La Comunicación y Propaganda en la Revolución Rusa: Estrategias Bolcheviques
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La Revolución Rusa, que tuvo lugar en 1917, marcó un punto de inflexión histórico. El hecho definitivo fue la llegada de Lenin a San Petersburgo, donde pronunció un discurso en una estación de ferrocarril. Lenin supo capitalizar el profundo descontento de una vasta masa de la población que vivía en una situación de miseria absoluta. Es importante recordar que, en el contexto previo a la revolución, los mujiks (campesinos) habían sufrido siglos de opresión, incluyendo la servidumbre abolida en 1861. Ya había existido una especie de prerrevolución en 1905, que para algunos historiadores es considerada la auténtica fecha inicial de la Revolución Rusa.
La Comunicación como Herramienta Revolucionaria
Desde el punto de vista de la comunicación, la Revolución Rusa representó un cambio cualitativo, al introducir nuevas técnicas que hasta ese momento no se habían implementado. El sistema soviético de comunicación partió de una idea fundamental: el concepto marxista de los medios de comunicación. Karl Marx, padre ideológico del comunismo, sostenía que lo que impulsa el progreso de la humanidad y la sociedad es la lucha de clases. De esta premisa se deriva su concepción de los medios de comunicación: no los aprobaba, ya que consideraba que solo representaban los intereses de las clases dominantes (burguesas).
Sin embargo, los líderes revolucionarios (como Lenin, Trotski, Stalin y Kerensky) se dieron cuenta de que necesitaban los medios de comunicación para propagar su mensaje y difundir el socialismo marxista. Para lograrlo, implementaron tres técnicas principales:
1. Creación de los Agit-prop
- Los agit-prop (comités de agitación y propaganda) fueron embriones de lo que posteriormente se conocerían como piquetes informativos.
- Diseñados por Trotski, su objetivo era difundir el socialismo en las fábricas, donde existían mayores conflictos sociales, lo cual resultó muy efectivo.
- Este sistema perduró durante todo el periodo revolucionario y posrevolucionario; de hecho, algunos historiadores señalan que su influencia se extendió hasta la década de 1960.
- Estaban formados por 4 o 5 personas, con una estructura jerárquica donde uno lideraba y los demás obedecían.
2. Control Estatal de los Medios de Comunicación
La Revolución Soviética marcó, en este sentido, el primer Estado donde se fusionaron partido y nación, convirtiéndose en una misma entidad, un modelo que posteriormente se replicaría en Alemania. Esto tuvo una consecuencia práctica: si partido y nación eran lo mismo, no pertenecer al partido implicaba no ser considerado nacional, lo cual generaba sospecha. Dado que eran una misma entidad, los medios de comunicación pasaron a estar controlados por el partido. Los medios de comunicación eran públicos, sin espacio para la propiedad privada; en concreto, en Rusia destacaron:
- El periódico Pravda (que significa 'Verdad'), era el órgano oficial de la revolución, y prácticamente el único. Funcionaba como un gabinete de comunicación, informando exclusivamente de aquello que el gobierno deseaba difundir.
- La revista Izvestia (que significa 'Noticias'), era una publicación cultural que divulgaba los hechos culturales que el gobierno consideraba relevantes.
Estas fueron las dos únicas publicaciones escritas de relevancia durante la revolución, eliminando así la pluralidad de la prensa. Esta técnica de control y propiedad estatal de los medios se extendería posteriormente a la radio y la televisión.
3. El Cine como Arma de Propaganda Política
El cine emergió por primera vez como una poderosa arma de propaganda política. Los líderes revolucionarios lo concibieron como el elemento fundamental para justificar la revolución y sus logros. Era un cine marcadamente maniqueísta, que simplificaba la realidad a extremos. Desde el punto de vista técnico, se caracterizaba por el uso abundante de primeros planos y por consolidar definitivamente el montaje como herramienta narrativa (la asociación de ideas). Esto llevó a la creación de lo que denominaron "la realidad simbólica".
Películas Clave de la Propaganda Soviética
- El acorazado Potemkin de Serguéi Eisenstein, famosa por la icónica secuencia de la escalera de Odesa (1925).
- La madre de Vsévolod Pudovkin (1926).
El protagonista principal de estas obras era el pueblo. La figura de la madre se utilizaba como un potente símbolo; en ambas películas, el hijo muere, consolidando a la madre como el emblema de la revolución. A través de ellas, buscaban expresar la 'verdad' (Pravda) tal como ellos la concebían, sin ocultar la dureza de las tropas zaristas.