Comunicación y Atención al Paciente en Odontología: Claves para una Práctica Exitosa

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Información y Trato de Tipos de Pacientes en Clínicas Dentales

1. Introducción

Hay diferentes tipos de pacientes dentro del gabinete:

  • Paciente pasivo: el dentista asume toda la responsabilidad y el mando, y el paciente obedece en todas las fases del tratamiento.
  • Paciente cooperativo: el paciente, informado de su estado y plan de tratamiento por parte del dentista, está dispuesto a colaborar y a seguir cada fase del tratamiento.
  • Paciente y dentista que mantienen una relación de mutuo acuerdo o participación: por ambas partes se establece una relación y se comparten responsabilidades para el mantenimiento de la salud oral.

Desarrollo

  • Psiquiátrico: pacientes con demencias, Alzheimer, depresión, etc. Este tipo de pacientes suelen estar confinados en instituciones y suelen tomar diferentes tipos de medicación y, dependiendo del grado de afectación por la enfermedad, así es como puede variar el tipo de cuidados dentales y la calidad de su higiene oral. Algunos de ellos están ingresados en instituciones o residencias donde se les realiza un cuidado dental periódico, y otros dependen de su familia y de las condiciones sociales en las que viven.
  • Discapacitados psíquicos: del tipo deficiente mental, síndrome de Down, etc. Este tipo de pacientes suelen tener estados irreversibles y tener un alto grado de patología oral por una higiene incorrecta, un inadecuado control dietético y, por otro lado, suelen también tener un rechazo hacia el tratamiento de los profesionales. Su asistencia dependerá de si están institucionalizados, o son ayudados por personal cualificado o por sus propios familiares.
  • Discapacitados físicos: pacientes diferentes (personas que han perdido o función psicológica, anatómica o fisiológica), discapacitados (pacientes que presentan alguna restricción o ausencia, debido a una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano), minusválidos (personas en situación de desventaja determinada a consecuencia de una deficiencia o de una discapacidad que limita o impide el desempeño de un rol que es normal para su caso, en función de la edad, sexo, factores sociales y culturales), etc. Son personas con niveles muy diferentes y dependiendo de su discapacidad (ceguera, sordera, etc.) debemos estimular más su atención para facilitar y mejorar la comunicación. Generalmente su nivel de higiene y dieta suele ser adecuado y sólo dependen del nivel económico, pero sus cuidados dentales no tienen que ser diferentes al resto de la población.
  • Ancianos: personas de edad avanzada que suelen tener múltiples enfermedades, generalmente crónicas, progresivas y suelen estar polimedicados. Por su parte, muchos viven de manera dependiente y en condiciones sociales económicamente limitadas, o están confinados en residencias, cuando no en hospitales o en geriátricos, estando otros que en menor número viven independientes con mayor o menor capacidad en sus hogares, con sus familias como cuidadores más o menos adecuados, o cuidadores contratados más o menos especializados. Sus condiciones orales son malas, debido muchas veces a la xerostomía que produce la variedad de medicación que toman, debido también a grandes pérdidas dentales – y a sus pocas posibilidades de rehabilitación protésicas- o, si las tienen, éstas se encuentran rotas o desgastadas, con lo que su nutrición también se puede encontrar afectada.

2. La Comunicación

Actualmente, a la tarea asistencial tiene en la consulta odontológica, cada vez se le concede una mayor importancia a las acciones de educación para la salud oral (promoción de la salud y prevención de enfermedad).

La labor del equipo odontológico es fundamental, destacando el papel que desarrolla el higienista bucodental, debido a que posee formación específica en estos temas y a que realiza algunas de las actividades preventivas más usuales en la clínica odontológica (control de placa bacteriana, fluorización, entre otras).

El higienista bucodental participa en programas de educación para la salud que tienen como objetivo ofrecer pautas de comportamiento a los pacientes o clientes que acuden a la consulta odontológica para que, de manera voluntaria, incorporen dichas pautas a su forma de vida habitual.

La difusión de prácticas saludables implica informar, comunicar, motivar e impulsar para que los individuos y colectivos adopten y mantengan prácticas y estilos de vida saludables.

