionalismo: Este nos dice “lo que no es racional es irracional”, dejando de lado esa realidad fundamental como son los afectos. Ignora todo el lado afectivo de la persona humana, por lo que no logra dar razón cabal de la existencia. Von Hildebrand (1997) en su libro El corazón, nos lo define como “aquella impertinencia del intelecto que no admite que existan realidades que no pueda penetrar”.

Voluntarismo

Voluntarismo: Afirma que lo radical en el ser humano no es la inteligencia y la tendencia que despierta, sino de entrada y radicalmente la voluntad misma que no tiene que esperar a la inteligencia para ponerse en marcha. La libertad consiste en que la voluntad no obedece a razón alguna, y solo en un segundo momento se determina y usa del conocimiento como medio. Esto conlleva al error vital de considerar la libertad como independencia, el ideal emancipatorio, el individualismo.

Emotivismo o Sentimentalismo

Emotivismo o sentimentalismo: El sentimentalismo considera la acción humana como simple producto de impulsos sentimentales. Se sustituye el valor por el sentimiento o respuesta afectiva. Se cae en el mero sentimentalismo si el hombre se deja llevar por el impulso del sentimiento, sin mediar la voluntad y la razón. Los sentimientos no pueden servir como punto de referencia para tomar decisiones; son variables, cambiantes y ciegos. Sólo evalúan la realidad en la medida en que la poseen, por eso no pueden anticiparse a sus consecuencias. Toda la energía que la vida afectiva aporta, ha de ser iluminada y dirigida por la razón, que le da a la acción el sentido, la finalidad, la orientación adecuada: el norte a donde se quiere ir.

Cultura y Naturaleza

Cultura

Cultura: viene del latín colere, significa cultivar. Es el arte de cultivar el espíritu, como la agricultura es la labor agraria. Aporta al ser humano un perfeccionamiento de sus cualidades intelectuales, volitivas y morales en la medida en que estas son cultivadas. También este concepto hace referencia al legado de conocimientos que la humanidad deja con el paso del tiempo. Las valoraciones culturales son los puntos de vista que en un determinado momento tienen un mayor peso en un momento histórico determinado.

Naturaleza

Naturaleza: viene del latín natura y del griego physis (ambos equivalentes), expresión de lo que surge, crece y se desarrolla ordenadamente. La naturaleza es el mundo animado por un dinamismo. Lo que existe por naturaleza se contrapone a lo que existe por otras causas, por ejemplo, el arte. Una cosa que no posea el principio del movimiento que la hace actuar de acuerdo con lo que es, no tiene esa substancia que se llama naturaleza. La naturaleza humana es física, psicológica y espiritual. De ahí que el hombre se pueda perfeccionar de acuerdo con su propio modo de ser: puede conocer de modo diferente al animal (pues conoce la inteligibilidad de lo real, las leyes, las convierte en fórmulas matemáticas, y las domina mediante la técnica, y produce el progreso). También puede actuar anticipando las consecuencias de su acción y eligiendo la alternativa más conveniente, que no siempre es la más apetecible; puede dominar su apetencia sensible por una razón o sentido: el bien que produce en el otro al que ama. Esta capacidad de autotrascendencia es propia del ser humano en cuanto tal. El modo de perfeccionamiento humano es de acuerdo al modo de ser humano. Según el ser, así el conocer y obrar.

Alma, Verdad y Conocimiento

Alma

Alma: Aristóteles escribió en su libro Dé ánima: “De la causa de la vida solo conocemos sus efectos: por ella vivimos, sentimos, nos movemos y entendemos los hombres. ¿De dónde nos viene esa causa?: de fuera”.

