Conceptos Clave en Economía: Inflación, Monopolios y Discriminación de Precios

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Deflactor del PIB vs. Índice de Precios al Consumidor (IPC): Diferencias Clave

El deflactor del PIB refleja la variación de precios del conjunto de bienes y servicios que se producen en el país; el IPC mide la variación de precios de una canasta de consumo y se calcula como un índice con ponderaciones fijas. Son dos indicadores distintos que tienen finalidades diferentes.

Características y Limitaciones

  • El deflactor del PIB tiene una composición de bienes y servicios que varía cada año. No considera los bienes importados y considera los exportados.
  • El IPC considera tanto bienes y servicios nacionales como importados. Dado que las ponderaciones son fijas, los consumidores pueden variar sus patrones de consumo y esto no se refleja en la medición del IPC. Los bienes medidos pueden volverse obsoletos con el tiempo o tener mejoras tecnológicas que los conviertan en bienes diferentes a los inicialmente considerados. Además, el IPC no considera el efecto de sustitución de bienes frente al cambio de precios.

Regulación del Monopolio Natural: Impuestos sobre Utilidades

Afirmación: Cobrar impuestos a las utilidades es la mejor forma de regular un monopolio natural.

Falso. Al cobrar un impuesto sobre el monto de las utilidades de un monopolio natural, la pérdida social se mantiene igual. El objetivo principal de la regulación es maximizar el excedente total, lo que implica que el monopolista produzca una cantidad de bienes y servicios (ByS) equivalente a la de una industria competitiva (donde el Precio es igual al Costo Marginal, P = CMg). Con la aplicación de un impuesto, el monopolista produciría menos, lo que iría en contra del objetivo de eficiencia.

Monopolio Natural: Precios y Costos Marginales

Afirmación: Un monopolio natural cobra un precio (o tarifa) mucho más alto que su Costo Marginal (CMg).

Verdadero. Debido a una fuerte inversión inicial, un monopolio natural presenta costos medios decrecientes, lo que implica que el Costo Marginal es menor que el Costo Total Medio (CMg < CTMe). Si el monopolio cobrara un precio igual a su Costo Marginal (P = CMg), la industria incurriría en pérdidas. Por lo tanto, sin una regulación que compense estas utilidades negativas, el monopolio no tendría incentivos para producir.

Monopolio Perfectamente Discriminador y el Consumidor

Afirmación: Desde el punto de vista de los consumidores, nunca es preferible un monopolio perfectamente discriminador, ya que les quita todo el excedente del consumidor.

Incierto. Desde la perspectiva de los consumidores, la conveniencia de enfrentarse a un monopolio no discriminador o a uno perfectamente discriminador no es unívoca y depende de su situación particular.

  • Cuando los precios no se discriminan, existe una parte de los consumidores que no satisface su demanda, a pesar de que su disposición a pagar (curva de demanda) es superior al Costo Marginal (CMg) de producir. Esta situación genera una pérdida social. Estos consumidores, que actualmente están excluidos del mercado, estarían interesados en tener acceso al consumo del bien. Por lo tanto, preferirán un monopolio que discrimina precios, en lugar de uno que no discrimina y los excluye del mercado (al cobrar un precio superior a su máxima disposición a pagar).
  • Sin embargo, aquellos compradores que están adquiriendo el bien en presencia de un monopolio no discriminador se verán afectados negativamente por la discriminación de precios, ya que esta les sustrae todo su excedente del consumidor. Por consiguiente, estos consumidores preferirán un monopolio no discriminador a uno perfectamente discriminador.

Monopolio Perfectamente Discriminador y el Productor

Afirmación: Si el productor tuviera que elegir, escogería ser un monopolista perfectamente discriminador.

Verdadero. Al productor le conviene operar como un monopolista perfectamente discriminador, ya que el beneficio económico que obtiene en esta situación equivale a la suma del excedente del productor y del excedente del consumidor bajo un escenario de competencia perfecta. Esto se debe a que el discriminador perfecto cobra un precio distinto a cada consumidor, equivalente a su máxima disposición a pagar. Por lo tanto, produce la misma cantidad que se produciría en competencia perfecta, pero sustrae a los consumidores todo su excedente. En este caso, el beneficio obtenido por el monopolista es el máximo posible.

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