Concepto de Secta y su Diferenciación con Iglesia, Culto y Religión
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Diferencias entre Secta e Iglesia según Max Weber
El sociólogo Max Weber establece una distinción clara y rigurosa entre secta e iglesia. A continuación, se presentan algunas de las diferencias clave:
- Incorporación: En la secta, la incorporación es libre, tras una conversión personal. En la iglesia, se pertenece por nacimiento.
- Adaptación al entorno: La secta no se acomoda al entorno sociocultural, mientras que la iglesia se adapta a los valores vigentes.
- Tamaño: La secta está formada por pocos miembros, mientras que la iglesia tiene muchos adscritos.
- Estructura social: La secta promueve una estructura social cerrada en sí misma, al margen de la sociedad civil y de las otras religiones. Tiende a marginarse y no se acomoda al entorno.
Es importante destacar que la religión, en sus inicios, puede ser considerada un movimiento sectario en el sentido descrito por Weber.
Diferencias entre Secta y Secta Destructiva
- Secta: Como se ha mencionado, la incorporación es por adquisición libre tras una conversión personal. Promueve una estructura social cerrada, al margen de la sociedad y otras religiones. No se acomoda al entorno sociocultural y está constituida por pocos miembros.
- Secta destructiva: Se caracteriza por ser un grupo cohesionado por una doctrina demagógica y encabezada por un líder carismático que se presenta como el poseedor de la verdad absoluta en cualquier ámbito social. Existe una exigencia de cohesión total del grupo. Los miembros viven en comunidades cerradas o dependientes del grupo, suprimiendo las libertades individuales y el derecho a la intimidad.
Diferencia entre Culto y Religión
Un culto se diferencia de la religión formal en varios aspectos:
- Conocimiento esotérico: El culto pretende la posesión de cierto saber esotérico que ha quedado sumergido, pero luego se saca a la luz.
- Exploración de conductas: En el culto, uno se siente como si explorara modos de conducta nuevos o que eran tabú hasta entonces.
- Exaltación de la magia: Un culto es la exaltación implícita de la magia más que de la teología.
Diferencia entre Superstición, Idolatría y Religión
La superstición y la idolatría son actitudes que consisten en la confusión de la mediación con lo que ella intenta mediar. En ambas, la mediación deja de ser significante para ser la significación misma; de ser símbolo y lugar de encuentro con lo totalmente otro, pasa a constituirse en el objeto de veneración.
Diferencia entre Magia y Religión
Según Frazer, la magia es un sistema de leyes naturales, así como una guía errónea de conducta. Es una ciencia falsa y un arte abortado. Considerada como un sistema de leyes naturales, es decir, como expresión de reglas que determinan la consecución de acontecimientos en todo el mundo, podemos considerarla como una serie de reglas que los humanos cumplirán con objeto de conseguir sus fines.
Podemos clasificar la magia en:
- Magia teórica: Es un conjunto de leyes por las cuales se rige la mana (plano espiritual de todos los objetos).
- Magia práctica: Concibe la magia como una pseudo-ciencia. Destacan dos modalidades:
- Magia positiva o hechicería: Consiste en la aplicación de la magia práctica basada en los principios de la magia teórica.
- Magia negativa o tabú: Es la prohibición.
La diferencia entre magia y religión consiste en que la pretensión del mago es dominar e incluso domesticar ese supuesto plano animado o espiritual de los entes naturales, mientras que la experiencia religiosa consiste en un encuentro del hombre con el misterio que lo trasciende y del que se siente criatura.
Diferencia entre Estética y Religión
Lo estético actúa como una mediación que posee la capacidad de simbolizar aspectos de la realidad que escapan a la tangibilidad. El peligro está en hacer de lo estético el fin de la religión o en reducirla a su manifestación estética. De esta forma, la religión queda vaciada de su contenido para pasar a consistir en una mera formalidad externa.
La Relación entre Libertad y Conciencia según A. Llano
La libertad del hombre tiene una estructura reflexiva, lo cual exige como requisito la distinción entre su propia realidad subjetiva y la realidad objetiva del mundo. La persona es libre porque se sabe distinta del mundo y porque tal saber se traduce en un decirse. La subjetividad del hombre es mundana, quiere decir que el hombre está inserto en el mundo, pero no es intramundano, es decir, no se identifica sin residuos con el entorno material en el que habita, ni siquiera con su hábitat natural. El mundo autónomo y diferente del sujeto (el objetivo) solo aparece ante una mente que pueda conocerse a sí misma, es decir, ante una subjetividad dotada de conciencia. El ser humano es un organismo con conciencia reflexiva, lo que la libertad confirma es la estructura reflexiva de la mente humana, es decir, que estamos dotados de conciencia.
