La Concepción de la Ley en San Agustín y Santo Tomás de Aquino
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El Origen de la Ley en Agustín de Hipona y Tomás de Aquino
San Agustín de Hipona (354-430 d.C.)
Es un pensador práctico y teórico que conoce muy bien el pensamiento griego y romano antiguo. Utiliza este pensamiento con fines del catolicismo.
No es tanto un autor de tratados sistemáticos como de escritos coyunturales, que se insertan en un momento histórico e intentan resolver problemas de la época y de la Iglesia católica en ese momento.
Sus obras más importantes son: La Ciudad de Dios, Las Confesiones y Las Cartas/Epístolas. Los temas que trata son la formación de una conciencia cristiana y el reforzamiento de la fe religiosa frente a los herejes y a las filosofías extranjeras. Es un crítico del paganismo, a pesar de que él tomaba el modelo de pensamiento grecolatino.
Esta influencia se refleja en su concepción de la Ley, que identifica con la ley de Dios, quien ordena todas las cosas en su lugar. Esta ley divina, que es la voluntad de Dios, se expresa en:
Tipos de Ley según San Agustín
- Ley Eterna: La ley de todas las cosas del universo orientada a la realización del bien.
- Ley Natural: Es la parte de la ley eterna que se refiere al hombre, su tendencia a hacer el bien.
- Ley Humana o Positiva: Se da entre los hombres para regular los asuntos humanos.
Para Agustín, existe una ley divina (eterna) y otra natural, a las cuales el hombre puede adscribirse voluntariamente o no. Si se adscribe, será un hombre bueno; de lo contrario, será un hombre pecaminoso.
Esto implica la existencia del libre albedrío, un elemento fundamental puesto que la capacidad de elegir conlleva la posibilidad de culpa, pecado, castigo, etc.
La ley eterna es inmutable, mientras que la positiva no lo es, puesto que se adapta a cada sociedad.
Santo Tomás de Aquino (1225-1274)
Con una fuerte influencia griega, concibe un mundo regido por la razón, considerada la facultad rectora de todos los hombres.
Subraya la importancia del conocimiento. Para él, la verdad y el entendimiento son más importantes que el bien y la voluntad, ya que el conocimiento nos acerca al bien.
Su intento constante fue relacionar lo más estrechamente posible la ley humana con la divina. Esto le impulsaba no solo su propia inclinación a armonizar, sino también el supuesto de que la ley tiene una finalidad mucho más amplia que la de ser un simple medio para regular las relaciones humanas.
Clasificación Cuádruple de las Leyes según Santo Tomás
- Ley Eterna: Es prácticamente idéntica a la razón de Dios. Representa el plan eterno de la divina sabiduría con arreglo al cual está ordenada toda la creación. Esta ley está por encima de la naturaleza física del hombre y fuera del alcance de la comprensión humana, aunque no es por ello extraña o contraria a la razón.
- Ley Natural: Es un reflejo de la razón divina en las cosas creadas. Se manifiesta en la inclinación a buscar el bien y evitar el mal, a conservarse y a vivir del modo más perfecto posible, de acuerdo con las dotes naturales que la naturaleza implanta en todos los seres. Es universal.
- Ley Divina: La revelación. Un ejemplo sería el código de leyes dado por Dios a los judíos como pueblo escogido, o las normas de moral y legislación cristiana dadas a través de la Escritura o de la Iglesia. La ley divina es un don de la gracia de Dios, más que un descubrimiento de la razón natural. La revelación añade a la razón, pero nunca la destruye.
- Ley Humana: A diferencia de las anteriores, está destinada especialmente a los seres humanos. Son reglas de vida para una sola especie de criaturas. Puede decirse que la ley humana no introduce ningún principio nuevo; simplemente aplica a la especie humana los principios superiores de orden que prevalecen en todo el universo. La ley establece una pauta para el bien común, no para la ventaja de un individuo o una determinada clase. Por este motivo, la ley tiene tras sí una voluntad general: es producto de todo el pueblo.
Su definición completa describe la ley como: “una ordenación de la razón para el bien común, hecha por quien tiene a su cargo el cuidado de la comunidad y promulgada solemnemente”.
Por otra parte, es importante destacar que la ley humana deriva de la natural.