La Concepción del Ser Humano: Perspectivas Filosóficas Modernas y Contemporáneas
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La Filosofía Moderna y su Concepción del Ser Humano
Descartes: El Dualismo Antropológico
René Descartes fue uno de los pioneros de la filosofía moderna. Descubre una verdad que el escepticismo no puede poner en duda, a saber: “pienso, luego existo” (cogito ergo sum). Es decir, aunque ponga todo en duda y considere todo falso, hay algo que no se puede negar, incluso si todo lo que piense sea falso: el propio acto de pensar y, por ende, la existencia del pensador.
Nuestro “yo” es el alma (res cogitans), la sede del pensamiento. En definitiva, para Descartes, el cuerpo forma parte de la realidad física del universo (res extensa), mientras que el alma es una sustancia distinta e inmaterial. Existen, según él, tres sustancias: el alma pensante, Dios (sustancia infinita) y la materia extensa (el mundo físico).
Descartes también desarrolló una investigación biológica sobre la unión entre alma y cuerpo, situándola hipotéticamente en la glándula pineal.
A partir de Descartes, podemos establecer dos corrientes filosóficas principales con respecto a la naturaleza humana:
- El espiritualismo: Enfatiza la primacía del espíritu, alma o conciencia.
- El materialismo: Sostiene que solo existe la materia y que los fenómenos mentales son reducibles a procesos físicos o cerebrales.
Hume: El Yo como un “Haz de Percepciones”
David Hume, figura clave del empirismo, considera que la idea de sustancia (incluida la del "yo" como sustancia pensante permanente) no tiene una base empírica sólida. Si examinamos nuestra mente introspectivamente, no encontramos ninguna impresión constante y permanente que corresponda a un "yo" unitario. Solo hallamos una sucesión rápida de vivencias, sensaciones, pensamientos, emociones, etcétera, unidas por la memoria y la imaginación. Por ello, define el yo como un “haz o colección de diferentes percepciones” en perpetuo flujo.
En esta misma línea crítica, Hume también argumenta que la razón, por sí sola, no puede motivar la acción y está, en gran medida, sometida a nuestros sentimientos y pasiones ("la razón es, y sólo debe ser, esclava de las pasiones").
Kant: Libertad, Racionalidad y Dignidad
Para Immanuel Kant, uno de los rasgos principales y distintivos de los seres humanos es la libertad. Aunque no podamos demostrarla científicamente (pues pertenece al ámbito nouménico, no al fenoménico), debemos postularla (suponerla) para que la moralidad, las normas jurídicas y la responsabilidad tengan sentido.
La racionalidad para Kant no solo es la capacidad de conocer, sino también la fuente de la ley moral autónoma (el imperativo categórico). Esta ley exige que actuemos de tal modo que la máxima (el principio subjetivo) de nuestra acción pueda valer al mismo tiempo como ley universal.
En conclusión, en nuestra condición de seres libres y racionales, capaces de darnos nuestra propia ley moral, los seres humanos poseemos dignidad. La dignidad es un valor intrínseco, absoluto e inalienable que nos sitúa por encima de cualquier precio y nos distingue radicalmente de las cosas, que tienen un valor meramente relativo o instrumental.
La Condición Humana en la Filosofía Contemporánea
Ortega y Gasset: El Ser Humano como Proyecto Vital
La filosofía de José Ortega y Gasset se desarrolló y se conoce como raciovitalismo, un intento de superar la oposición histórica entre racionalismo (que desprecia la vida) y vitalismo (que desprecia la razón). Para Ortega, la vida es la realidad radical, pero la vida humana incluye inseparablemente la razón como una de sus funciones vitales.
El perspectivismo de Ortega implica que todo conocimiento está anclado en un punto de vista particular, una "perspectiva". Cada perspectiva nos aporta una visión única e insustituible sobre lo real, pero ninguna agota la realidad entera. La verdad completa (que es inalcanzable para un individuo) requeriría la integración de todas las perspectivas posibles.
Su famosa frase “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo” resume esta idea: el ser humano no es una entidad abstracta con una esencia fija, sino un ser concreto inmerso en un contexto histórico, social, cultural y biológico ("circunstancia") que lo constituye y con el que debe interactuar activamente para realizar su proyecto vital.
Jean-Paul Sartre: El Ser Humano es Libertad Radical
Dentro de la filosofía existencialista del siglo XX, se suelen distinguir dos corrientes principales:
- El existencialismo cristiano (representado por figuras como Søren Kierkegaard, Gabriel Marcel o Karl Jaspers).
- El existencialismo ateo (cuyo máximo exponente es Jean-Paul Sartre, junto a otros como Albert Camus o Simone de Beauvoir).
De acuerdo con el existencialismo ateo de Sartre, el ser humano es radicalmente libre porque, en él, "la existencia precede a la esencia". Esto significa que, a diferencia de los objetos fabricados que tienen un diseño previo, el ser humano primero existe, surge en el mundo, y solo después, a través de sus acciones y elecciones libres, se define a sí mismo, construye su propia "esencia". No tenemos una naturaleza humana predefinida; somos lo que hacemos de nosotros mismos.
No obstante, las elecciones que tomamos y que nos definen no solo nos afectan individualmente. Al elegir por nosotros, elegimos también por toda la humanidad, lo que conlleva una enorme responsabilidad. Sartre afirma que estamos "condenados a ser libres", es decir, no podemos escapar de la necesidad de elegir y de la angustia que esta responsabilidad genera. [...] (Nota: El texto original proporcionado finaliza de forma incompleta aquí).