Nos sigue diciendo José Ramón Ayllón en su libro (1992) En torno al hombre: “Esto es todo. En los umbrales del año 2000 seguimos pensando lo mismo, a pesar de los intentos constantes por salir del atasco. Pero la naturaleza sigue guardando el secreto del programa con el que da vida a sus criaturas. Nosotros sólo hemos sido capaces de darles un nombre poético: alma” (Página 37)

Verdad

Verdad: La verdad se define como la adecuación entre la realidad y la inteligencia. Es la adecuación a la realidad. Lo pensado no es la realidad, no se identifica con ella, pero se adecua a ella. Lo propio del modo de conocer del hombre es que conocemos lo concreto mediante ideas o conceptos abstractos. Comprender un hecho o un dato es relacionarlos con ideas abstractas que se poseen. Necesitamos abstraer, generalizar, aunar, simplificar la realidad, siempre compleja y múltiple, que se nos presenta para poder conocer.

Por un lado, nuestra inteligencia es capaz de adecuarse a las cosas, es capaz de verdad, y por otro conocemos al modo humano. Hemos de precavernos de dos peligros muy graves del conocer:

  • Dar a las cosas características que solo adquieren en cuanto pensadas; es decir, dejarnos eclipsar por nuestras abstracciones.
  • Suponer que la realidad consiste en lo que hemos sido capaces de pensar sobre ella; este reduccionismo es hoy muy frecuente.

Todo conocimiento humano se enmarca en algún contexto particular que no agota la realidad. Pero este carácter contextual y parcial del conocimiento no implica que este sea falso. La verdad admite grados, en función del nivel en el que nos situemos y de las posibilidades de expresión de que dispongamos. Pero nuestro conocimiento, tanto el ordinario como el científico o el filosófico, es siempre contextual y parcial, pero puede ser verdadero y cierto.

Nuestras ideas están sometidas a un continuo contraste con la experiencia, que las modifica y enriquece. Muchas de las ideas nos vienen dadas por la educación y por el entorno cultural. Gracias a este conjunto de ideas, de significados, valores, etc., encontramos sentido al mundo que nos rodea y somos capaces de interpretarlo y movernos en él.

No se puede confundir la verdad con la opinión de la mayoría. Se pueden compartir muchos errores, y el hecho de compartirlos no convierte esos errores en verdades; como el hecho de que millones de personas padezcan las mismas formas de patología mental no hace de esas personas gente equilibrada. Si se acepta la identificación entre verdad y consenso social, cerramos el camino de la inteligencia y la sometemos a quienes pueden crear artificialmente ese consenso con los medios que tienen a su alcance. Es como decir que ya no existe la verdad, y que se debe considerar como tal aquello que deciden quienes tienen poder para imponer mayoritariamente su opinión.

Relativismo, Opinión, Certeza y Creencia

Relativismo

Relativismo: Afirma que no existe la verdad y que todo es relativo, que todo depende del sujeto que conoce y su modo de construir su propia verdad. En el fondo, están diciendo que el hombre no es capaz o no quiere conocer lo que las cosas son realmente. Pero la conclusión de estos es en sí misma un dogma: “yo soy la verdad”. Esta afirmación que los relativistas declaran como norma es ya, en sí misma, una verdad. Hay una contradicción hasta en su propia formulación. O todos tenemos la verdad y nos contradecimos o no la tenemos ninguno (y si esto último es una verdad, ya hay una verdad). Aunque está claro que nuestro conocimiento no agota la realidad, no se puede negar que conocemos muchas verdades. Por otra parte, la experiencia del error no demuestra que nuestro conocimiento no alcance la verdad, sino justamente lo contrario: apreciamos lo erróneo en comparación con lo verdadero, y que si todos fueran errores no nos daríamos cuenta.

Opinión

Opinión: Es una estimación sobre lo contingente, ante aquello que puede ser o no ser, ser de una forma o de otra. No todo es opinable. Lo que se conoce de forma inequívoca no es opinable sino cierto. Por tanto, no puedo tomar como cierto lo opinable, ni viceversa: no puedo opinar que la Tierra es mayor que la Luna, por ejemplo. No todas las opiniones valen igual.

