Comunicación Implícita: Desvelando Presuposiciones y Máximas Conversacionales
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La Comunicación Implícita: Desvelando los Mensajes Ocultos
Siempre que comunicamos, existen elementos que se manifiestan de manera directa (explícita) y mensajes que se transmiten de forma indirecta (implícita). Los implícitos son un tipo de actividad inferencial que realiza el receptor, quien es capaz de comprender que hay información que no se dice literalmente, pero que sí está presente en el mensaje.
La comunicación no sería posible sin la presencia de implícitos. Generalmente, se distinguen dos tipos principales:
1. Presuposiciones (Implícitos Pre-literales)
Las presuposiciones son enunciados que deben ser verdaderos para que lo expresado literalmente tenga sentido. Para que un enunciado sea coherente, es necesario que sus presuposiciones sean aceptadas como verdaderas por los interlocutores.
Ejemplo:
- En la frase: ‘‘El actual rey de Francia es calvo’’, se presupone que existe un rey de Francia. Sin embargo, actualmente en Francia no hay rey. Por lo tanto, la presuposición es falsa y la afirmación carece de sentido.
Las órdenes y las preguntas también conllevan presuposiciones:
- ‘‘Cierra la puerta’’ o ‘‘No cierres la puerta’’: se presupone que la puerta está abierta.
- ‘‘¿Pedro estudia en Sevilla o en Valencia?’’: se presupone que Pedro está estudiando en una de esas dos ciudades.
Al utilizar una presuposición, se realiza una solicitud implícita al interlocutor para que acepte como verdadero aquello que se presupone. Si esta aceptación no se produce, la comunicación puede verse interrumpida o carecer de sentido.
2. Máximas Conversacionales o Sobreentendidos (Implícitos Post-literales)
En este caso, la literalidad del enunciado sí tiene sentido. Sin embargo, en función del contexto y de las reglas que rigen las inferencias derivadas de la actitud cooperativa, se añaden sentidos adicionales a lo expresado literalmente.
El oyente no solo registra lo que se dice, sino que es un sujeto activo que infiere significados adicionales, incluso si no están explícitamente formulados. Por ejemplo, en ocasiones, si al hablar se omite una palabra, el oyente es capaz de añadirla mentalmente. Esto sugiere que el oyente procesa el mismo cálculo sintáctico que el hablante, estando mentalmente predispuesto a completar la información.
La Teoría Motora de la Percepción postula que para percibir elementos del habla, es necesario imaginar cómo se pronunciarían.
La cooperación comunicativa se manifiesta a menudo de manera implícita. Existen elementos implícitos que se explican por la suposición de que tanto el oyente como el hablante comparten ciertas presuposiciones sobre lo que se dice. Estas se rigen por las Máximas de Grice:
- Máxima de Cualidad: El principio cooperativo presupone que decimos cosas verdaderas; es decir, cuando se comunica algo, salvo que existan indicios que demuestren lo contrario, se asume que lo dicho es veraz.
- Máxima de Cantidad: El principio cooperativo nos lleva a pensar que, al hablar de un tema, se proporciona toda la información relevante necesaria, sin excederse.
- Máxima de Relación (o Pertinencia): Al comunicar algo, ambos interlocutores suponen que las palabras son pertinentes y de interés para la conversación en curso.
- Máxima de Modo (o Manera): Se refiere a la forma en que decimos las cosas, promoviendo la claridad, la brevedad y el orden en la expresión, evitando la ambigüedad.