El proceso de comunicación consiste en el intercambio de información entre dos o más personas que por diferentes motivos establecen un contacto.

Las personas que acuden a diferentes servicios del sistema de salud indican que las razones por las que muestran su satisfacción es por la atención recibida, la capacidad de escucha, la empatía de los profesionales, la información comprensible, el tiempo que les dedican, la posibilidad que tienen de expresar su situación. Todos estos hechos posibilitan la participación en un proceso compartido de toma de decisiones que favorece la autoestima de la persona.

Estas situaciones se producen porque están sustentadas en un proceso de comunicación eficaz en el que el profesional vinculado con la salud y la persona receptora del sistema de salud coinciden en un mensaje que tiene un significado común para ambos.

  • Emisor: es la persona que elabora y transmite una información.
  • Mensaje: contenido de la información que se transmite al receptor.
  • Canal: elemento físico que pone en contacto al emisor y al receptor y que permite que el mensaje llegue a su destino.
  • Receptor: persona que recibe e interpreta la información transmitida por el emisor. Es la persona que recibe el mensaje.
  • Código: conjunto de reglas que contienen signos y símbolos que se utilizan para transmitir el mensaje.
  • Contexto: es el medio y el conjunto de circunstancias que rodean el acto de la comunicación.
  • Retroalimentación: este paso transmite al emisor que el mensaje ha sido entendido por el receptor.

2.1. Comunicación Verbal y No Verbal

La comunicación eficiente puede suponer la utilización de unas o varias técnicas al mismo tiempo, dependiendo de la persona que se exprese.

La transmisión de nuestros mensajes debe expresar coherencia entre lo que decimos y cómo lo transmitimos. El paralenguaje forma parte de dos tipos de comunicación, tanto de la verbal como de la no verbal, y hace referencia a cómo transmitimos el mensaje.

  • La comunicación verbal: usa las palabras como elemento de comunicación. Hace referencia a las palabras que utilizamos. Puede realizarse de forma oral y de forma escrita.
  • La comunicación no verbal: usa las palabras como elemento de comunicación y complementa a la comunicación verbal. La comunicación no verbal se realiza a través de multitud de signos de gran variedad. Las imágenes sensoriales con aquellas que se perciben a través de los sentidos (visuales, auditivas, olfativas, táctiles y gustativas).

Dentro de la comunicación no verbal hay que hablar de diferentes elementos presentes en la misma, como son el paralenguaje, la kinesia, la proxemia y el aspecto o imagen externa que proyecta el profesional.

  • Paralenguaje: conjunto de señales que acompañan a la comunicación verbal y forman parte de la comunicación no verbal. Nos informa de cómo se dicen las cosas y no de lo que se dice con las palabras. Es decir, hace referencia al componente no verbal expresado en la voz.
  • Kinesia: es el estudio de los movimientos del cuerpo durante el acto de comunicación. Los componentes de la kinesia son la postura corporal, los movimientos, los gestos, la expresión facial, la mirada y la sonrisa, expresar emociones o estados de ánimo.
  • Proxemia: alude a la distancia que separa a las personas cuando se comunican verbal o paraverbalmente y cómo influye en el proceso de comunicación.

2.1.1. Empatía. Escucha Activa. Factores que Favorecen y Dificultan la Comunicación

La comunicación en la consulta de odontología debe ser facilitada por el equipo profesional, sabiendo dar respuesta a diferentes situaciones que se pueden plantear, como detectar posibles conflictos y situaciones de ansiedad, previendo posibles soluciones, siendo intuitivos y teniendo buena disposición.

Los distintos profesionales que componen el equipo deben conocer diferentes técnicas de comunicación verbal y no verbal de manera que, al comunicarse con el paciente, se complementen entre sí a fin de dar un mensaje coherente.

La empatía es el conjunto de capacidades que nos permite reconocer y entender las emociones de los demás, sus motivaciones y las razones que explican su comportamiento. La empatía es fundamental en el proceso de comunicación.

Uno de los puntos más importantes del proceso de comunicación es saber escuchar. La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. Saber escuchar es ser empático para entender lo que dicen los demás.