La Apertura del Ser Humano a la Trascendencia según Zubiri
En lugar de ir hacia la realidad, venimos de la realidad. La religación nos hace patente y actual lo que pudiéramos llamar la fundamentalidad de la existencia humana, su fundamento. La fundamentalidad de las cosas la podemos llamar realidad fundante. El ser humano está constitutivamente abierto a la realidad, en esto consiste su inteligir. Está religado a las cosas y religado a lo que religa y que constituye la raíz de la existencia fundamental. "Dios está patente en el ser del hombre. El hombre no necesita llegar a Dios. El hombre consiste en estar viviendo de Dios y, por tanto, siendo en él".
El Papel de las Mediaciones en el Contexto del Hecho Religioso
El hecho religioso es el acontecimiento humano por el cual la relación con Dios se dice que es propia de todos los seres humanos, y la respuesta que surge a esa relación con ese ser divino es totalmente gratuita, llena de estupor y fascina al hombre, que pasa a entenderse totalmente desde esta experiencia, nada comparable con otros encuentros. Se le ha estudiado como encuentro con lo totalmente otro, pues no se trata de una relación de características comparables a ningún otro ser sujeto al tiempo y espacio. Se denomina hecho religioso a la religación que puede surgir como respuesta humana con el ser trascendente. El hecho religioso es totalmente humano, no carece de racionalidad y es un hecho positivo en todas las culturas y tiempos de los hombres. Las características del hecho religioso tienen que ver con la experiencia de objetividad y totalidad que el hombre vive de la divinidad.
Contenidos del Proceso de la Experiencia de Trascendencia
La experiencia de trascendencia se podría definir como una percepción sensible de lo infinito en una circunstancia determinada. Es una percepción que capta la atención de un individuo o un grupo. Configura nuestra reacción ante algo que parece inmenso, ilimitado, ante algo que nos trasciende absolutamente. Cuando entramos en contacto con esta dimensión especial de nuestra vivencia, tenemos la impresión de que esta excede los límites de la vida diaria, que no puede limitarse de manera artificial y que inspira un respeto absoluto. Puede producirse por una plenitud o vacío que viene precedido de un periodo de reflexión acerca de alguna cuestión desconcertante. Procede de una situación psicológica y existencial, está relacionada con alguna circunstancia y se desencadena a causa de un acontecimiento específico. Está condicionada y analizada por un marco de referencia interpretativo y emocional. Finalmente, a menudo desencadena un cambio importante en la vida.
Diferencia entre Experiencia Religiosa y Experiencia de Trascendencia
La experiencia trascendente enfoca la apertura del ser humano al misterio en términos de deseo, nostalgia y fascinación. Su fuerza consiste en hacernos conscientes de una dimensión única, de una presencia totalmente distinta que nos emplaza. En cambio, la experiencia religiosa se caracteriza por tomar conciencia de lo numinoso y, a partir de ello, el hombre se siente deudor de reverencia, por lo que lo numinoso lo atrae.
El Rito como Mediación
El rito se sitúa en el campo de las mediaciones activas de la actitud religiosa, mediaciones extraordinariamente numerosas que comprenden todas las corporalizaciones de la respuesta del hombre religioso al poder o poderes con los que entra en contacto; desde el gesto más simple o la misma palabra pronunciada en la oración vocal hasta la más complicada celebración. En el terreno de las mediaciones activas suelen distinguirse dos grandes grupos: el servicio y la devoción. El servicio abarca las acciones de la vida ordinaria ejecutadas por una motivación religiosa. La devoción son acciones orientadas a la expresión de la relación religiosa. Este sector recibe el nombre de culto. En la mayor parte de las definiciones de este último aparecen los siguientes elementos:
1. Es una acción. 2. Simbólica y no inmediatamente utilitaria. 3. Realizada por un grupo de acuerdo con normas precisas. 4. Con alguna forma de recurrencia periódica. 5. Pretende hacer eficazmente presente la realidad de orden sobrenatural y simbolizarla.
La Mediación por Excelencia en el Cristianismo
La persona es, para el cristianismo, el lugar de encuentro privilegiado entre Dios y el hombre. Varias son las argumentaciones en las que podemos fundamentar esta afirmación:
1. Toda persona humana manifiesta en sí misma al Creador. 2. Ningún rito, ningún sacrificio le es agradable al Padre si, hechos hermanos en Cristo, de ese único Padre, no nos amamos.
Características del Misterio según Rudolf Otto
Las siguientes connotaciones hacen referencia al término "misterio" en la semántica de las voces latinas: *mirum* (asombro extraordinario) y *mirabile* (admirable). *Mirum* es un concepto de la esfera de los sentimientos naturales del hombre y que, gracias a cierta analogía, se nos ofrece como designación para aquello a lo que nos referimos sin expresarlo íntegramente. El auténtico *mirum* es el que hace referencia al misterio religioso, que consiste en lo "heterogéneo en absoluto", es decir, lo que se sale del círculo comprendido, familiar, íntimo. La apercepción de la propia nada personal frente a "lo totalmente otro" que irrumpe en sus vidas como aquella realidad fundante de toda otra y supera toda posibilidad humana de racionalidad, por lo que de ella nada puede decir.