Conceptismo y Culteranismo: Dos Estilos del Barroco Español
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Conceptismo y Culteranismo: Dos Tendencias del Barroco
En el Barroco destacan dos grandes tendencias: el conceptismo, basado en el ingenio y representado por Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián, y el culteranismo, preocupado por la belleza formal y representado por Luis de Góngora. Ambas corrientes pretenden una expresión complicada y tienen una voluntad minoritaria.
El Conceptismo: Profundidad y Juego de Ideas
El conceptismo profundiza en el juego de ideas o conceptos. Para conseguir este objetivo, utiliza frecuentes metáforas; juegos de palabras como el doble sentido; un estilo breve y conciso logrado mediante la elipsis o eliminación de palabras; antítesis de palabras, frases o ideas con el fin de impresionar la mente. El máximo representante de esta corriente es Quevedo.
El Culteranismo: Belleza Formal y Estímulos Sensoriales
El culteranismo o gongorismo, en cambio, persigue la brillantez formal. Es una corriente literaria que cultiva la forma de las palabras, dejando en segundo plano su contenido. Pretende crear un mundo de belleza, impresionando para ello los sentidos con los más variados estímulos de luz, color, sonido... Los recursos que caracterizan esta corriente son el abuso de la metáfora con el fin de crear un mundo de belleza absoluta; el uso frecuente de cultismos; el abuso del hipérbaton y el uso de palabras parónimas. El máximo representante es Luis de Góngora.
Similitudes y Diferencias entre Conceptismo y Culteranismo
Las diferencias de estas dos corrientes son más teóricas que reales. No se puede hablar de tendencias opuestas, ya que en poemas de Quevedo se pueden observar rasgos culteranos y en poemas de Góngora rasgos conceptistas. El culteranismo vendría a ser una evolución del conceptismo en la que importaba más la forma que el contenido.
Luis de Góngora: Innovación y Esteticismo
Góngora fue un poeta temido y respetado, inventó un lenguaje poético brillante y culto. Su poesía no presenta la realidad, sino que la transforma mediante metáforas. En general, la poesía de Góngora es esteticista porque logra la admiración del lector, pero en ella no expresa sus sentimientos. En su obra se distinguen dos estilos:
Poesía Culta
Góngora escribe una poesía muy elaborada en sus sonetos. Cuando se retira a Córdoba, comienza a escribir grandes poemas cultos, como la *Fábula de Polifemo y Galatea* y las *Soledades*. Esto hace despertar reacciones opuestas entre el público y otros poetas. En ese momento se habla de un nuevo estilo:
Culteranismo: Características Clave
- Intensificación de los cultismos léxicos y sintácticos: hipérbaton, frase larga, oraciones subordinadas complicadas…
- Acumulación de metáforas embellecedoras.
- Abundancia de alusiones mitológicas y de juegos conceptistas.
Romances y Letrillas
Representan su faceta tradicional. Se transmitían cantados y más tarde fueron recogidos a los romanceros. Los romances gongorinos tratan sobre todos los temas: líricos, pastoriles, mitológicos... En este estilo suele predominar el conceptismo.
Francisco de Quevedo: Conceptismo y Originalidad
La poesía de Quevedo tiende al conceptismo, pretende sorprender mediante nuevos conceptos. Entre los rasgos típicos de la poesía de Quevedo, podemos señalar los siguientes:
- Metáforas originalísimas que personifican objetos y cosifican seres humanos.
- Creación de nuevas palabras, derivadas o compuestas...
- Uso especial de las categorías gramaticales.
- Abundantes juegos de palabras conceptistas.