Ciertas actitudes facilitan la escucha activa:

  • No interrumpir al hablante.
  • Dejar hablar, sin anticiparnos a lo que vaya a decir.
  • Parafrasear, decir con palabras propias la información que nos transmiten nuestro interlocutor.
  • Escuchar entre líneas.
  • No distraernos y escuchar con el máximo interés.
  • Resumir las partes más importantes del mensaje del paciente para que tenga el feedback de que está siendo realmente escuchado.

El mismo mensaje puede decirse de muchas maneras, no siendo apropiadas todas frente a un interlocutor determinado. Hay que saber elegir el formato y el contenido del mensaje, así como el momento más indicado para transmitirlo.

2.1.2. Asertividad

Asertividad es la habilidad personal que nos permite expresar sentimientos, opiniones y pensamientos en el momento oportuno, de la forma adecuada.

3. Necesidades Específicas de Atención

3.1. Atención en la Infancia

Introducción

La salud bucal de los más pequeños es fundamental a la hora de prevenir futuros problemas en la adolescencia y en la edad adulta. Además, los dientes y las encías de los niños, si están bien cuidados, les ayudan a mantener una óptima salud general.

Cuando los menores presentan caries, infecciones u otro tipo de enfermedad bucal, estos factores pueden derivar en importantes problemas de salud como deficiencias en la nutrición y en el desarrollo del lenguaje, dolor y baja autoestima.

Para que los niños logren una aceptable salud dental requieren una correcta higiene bucal.

Hay que tener en cuenta que los niños, debido a su dependencia natural de los adultos durante el proceso de socialización y desarrollo evolutivo, son muy vulnerables al control de su comportamiento. Por ello, controlar su conducta no es algo negativo, si no que resulta conveniente para su propio progreso.

Para lograr con éxito el tratamiento dental de un niño debe comprenderse, tanto su conducta, como la de los padres.

Niños Menores de 5 Años

El niño debe sentirse como protagonista de la consulta mediante juegos, dibujos y premios de recompensa.

Entrará acompañado de un adulto al gabinete, el cual será informado en todo momento del tratamiento a seguir del menor. Cuando éste dé su conformidad y el niño muestre su relajación, el adulto saldrá del gabinete.

Durante la intervención o exploración al niño se le debe distraer hablando de temas que posiblemente le guste al niño.

Si este niño no se logra relajar se le comunica al adulto y se le pedirá nueva cita para que sea el pediatra quien recete dicho relajante.

Siempre el niño será recompensado por el personal de clínica.

Niños Mayores de 5 Años

Será él mismo el que conteste a su historia clínica como datos personales, dirección, teléfono. También contestará qué le pasa y cómo le pasó y el resto de la historia la rellenará el padre. Así el niño se siente protagonista y nos dará la información más correcta que el adulto. El niño entra solo en el gabinete.

Para que el niño mayor de 5 años se sienta seguro evitaremos en medida de lo posible el uniforme de color blanco y el uso de mascarilla.

Los objetivos de controlar la conducta de un niño podrían resumirse en:

  • Establecer una buena comunicación con el niño y los padres, tanto desde el punto de vista verbal, como no verbal. Esto es con la mirada, la voz, la postura.
  • Determinar de forma conjunta con los progenitores y el niño, las principales necesidades de atención odontológica y de educación sanitaria.
  • Explicar al niño y a los padres los aspectos positivos del cuidado dental preventivo. Se obtienen mejores resultados cuando los progenitores se involucran en el tratamiento y participan activamente en la educación y refuerzo de prácticas saludables.
  • Ganarse la confianza del niño y de los padres y lograr la aceptación del tratamiento dental y de las actividades de educación para la salud oral propuestas.

Actividad y Actitudes del Profesional en la Consulta

Contar con un conocimiento básico de la actividad en el trato con el niño es fundamental, no solo para ayudarle a resolver problemas terapéuticos agudos, sino también para adiestrar al paciente adulto que será en el futuro.

Sin embargo, el profesional debe manejar esos sentimientos con sensibilidad y compresión.

La comunicación es la clave para guiar la conducta en el niño.

Algunas normas que se deben tener en cuenta a la hora de actuar con los niños son:

Después de la exploración se le explicará con lenguaje sencillo lo que tiene y cómo se le va a tratar. Nunca mentiremos al niño. Se sigue la técnica de decir, mostrar y hacer.

