Conceptos Clave de Saussure: Lengua, Habla y Signo Lingüístico

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Ferdinand de Saussure y los Fundamentos de la Lingüística

Ferdinand de Saussure fue un lingüista suizo que propuso desarrollar la semiología, una disciplina que estudia la lógica de los signos, es decir, todo aquello que emita algún significado.

Para ello, comenzó a estudiar la lingüística, disciplina que estudia el lenguaje verbal, la lengua y la lógica de los signos verbales, ya que la consideraba una parte fundamental de la semiología. Su objeto de estudio principal fue el lenguaje. Con Saussure, la lingüística comenzó a formarse de una manera más rigurosa y científica.

El Signo Lingüístico: Punto de Partida

Para construir una disciplina científica, Saussure empezó por el elemento más fundamental y menos ambiguo: el signo lingüístico verbal (la palabra), debido a su mayor regularidad.

Su punto de partida empírico fue el idioma. Analizó y comparó diferentes idiomas, encontrando regularidades. Descubrió que todos los idiomas poseen "palabras" y reglas gramaticales. Esto llevó a la idea de que, si uno conociera todas las palabras y reglas gramaticales de un idioma, podría hablarlo.

La Estructura de la Lengua

Saussure sostiene que la suma de las "palabras" y las reglas gramaticales constituyen la estructura de la lengua. Describe esta estructura como:

  • Natural: Común a todos los hablantes, comparable a un órgano como el pulmón.
  • Mental: No es observable físicamente.
  • Innata: La estructura existe desde el nacimiento, pero requiere activación.

Esta última característica plantea una pregunta: si la estructura es innata, ¿por qué los bebés no pueden hablar?

Pasos para la Adquisición del Habla

Saussure explica el proceso de la siguiente manera:

  1. Al nacer, la estructura se encuentra desorganizada; no se logra vincular lo conceptual con lo fónico. Es una masa amorfa, sin forma definida. A medida que sociabilizamos, esta masa amorfa se va estructurando. Nos vinculamos con sujetos y objetos a través de los sentidos, relacionándonos así con el mundo circundante.
  2. Posteriormente, comenzamos a conceptualizar, a reconocer objetos y personas. El conocimiento se basa en el concepto, que posee un significado.
  3. Luego, aparece la imagen acústica, que según Saussure es la representación mental del sonido de la palabra, lo que él denomina el significante. Cuando logramos relacionar la imagen acústica y el concepto, surge el signo lingüístico, que es la relación indisoluble entre significado y significante. Una vez que este signo se forma, somos capaces de hablar.
  4. El signo lingüístico no es lo mismo que la palabra física. El signo lingüístico pertenece al orden de la estructura, es un elemento mental que nos permite articular la palabra, el habla, que es del orden de lo físico. Saussure afirma que la lengua sirve como intermediaria entre el pensamiento y el sonido.

Dado que la palabra es física, no forma parte de la estructura de la lengua; por lo tanto, los signos lingüísticos la representan dentro de dicha estructura. En consecuencia, la estructura de la lengua es la suma de signos lingüísticos y reglas gramaticales.

Lengua vs. Habla

Saussure distingue claramente entre la lengua, que pertenece al orden de la estructura (social y mental), y el habla, que pertenece al orden de lo físico e individual:

  • Los signos lingüísticos aparecen en un primer nivel de ordenamiento de la estructura.
  • Las reglas gramaticales aparecen en un segundo nivel de ordenamiento.
  • El valor lingüístico aparece en un tercer nivel de ordenamiento. Este concepto permite incorporar palabras abstractas relacionadas con cualidades, como los colores. El valor lingüístico de un término está dado por lo que no es, por diferencia u oposición con otros signos dentro del sistema. Una palabra adquiere valor por su distinción respecto a las demás palabras del sistema.

El Valor Lingüístico

El valor de todo término está determinado por su entorno dentro del sistema: si un idioma tiene más signos lingüísticos, cada uno tiene menos valor, y viceversa. Si hay menos signos lingüísticos, estos se oponen a menos elementos, y por lo tanto, tienen más valor.

Por ejemplo, el castellano tiene un vocabulario muy extenso, lo que lo convierte en un idioma menos "económico" en este sentido, y cada palabra individualmente tiene, según esta perspectiva, menos valor. En contraste, el inglés, al tener un vocabulario comparativamente menor, es un idioma más "económico" y cada palabra tiende a tener más valor por su mayor carga semántica diferencial.

Según Saussure, lo mismo ocurre con la matemática, que puede considerarse el lenguaje de la tecnología. La matemática asigna valor a sus propios signos del mismo modo que el lenguaje verbal asigna el valor del signo lingüístico. Por ejemplo, en el sistema decimal hay más signos matemáticos (0-9) con menos valor individual, ya que se oponen a muchos otros signos. En cambio, en el sistema binario hay menos signos matemáticos (0, 1) con más valor, porque cada uno se opone únicamente a un solo otro signo matemático.

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