Componentes Clave del Sistema Nervioso Central: Bulbo, Protuberancia, Pedúnculos, Reflejos y Sinapsis

Enviado por Chuletator online y clasificado en Biología

Escrito el en español con un tamaño de 6,08 KB

Bulbo Raquídeo: Centro Vital del Tronco Encefálico

El bulbo raquídeo, también conocido como médula oblonga, conecta la médula espinal con el istmo del encéfalo y el cerebelo. Se encuentra limitado superiormente por la protuberancia anular y, en su parte inferior, por la decusación de las pirámides. Posee una forma cilíndrica, ligeramente aplanada de adelante hacia atrás, y se ensancha a medida que asciende.

En su interior, el bulbo raquídeo alberga núcleos grises que actúan como centros vitales esenciales, regulando funciones autónomas fundamentales como la respiración, los latidos cardíacos y la presión arterial. Además, contiene otros centros nerviosos que controlan actividades reflejas importantes como la tos, el estornudo y el vómito, protegiendo así el organismo.

Protuberancia Anular (Puente de Varolio): Conexión Encefálica Clave

La protuberancia anular, también conocida como puente de Varolio, es una eminencia de color blanco y forma cuadrilátera que se sitúa en la parte central del plano inferior del tronco encefálico. Es importante destacar que no es un órgano completamente homogéneo, y se puede dividir en dos zonas principales:

  • Zona anterior: Más compacta, densa y de coloración más blanca.
  • Zona posterior: Más blanda y de coloración menos blanca.

Funciona como un puente vital que comunica la médula espinal y el bulbo raquídeo con las partes superiores del encéfalo. Además, contiene centros nerviosos que contribuyen a la regulación de la respiración y núcleos que transmiten impulsos desde el cerebro hacia el cerebelo, facilitando la coordinación motora.

Pedúnculos Cerebrales: Vías de Conexión del Mesencéfalo

Los pedúnculos cerebrales (es importante no confundirlos con los pedúnculos cerebelosos) son dos masas o cordones nerviosos de sustancia blanca, de forma cilíndrica. Están separados entre sí por la fosa interpeduncular, también conocida como espacio perforado posterior.

Se localizan en la parte superior del tronco encefálico, justo por encima de la protuberancia anular, y se extienden hacia los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho. Su función primordial es conectar y comunicar el mesencéfalo con el cerebro, desempeñando un papel crucial en el control reflejo de los movimientos oculares y en la coordinación de estos movimientos con la posición de la cabeza y el cuello.

Acto Reflejo: Respuesta Involuntaria del Sistema Nervioso

Los actos reflejos son respuestas involuntarias y rápidas del organismo ante un estímulo específico. Requieren la presencia de un receptor sensorial (como los de la piel) que capta el estímulo. Los impulsos nerviosos generados en el receptor son transmitidos por una neurona sensitiva hasta la neurona de asociación, ubicada en la sustancia gris de la médula espinal.

Esta neurona de asociación procesa el estímulo y genera una respuesta, la cual es enviada a través de una neurona motora hacia el órgano efector (por ejemplo, un músculo o una glándula). El circuito nervioso completo que permite esta respuesta se denomina arco reflejo.

Muchos actos reflejos tienen como propósito principal proteger al organismo de situaciones de peligro. Ejemplos comunes de actos reflejos incluyen:

  • Toser
  • Estornudar
  • Respirar (control involuntario)
  • Lagrimear
  • Dilatar la pupila

Actos Reflejos Incondicionados

Los actos reflejos incondicionados son aquellos que se manifiestan desde el momento del nacimiento, es decir, son congénitos. Son respuestas innatas y no aprendidas, fundamentales para la supervivencia. Ejemplos de estos reflejos en un recién nacido incluyen mamar, llorar y defecar.

Sinapsis: Comunicación Neuronal Esencial

La sinapsis es el proceso fundamental de comunicación entre neuronas. Es importante destacar que esta comunicación no se produce por contacto físico directo entre las células, sino a través de la liberación y recepción de neurotransmisores.

Los neurotransmisores son sustancias químicas que se liberan desde el terminal presináptico (generalmente el axón de una neurona) y atraviesan el espacio sináptico para unirse a receptores específicos en la neurona postsináptica (normalmente en sus dendritas o cuerpo celular), transmitiendo así la señal nerviosa.

Médula Espinal: Eje Central del Sistema Nervioso

La médula espinal es una prolongación del encéfalo, presentando la forma de un largo tallo cilíndrico, ligeramente aplanado en sentido anteroposterior. Se localiza dentro del canal vertebral, extendiéndose desde la primera vértebra cervical hasta la primera lumbar.

Este cordón blanquecino está separado de la parte ósea del conducto vertebral por las meninges que la envuelven, las cuales contienen el líquido cefalorraquídeo. Además, está protegida por tejido graso y una red de vasos sanguíneos.

La médula espinal es crucial para la transmisión de impulsos nerviosos. Conecta el encéfalo con el resto del cuerpo a través de treinta y un pares de nervios raquídeos, desempeñando dos funciones básicas:

  • Función aferente: Transporta sensaciones (como tacto, dolor, temperatura) desde el tronco, cuello y las cuatro extremidades hacia el cerebro.
  • Función eferente: Transmite las órdenes motoras del cerebro hacia los órganos efectores (músculos y glándulas) en el tronco, cuello y miembros, permitiendo la realización de acciones específicas.

Entre sus funciones adicionales, la médula espinal controla movimientos inmediatos y vegetativos, incluyendo el acto reflejo, y participa en la regulación del sistema nervioso autónomo (simpático y parasimpático).

Entradas relacionadas: