Comprendiendo y Gestionando el Conflicto: Perspectivas Psicológicas y Sociológicas

Niveles del Conflicto

El conflicto se puede dar a diferentes niveles, desde la perspectiva de la persona:

• Intrapersonal: (conflictos internos) cuando la incompatibilidad reside en el mismo individuo. Por ejemplo: entre un deseo y un deber.
• Interpersonal: cuando se manifiesta entre individuos.
• Intragrupal: cuando surge entre miembros de un grupo.
• Intergrupal: cuando surge entre grupos.

Se pueden dar conflictos que afectan a diferentes niveles. Hay que tener en cuenta que los conflictos internos generan conflicto con los otros y que los conflictos externos pueden provocar conflictos internos.

Conflictos Internos

Los conflictos internos o intrapersonales son aquellos que tienen lugar en el seno de la propia persona, en su personalidad o en su comportamiento. Pueden ser causados por:

• Identificación personal: cuando la persona no tiene claros su identidad ni sus valores (quién es y quién quiere ser).
• Indecisión en la relación: cuando la persona no tiene claro qué tipo de relación quiere tener con el otro.
• Volubilidad: cuando la persona no tiene claros los criterios que tienen que regir su actuación y se deja llevar por diferentes sentimientos e influencias.

Si el conflicto interno no es reconocido o no es manejado de forma eficiente, creará problemas en las relaciones y generará otros conflictos interpersonales o complicará su resolución. Por eso, para vivir en paz y contribuir a la paz, se recomienda poner orden a los conflictos internos.

La Evolución de los Conflictos

Si conocemos la naturaleza de los conflictos, cómo se originan y cómo evolucionan, qué elementos intervienen... tendremos muchas más herramientas para prevenirlos o abordarlos de forma constructiva. También sabremos que hay situaciones en que la primera respuesta tendrá que ser la contención.

La mayoría de conflictos pueden entrar en una escalada con mucha facilidad. Se originan a partir de una tensión latente (incompatibilidad), para emerger posteriormente como conflictos abiertos y estallar en una lucha de poder que puede llegar a ser destructiva y violenta. Nuestra tarea, como mediadores o facilitadores, no es evitar totalmente el conflicto, sino mantenerlo por debajo del umbral destructivo o de violencia. Tenemos tres oportunidades:

1. Prevenir el conflicto destructivo dando respuesta a las tensiones latentes e impidiendo que emerja.
2. Resolver los conflictos abiertos.
3. Contener la escalada de las luchas de poder que en un momento determinado no se puedan resolver.

Herramientas para la Gestión del Conflicto

Es importante distinguir entre las situaciones iniciales (conflicto latente), es decir, el conjunto de las circunstancias donde se produce la incompatibilidad, y la reacción o la respuesta que se deriva de la percepción y de la interpretación de la situación.

• La reacción es primaria, impulsiva, se hace sin pensar, supone dejarse llevar por la inquietud, la frustración, el miedo... Puede manifestarse en agresividad, tensión y, a veces, violencia.
• La respuesta es secundaria. Implica una deliberación (¿qué pasa? ¿qué puedo hacer?), un planteamiento de alternativas y una decisión.

Para continuar profundizando, nos fijamos en el proceso: cómo se interpreta, se aborda y se trata el conflicto. Tenemos que distinguir:

• Las atribuciones que se hacen sobre las causas que lo originan.
• La reacción que provoca.
• Y el tratamiento que se le da.

Estos aspectos son los que lo tiñen de emociones, a menudo aflictivas. Precisamente las emociones aflictivas llevan a muchas personas a adoptar una actitud defensiva ante los conflictos. Distinguir entre el conflicto y su evolución, aceptarlo y adoptar ante él una actitud positiva, tomándolo como oportunidad de aprender, son las primeras condiciones para mejorar nuestras respuestas ante el conflicto. Se trata de elegir porque la realidad establece que hay varias alternativas y cada una tiene diferentes consecuencias. Algunas son constructivas y otras destructivas. Como el conflicto es inevitable, hay que aprender a convivir.

Componentes del Conflicto

• Los protagonistas.
• El problema.
• La relación.
• Las diferencias personales y culturales.
• Las percepciones.
• La posición.
• El interés.
• Las necesidades.
• Las opciones.
• Los sentimientos.
• Los valores y los principios relacionados con las creencias y el sentido de identidad.
• El poder.