Comentario de canciones a guiomar Antonio Machado
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El recuerdo y el sueño: del mismo modo que el paisaje, se nos presenta como un tema-puente por el que llegar a otros núcleos de interés de una mayor amplitud universal, al igual ocurre con el sueño que en Machado es un vehículo para la introspección y que se confunde a veces con el recuerdo. Muchas veces para comunicar con sus palabras sus sensaciones ha de recurrir al sueño, que es la única forma posible de conocimiento > una de las vías más directas para penetrar en el mundo interior. La memoria al examinar el pasado, lo recrea y se deja llevar por la ensoñación. El sueño es la única manera de entrar y mirar el interior del alma. También es el único modo de mirar lo que está más allá de lo palpable. El recuerdo y el sueño son, en definitiva, modos de acceder a las profundidades del alma. La mezcla de memoria y sueño es próxima a la nostalgia de un pasado mejor, y se corresponde con la convicción de que los pueblos y las personas deben avanzar hacia el futuro reconstruyendo y recreando en la memoria del pasado. El pasado no está petrificado, hay que buscar en él facetas que nos ayuden a iluminar el presente. Para Machado estos dos términos son muchas veces equivalentes, ya que normalmente se refieren al soñar despierto con la propia vida. A partir de Campos de Castilla, el sueño no sólo emana del hombre, sino de las cosas: sueña la naturaleza, los elementos que la conforman…
El amor: es uno de los temas clave. El amor en Machado tiende más hacia un ideal inalcanzable más centrado en el sentimiento personal que en los sentimientos compartidos. Utilizando tópicos ROMánticos muestra el amor como un ideal. Esta idea es debida a su carácter > temperamento retraído. En su obra encontramos casi siempre un amor remoto, la nostalgia del amor perdido o imposible de alcanzar. Este idealismo mezclado con la melancolía está presente en los poemas a Guiomar. A lo largo de toda la obra se intuye el deseo de Machado de amar y ser amado, es una constante. Los poemas referidos a las dos pasiones de su vida ocupan un lugar más importante en su producción: su esposa Leonor, cuya muerte provocaría los más doloridos acentos del poeta, y el amor otoñal de Guiomar. En definitiva, el amor es para Machado un sentimiento ennoblecedor que dignifica al amante que comprende mejor la belleza del mundo y rescata las cosas del olvido, del tiempo y la muerte.
Tema autobiográfico: en numerosos poemas evoca Machado su infancia, juventud, amores, e incluso sus experiencias de la vida cotidiana. Pero no sólo aparece la biografía externa, sino la espiritual. Por eso, su poesía puede considerarse como un diario de su alma. En muchos poemas de Soledades y de
Nuevas Canciones y otros poemas de su última etapa evoca su infancia y ambiente familiar, tema que desaparece en Campos de Castilla.El paisaje: hay 3 visiones distintas de concebir el paisaje:
Visión objetiva, describe un árbol tal y como es
Se nos presenta el paisaje como símbolo del pasado histórico de Castilla
Los elementos del paisaje castellano se transforman en un símbolo de realidades íntimas. El paisaje aparece aquí como reflejo del mundo interior del poeta. El paisaje se transfigura en espejo que refleja los estados del alma del poeta. En este paisaje el poeta proyecta su subjetividad; el paisaje se identifica con el poeta.
España: Machado da en su obra un “paso del yo al nosotros”, dado que el Duero aparece como un camino hacia la mar, pero con un contenido más social que existencial, ya que muchos españoles están emigrando a América, huyendo de la pobreza de España. No hay que olvidar que Machado pertenecíó a una época (finales del XIX y principios del XX) que sufríó agudamente los problemas de España (incultura, pérdida del Imperio tras los desastres militares del 98, degradación de la política, falsa y superficial religiosidad de los españoles, lucha de clases… > Las dos Españas. Todos estos temas aparecen en forma de poemas. También hay poemas que son elogios a personajes importantes y pueden servir de esperanza y ejemplo de una nueva España. España es vista en clave castellana, y Castilla, en clave soriana. Pasa de una visión regeneracionista (se nos presenta una España negra, oscura, andrajosa; en estos poemas vemos locos, asesinos, parricidas…) en la primera edición de Campos de Castilla a una visión populista (aparecen las dos Españas: la popular, castiza, alegre, trabajadora, llena de valores; y la perezosa y cínica de los señoritos) en la edición de 1917.