Nunca se mostrará objetos punzantes pero sí instrumental donde él observa que no causan daño.

Fundamentos para un positivo entendimiento con el niño:

  • Poca espera.
  • Recordar que el paciente es un receptor emocional.
  • Sobreponerse al estado emocional del niño.
  • No mentirle, ni violentarle.
  • Demostrar sinceridad, positivo interés y comprensión.
  • No ridiculizarle, ni avergonzarle.
  • La palabra debe preceder a la acción.
  • Hablarle en momentos que oiga en función de sus intereses.
  • Aprovechar su sugestibilidad y su espíritu de imitación.
  • Aprovechar su espíritu imaginativo.
  • Rapidez en la labor y decisión en la realización.
  • Sensación de autoridad y seguridad.
  • Recordar que cada niño tiene su mundo supeditado a su edad y grado de desarrollo intelectual.

3.2. Atención en la Adolescencia

Introducción

El cuidado dental es vital para la salud oral y cada edad requiere un tipo de mantenimiento y tratamiento. Los adolescentes tienen unas necesidades especiales. Esta fase vital que separa la infancia de edad adulta es clave para sentar las bases de una boca y una sonrisa sana. Recibir los tratamientos de odontología general y seguir estos consejos de nuestros dentistas es esencial para el cuidado dental en adolescentes.

Los continuos cambios del humor del adolescente y cierta actitud de rebeldía frente a las normas establecidas y las figuras paternas son signos característicos de la edad. El principal centro de interés es su propio desarrollo y la consecución de independencia e individualidad, así como la integración en el grupo e iguales, siendo la salud un aspecto lejano y poco prioritario en general.

Las reacciones suelen ser desmedidas e intensas y pueden pasar de una situación de incomunicación y desaliento a otra de gran comunicabilidad y alegría.

Adolescentes Rebeldes

El adolescente sufre mayor ansiedad y angustia al revivir fantasías inconscientes de la primera infancia (complejo de Edipo). Maniobras como la anestesia local, el uso de turbina o la extracción de alguna pieza dentaria pueden provocarle tal angustia que conduzca al rechazo de la atención odontológica. Por tanto se deben adecuar los tratamientos al momento emocional que está viviendo al paciente, sin aumentar su ansiedad.

Actividad y Actitudes del Profesional en la Consulta

En esta etapa del desarrollo el incremento de las ingestas diarias produce sumado al escaso interés por la higiene, un aumento de la actividad de caries. Para acercarnos al adolescente y despertar su interés estableciendo un pacto o alianza, hemos de visualizar y utilizar como estrategia de cambios de actitudes y comportamientos pocos saludables sus principales centros de interés, como son la imagen corporal y el deseo de aceptación por el grupo de iguales y por personas a las que quieren impresionar.

Adolescentes Maduros

En los adolescentes se produce un aumento del desarrollo intelectual, lo que les lleva a preocuparse por los principios éticos, filosóficos y sociales. Esto contribuye a que el adolescente se interese por su propia salud oral y exija una información científica seria y claramente expuesta, puede ser la etapa inicial de una relación de comunicación efectiva, de motivación y participación activa.

3.3. Atención al Adulto

En el tratamiento del miedo preestablecido, se utilizan técnicas psicológicas concretas, como la relajación y la visualización o la desensibilización sistemática.

Existen diferentes tipos de población dentro del paciente adulto como son el adulto nervioso o ansioso y el adulto anciano (Alzhéimer y Parkinson).

Adulto Nervioso o Ansioso

a) Algunos métodos para reducir la ansiedad a los pacientes son:

  • Disminución del sonido y ruido ambiental: la pieza de alta velocidad o turbina y el teléfono son los elementos más estresantes en el consultorio. Provocan cambios respiratorios característicos de la ansiedad y el estrés.
  • Relajación y autoayuda: proporcionar información suficiente al paciente respecto al tipo de tratamiento que se planea realizar y los procedimientos que se utilizarán ayuda a disminuir la ansiedad al tratamiento y a experimentar menor incomodidad hacia el mismo, pero resulta insuficiente en algunos pacientes, especialmente en los fóbicos. En pacientes con síntomas graves de angustia, estrés o ansiedad, la situación debe ser tratada por un terapeuta cualificado. En casos menos severos, existen técnicas de reducción de estrés, tales como instrucciones grabadas, técnicas de respiración y métodos de imaginación. Son muy efectivas las terapias de relajación y distracción del paciente.
  • Otras técnicas de relajación: la hipnorrelajación e hipnosis se han mostrado como técnicas para reducir el miedo hacia los tratamientos odontológicos, pero son consideradas por muchos pacientes como una medida que afecta a su autocontrol y autodeterminación, razón que nos lleva a no colaborar con estos procedimientos.