Certeza

Certeza: La certeza se fundamenta en la evidencia. Esta puede ser inmediata (la presencia patente de la realidad) o mediata (cuando no se da en la conclusión sino en los pasos que conducen a ella). Si veo a Antonio tengo una evidencia inmediata de él; la existencia de sus padres, a los que nunca he visto, también me resulta evidente pero no con evidencia inmediata sino mediata, me viene a través de su hijo.

Creencia

Creencia: La certeza nace de la evidencia, y ¿qué evidencia se ofrece al que cree? La credibilidad del testigo. El que nunca ha visto a Hitler, a Napoleón o a César Augusto cree en los que sí han estado y atestiguan su existencia. En todos estos casos es evidente la credibilidad de los testigos. La fe es creer en el testimonio de alguien; es una experiencia racional y su exclusión es una reducción arbitraria de las posibilidades humanas.

Positivismo, Ciencia y Filosofía

Positivismo

Positivismo: En su sentido más estricto y de acuerdo con el significado histórico, el positivismo designa la doctrina y escuela fundada por Augusto Comte (1798-1857). Como teoría del saber, el positivismo se niega a admitir otra realidad que no sean los hechos y a investigar otra cosa que no sean las relaciones entre los hechos. Importa el cómo, pero elude responder al qué, al por qué y al para qué. De esta forma, se reduce la filosofía a los resultados de la ciencia. Se pensó que todos los problemas individuales y sociales que tenían los hombres se superaban con el saber científico. ¡Atrévete a saber!

Ciencia

Ciencia: Ciencia significa conocimiento demostrado. La capacidad de hacer ciencia nos coloca por encima de otras criaturas pero, a la vez, es una señal de la limitación de nuestro conocimiento. En efecto, conocemos la realidad de un modo muy parcial, y por eso necesitamos recurrir a razonamientos que permitan establecer conclusiones acerca de aspectos no manifestados de la realidad. Con este fin, la ciencia experimental utiliza una peculiar combinación de construcciones teóricas y experimentos controlados. Se formulan hipótesis que puedan ser sometidas a control experimental, y se utiliza ese control para determinar el valor de las hipótesis. Aunque existen diferentes opiniones sobre el alcance de este método, una cosa está clara: si una hipótesis no puede ser relacionada con el control experimental de ninguna manera, esa hipótesis no puede ocupar ningún lugar en la ciencia.

Filosofía

Filosofía: Amor a la sabiduría. La sabiduría es un conocimiento que va más allá de la ciencia: intenta un buceo en el fondo de las realidades más profundas y complejas a través de la reflexión, la deducción e inducción. Ya desde los tiempos de la Grecia clásica se buscaba este saber último y universal acerca de la realidad; un saber que no se quedaba en lo físico, que se interrogaba por esa cara oculta de la realidad que no se aprecia con los sentidos pero que la inteligencia capta como radicalmente importante. El mundo está lleno de aspectos asombrosos. El mismo hecho de ser es más asombroso. ¿Por qué el ser y no la nada? Ser significa haber sido arrojados a la existencia. Pero ¿por quién? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué significa ser hombre? A la filosofía primera se le llama metafísica, significa literalmente lo que está más allá de la física. Una de las características más notables del ser humano y de las que mejor lo definen, es la capacidad de preguntar y preguntarse. Y de entre ellas, las fundamentales se reducen a tres: a) por el significado de las cosas: la inteligencia es capaz de descubrir el contenido de las cosas y también de convertir las cosas en signo. Un objeto cualquiera puede estar cargado de significado: un recuerdo, un rótulo, un símbolo religioso…son objetos a los cuales se ha añadido un significado. b) por su procedencia y su causa: lo que sucede es causado por alguien. Y c) por su finalidad, por el fin o el motivo que procede también de la experiencia interna. ¿El mundo tiene fines? Y sobre todo ¿para qué estoy yo aquí?

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