Complementos Argumentales del Nombre: Nominalizaciones y Relaciones

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Complementos Argumentales del Nombre

Los complementos argumentales son modificadores seleccionados por el núcleo. Se distinguen por lo menos dos tipos de nombres que, por motivos diferentes, requieren argumentos: las nominalizaciones y los nombres con significado de relación.

Nominalizaciones

Son sustantivos derivados de verbos o adjetivos que heredan ciertas propiedades sintácticas de su base, entre ellas sus argumentos. De este modo, en “la donación de Inés de un lote de libros a la biblioteca”, el sustantivo “donación” hereda los argumentos de la base verbal “donar” (“Inés donó un lote de libros a la biblioteca”), en forma de complementos. Los grupos sintácticos introducidos por la preposición “de” representan, respectivamente, el complemento subjetivo, que está relacionado con el sujeto del verbo que aporta la base (“Inés”), y el complemento objeto, vinculado con el objeto directo (“un lote de libros”).

A partir de los verbos que se construyen con complementos de régimen, se forman nombres que heredan el mismo tipo de modificador. Tales sustantivos requieren un complemento de régimen introducido por la misma preposición (carecer (de) - carencia (de) / acceder (a) - acceso (a)).

Los sustantivos deverbales que se construyen con argumentos se dividen en cuatro grupos:

  • De acción: Son nombres que designan una actividad (acoso, explicación…). Heredan con facilidad los argumentos del verbo del que proceden. En “la rendición de los rebeldes”, el segmento subrayado denota el agente, y en “la conclusión de los trabajos”, el paciente (los trabajos fueron concluidos). A veces, ambas interpretaciones son posibles: en “la elección del delegado” puede entenderse que cierto delegado elige algo, pero también que es elegido por alguien.
  • De efecto: Denotan el resultado de la acción verbal. El complemento con “de” suele identificarse con el agente: “el escrito de los huelguistas” (donde se entiende que los huelguistas escriben algo). Muchas nominalizaciones pueden ser de acción (“La construcción duró un año”) o de efecto (“La construcción es sólida”).
  • De agente: Denotan al individuo que realiza la acción expresada por la base léxica, como en “el comprador” (“el que compra”). Pueden ir acompañados del “paciente”, que se expresa a través de un complemento con “de” o de un posesivo (“el comprador del cuadro”).
  • A partir de adjetivos se forman nombres de cualidad que expresan propiedades. Sus complementos argumentales identifican los seres de los que se predican tales propiedades: “La amabilidad del anfitrión”.

Nombres de Relación y de Sentimiento

Algunos nombres expresan significado de relación. Se trata de nociones que establecen un vínculo con alguien o con algo, que se expresa mediante un complemento argumental. Así, no puede concebirse la noción expresada por el sustantivo “sobrino” sin pensar en otra persona con la que se establecerá relación de parentesco. El grupo nominal que designa a esta persona se considera un argumento del sustantivo: “El sobrino de Javier”. Entre los nombres relacionales se hallan los parentescos (cuñado), los de representación (cuadro), los que denotan relaciones sociales (amigo) y los que expresan relaciones parte-todo (cabeza). Ciertos sustantivos que expresan afección, así como determinados movimientos de ánimo y otras nociones psíquicas, admiten argumentos asimilables a los complementos de régimen. Denota el ser sobre el que se proyecta dicho sentimiento (“el miedo al fracaso”).

Fernández Ramírez estableció, para explicar el funcionamiento de los complementos nominales en español, la distinción entre nombres relativos y no relativos. Habla expresamente del régimen de los nombres que derivan de verbos y se refiere también a la selección de determinados complementos en virtud del significado léxico del término regente.

Puesto que la derivación morfológica mantiene la base sustancial del significado, los nombres derivados de predicados, sean verbos o adjetivos, suelen heredar de éstos al menos una parte de la estructura argumental.

La propiedad de tener estructura argumental depende decisivamente del significado léxico de cada palabra, de modo que es perfectamente posible que existan nombres que tengan argumentos aunque no estén morfológicamente relacionados con verbos o adjetivos; estos pueden llamarse argumentales inherentes. Cumplen también las dos condiciones básicas que nos permiten considerarlos argumentos: el núcleo los selecciona semántica y categorialmente; el núcleo les impone una interpretación determinada.

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