Otras técnicas:

  • Técnica de la respiración: pedir al paciente que coja aire lo expulse lentamente.
  • Técnicas de pacientes activos: mostrar a otros pacientes modelos que anteriormente sentían la misma angustia que él.
  • Técnica de la relajación: pedir al paciente que se afloje pañuelo o corbata y darle algún objeto que este pueda apretar con la manos.

b) Necesidades de atención al paciente anciano

Debido al aumento de la esperanza y la calidad de vida, la fase de ancianidad se está distanciando cada vez más de la etapa de jubilación, no todas las personas mayores adoptan una actitud pasiva en la misma, sino que cada vez es más frecuente vivir una vejez activa y preocuparse por su salud.

Con la edad disminuyen ciertas capacidades intelectuales, como el poder de concentración y de memoria, la velocidad de razonamiento o la capacidad de enfrentarse a problemas o situaciones nuevas y adoptar decisiones. Su experiencia es fundamental, haciendo individuos perfectamente capacitados para escuchar, aprender y comprometerse de forma activa con su salud personal, adquiriendo nuevas prácticas saludables y reforzando las ya existentes.

Actividad y Actitudes del Profesional en la Consulta Frente a los Ancianos

  • Cuando tratamos a un anciano hay que considerar especialmente su estado de salud general. Las interacciones medicamentosas, problemas de coagulación, problemas respiratorios y el riesgo de presentar variaciones de la tensión arterial, entre otras, son circunstancias que influyen en el abordaje del plan de tratamiento.
  • Los problemas económicos hay que valorarlos principalmente en este sector de la población, debiendo ser especialmente escrupulosos en los tratamientos propuestos, estableciendo siempre una buena relación coste-beneficio a corto plazo.
  • Se debe considerar la expectativa de vida y la funcionalidad que le pueda adoptar el tratamiento. Una carencia en la funcionalidad de la cavidad oral puede generar problemas de masticación, de fonación, estéticos, que necesariamente repercutirán en las actividades de la vida diaria. Por todo esto es importante realizar un plan de tratamiento realista y rehabilitador pensando en el paciente de forma global.
  • Los ancianos pueden tener problemas para mantener la atención y por tanto para escuchar. El auxiliar y el higienista deben tener capacidad de tolerancia, paciencia y escucha.

3.4. Otros Casos Especiales. Síndrome de Down (Autista, Psíquico, Discapacitado)

Introducción

Una persona portadora de discapacidad puede ser definida como aquella que padece una alteración funcional permanente o prolongada, que le hace dependiente total o parcialmente de otras para sus necesidades básicas. No solo se trata de una persona que presenta una patología, sino que como consecuencia de la misma, no puede desarrollar ciertas actividades en su vida y en su medio social.

Si el profesional obtiene la cooperación del paciente, conseguirá realizar con éxito el tratamiento. Establecer una buena comunicación y demostrar empatía son aspectos fundamentales para alcanzar una buena relación con el paciente.

Las limitaciones del paciente especial pueden influir de forma significativa en la conducta. Habrá que tener en cuenta cómo afectan las diversas patologías sistémicas en los pacientes para valorar el plan de tratamiento.

Introducción Específica

Debido a la dificultad de la movilidad o a las limitaciones psicológicas del paciente, habrá que optar por tratamientos que requieran menos tiempo de consulta, aunque resulten menos conservadores que otros.

En pacientes con limitación sensorial (ciegos, sordos, sordociegos), será preciso modificar las pautas generales de comunicación adaptándolas a su situación particular. Si es preciso dar documentación escrita o requerir la colaboración de un intérprete específico que garantice vías de comunicación alternativas.

Actividad y Actitudes del Profesional en la Consulta

A la hora de proponer un plan de tratamiento al paciente especial y a sus tutores, el profesional deberá prestar especial atención a su reacción y a la actitud que este presenta. En caso de ser negativa, será necesario modificar y pedir al paciente una colaboración ante la terapéutica elegida.

Los pacientes especiales no dan importancia a su salud dental. El profesional en higiene dental deberá tratar de corregir esta actitud, haciéndole ver la gran influencia que tiene la salud oral sobre su calidad de vida, posibles infecciones múltiples de oído, garganta, estómago, caída de piezas.

En el tratamiento de pacientes discapacitados hay que utilizar procedimientos que permiten al paciente controlar sus movimientos corporales y permitan eliminar el miedo que pueda sentir durante el tiempo de tratamiento. Se trata de que el paciente coopere para que se pueda realizar el tratamiento.

El profesional deberá elegir la técnica de abordaje de acuerdo con la discapacidad que presente el paciente como en parálisis infantil, así como calmar el miedo a lo desconocido o ansiedad.

A la hora de elegir la técnica de abordaje se deberá tener en cuenta, entre otros factores, la conducta del paciente, el tratamiento a realizar, el estado físico del paciente, su edad o su coeficiente de inteligencia.

Dentro de estas técnicas se encuentran las técnicas psicológicas, el control físico del paciente, el control farmacológico y la anestesia general y a aquellos pacientes con gran discapacidad mental se les puede llegar a sedar e incluso a anestesiar.

  • Técnicas psicológicas: la comunicación con el paciente es fundamental en el control de su comportamiento. Por tanto, identificar las causas de los problemas de comunicación servirá para mejorar las técnicas de comunicación.

Para mejorar la relación profesional-paciente y reducir la ansiedad del mismo:

  • Mostrar al paciente la clínica previamente a iniciar el tratamiento. Esto reduce la ansiedad.
  • Hablar con lentitud y utilizando términos sencillos.
  • Premiar con refuerzos positivos al paciente tras la terminación de cada procedimiento.
  • Escuchar atentamente y observar sus gestos.
  • Avanzar gradualmente de los procedimientos más fáciles a los más complejos.
  • Programar visitas cortas y matutinas. Dejarle descansar de vez en cuando.
  • Control físico del paciente: suele realizarse a la vez que las técnicas psicológicas para controlar la conducta del paciente, antes de pasar a las otras modalidades de atención.

En algunos casos hay que inmovilizar parcial o totalmente al paciente para que no se lesione o se lesionen los miembros del equipo dental durante el tratamiento y para permitir el trabajo del odontólogo. La restricción física nunca debe usarse como castigo.

  • Control farmacológico: sedación, odontólogo con permiso del tutor. Con la sedación se consigue que el paciente esté más relajado y tranquilo, y con menos tensión psicológica. La sedación consciente se consigue con fármacos administrados por vía oral.
  • Anestesia general: el paciente alcanza un estado de inconsciencia. Esta técnica se llevará a cabo cuando hayan fracasado las técnicas anteriores. Nunca se aplicará anestesia general sin consentimiento del mismo paciente o familiar.

4. Información al Usuario

4.1. Selección al Usuario

En la odontología que se practicaba hace algunos años, la función del profesional era solamente reparadora, sin tener ningún tipo de comunicación con el paciente.

La odontología actual tiene un enfoque más preventivo que restaurativo, donde el equipo de salud bucodental realiza un acercamiento a la población con el objetivo de enseñarle a prevenir patologías o diagnosticarlas. El odontólogo ya no trabaja solo, sino que tiene un equipo preparado para dar información útil al paciente.

Cuando atendemos a un nuevo paciente tenemos en cuenta ciertos aspectos, el análisis del sujeto, la primera impresión y la percepción interpersonal.

Es importante que utilicemos el mismo código que el paciente para adaptar el mensaje a su nivel sociocultural.

Cuando se establece el plan de tratamiento, elaboramos un contrato mediante un diálogo constructivo. En todos los casos la información ofertada verbalmente en forma de entrevistas es de corta duración, máximo 15 minutos.

4.2. Feedback de la Información

Los pacientes que acuden a la consulta odontológica son personas necesitadas de asistencia médica.

La comunicación motiva a nuestros pacientes a aumentar el uso de servicios dentales.

Si los pacientes aceptan los presupuestos y planes de tratamiento es porque el equipo de salud bucodental les ha informado bien de las ventajas y desventajas del mismo.

Primero informa el odontólogo, posteriormente el higienista y después el auxiliar, todos dirán los mismo.

4.3. Plan de Exploración y Otras Técnicas de Atención

El higienista bucodental es la persona encargada de promover la salud bucodental de las personas y de la comunidad, mediante el desarrollo de actividades preventivas y asistenciales que comprenden la exploración y detección epidemiológica y el registro del estado de salud y enfermedad de las personas, como miembro de un equipo de salud bucodental.

Los higienistas bucodentales organizarán, programarán y realizarán su actividad profesional con criterios de calidad, seguridad y optimización de recursos, bajo la supervisión del facultativo.

Los higienistas bucodentales llevarán a cabo sus funciones como ayudantes y colaboradores de los odontólogos.

Las actividades asistenciales son:

  • Realizar limpieza dental profesional.
  • Aplicar fluoruros tópicos en sus distintas formas.
  • Colocar y retirar hilos retractores.
  • Colocar selladores de fisuras con técnicas no invasivas.
  • Realizar el pulido de obturaciones eliminando los eventuales excesos en las mismas.
  • Colocar y retirar el dique de goma e instrumentar durante los procedimientos conservadores e invasivos.
  • Eliminar cálculos y tinciones dentales y realizar detartrajes y pulidos.

5. Compromiso Paciente y Equipo Profesional

5.1. Compromiso Conductual del Paciente

Podemos clasificar varios tipos de pacientes según su conducta ante la terapéutica odontológica:

  • Receptivo: paciente que acepta su patología y que tiene plena confianza en el profesional para que se la solucione.
  • Escéptico: paciente que duda de la capacidad del profesional y del éxito del tratamiento.
  • Histérico: paciente nervioso, ansioso e inquieto, que no confía en el profesional.
  • Pasivo: paciente sin entusiasmo por tratarse ni por cooperar con el profesional durante su tratamiento.

5.2. Compromiso Médico

El compromiso médico se refiere a las obligaciones que tiene el profesional ante cualquier paciente.

Todo profesional de la clínica debe obedecer las siguientes normas de conducta:

  • Mantener una actitud atenta e interesada hacia el paciente.
  • Ser educado y respetar al paciente.
  • Tratar al paciente como a un igual.
  • Conocer y estar correctamente formado en el procedimiento que va a llevar a cabo.
  • Ser responsable con todos los actos que efectúe.
  • Ser ordenado y limpio.
  • Deberá existir una participación activa y una colaboración entre los diferentes profesionales sanitarios.
  • Deberá existir una relación y una comunicación fluida y productiva entre el profesional y el paciente.
  • Educar y orientar al paciente en las materias que le competen.
  • Atender al paciente que este acuda a la consulta y en el horario que se haya establecido, de forma puntual.
  • Trabajar siempre con profesionalidad.
  • Evitar el rechazo y menosprecio debido a diferencias políticas, raza, religiosas, de sexo.

Cuando se acepta un plan de tratamiento, el profesional se compromete a llevarlo a cabo de forma legal y ética, garantizando que:

  • Tiene los conocimientos suficientes para realizarlo.
  • Está actualizado en lo que se refiere a la patología que va a tratar y a sus posibles soluciones.
  • Se ha escogido el tratamiento más adecuado para el caso en cuestión por motivos médicos.
  • En caso de encontrar alguna dificultad, derivará el tratamiento a otra persona cualificada para solucionar el problema.
  • No realizará sobre-tratamientos en busca de obtener mayores ganancias.

5.3. Compromiso de Resultados

Por ley, la odontología se considera una especialidad médica con obligación de resultados, y no de medios, al contrario que la mayoría de las ramas de la medicina.

Nunca habrá que crear al paciente expectativas falsas sobre los mismos, ya que, si no se logran, el profesional estará incumpliendo la ley.

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