Tiempo, Coherencia y Lenguaje en 'La Casa de Bernarda Alba'

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Con respecto al tiempo, este viene marcado en la estructuración en tres actos de la obra. Cada uno representa las distintas estaciones del día. Aunque no está claro el tiempo transcurrido en la acción del drama (la obra abarca apenas unos días de luto tras la muerte y velatorio del segundo esposo de Bernarda), sí se resaltan las distintas horas a través de recursos sonoros como el repique de campanas. Observamos en este fragmento que la acción transcurre en apenas unos minutos: enfrentamiento, disparo, huidas, suicidio, descubrimiento del cadáver y la orden de silencio. Destacamos en este aspecto, la presencia de un flash forward en la última intervención de Bernarda, puesto que ante los ojos del lector se suceden nuevos años de silencio, luto y represión (de alguna manera, se nos cuenta cómo continuará la vida de estas hermanas mientras Bernarda viva).

Como en todo texto, hay adecuación, coherencia y cohesión. García Lorca adecúa el mensaje a sus finalidades estéticas: sugerir diferentes interpretaciones y emocionar con la obra. Al mismo tiempo, posee un sentido unitario y todos sus elementos están íntimamente vinculados (coherencia y cohesión). Aspectos que contribuyen a la coherencia son el tema abordado, la estructura de los contenidos, el lenguaje empleado y nuestro propio conocimiento del mundo. A la hora de abordar los elementos de cohesión textual, debemos atender a los tres principales campos lingüísticos.

Análisis Semántico

Semánticamente sobresalen campos semánticos como el de la “libertad” y el de la “autoridad”, íntimamente vinculados, y que constituyen dos ideas opuestas a lo largo de todo el texto (y de la obra) con hipónimos como “Adela, Bernarda, bastón, disparo, presidio, dominadora, suicidio…”. De estos campos semánticos derivan las ideas antonímicas del texto: Bernarda y Adela o, lo que es lo mismo, autoridad-encierro y rebeldía-libertad. En cuanto al uso del lenguaje, destaca el uso artístico del mismo, elaborado a conciencia para deleitarnos, lo que justifica el predominio de la función poética y de la connotación (sirvan de ejemplos los recursos literarios comentados al hablar de la función poética y la antítesis entre Bernarda y Adela).

Análisis Morfosintáctico

Morfosintácticamente merece ser comentado el uso de imperativo verbal, rasgo que se justifica en el carácter de Bernarda Alba (“entérate, ve, quietas, déjala, abre, descolgarla, llevadla, silencio...”). Hay ejemplos de elipsis en distintos momentos del texto; esta se observa en el uso de las exclamaciones. Por ejemplo, nada más comenzar el texto leemos: “Quietas, quietas” (en sentido profundo falta el verbo: “esténse quietas”), “¡La escopeta!” (encierra el significado de “tráeme la escopeta”), o “¡Abre!” (se elimina el CD “la puerta”). La sustitución sinonímica aparece en “bastón y vara”, y la pronominal cuando Adela dice a Angustias: “Entérate tú y ve al corral a decírselo. Él dominará toda esta casa”. En este ejemplo aparecen tres sustituciones anafóricas. En primer lugar, “tú” sustituye a Angustias. Posteriormente “lo” sustituye lo que Angustias tiene que decirle a Pepe (que Adela es su mujer) y, finalmente, “Él” sustituye a Pepe el Romano. Desde el punto de vista de la finalidad cobran protagonismo las oraciones enunciativas afirmativas, aunque abundan las exclamativas y las interrogativas directas (vinculadas a la función emotiva y a la apelativa, ya comentadas). Oraciones compuestas coordinadas y subordinadas evidencian el uso de una sintaxis compleja. Así, subrayamos el uso de coordinadas copulativas como “Entérate tú y ve al corral a decírselo”, y de subordinadas sustantivas y adjetivas como en: “No creas tú que los muros defienden de la vergüenza”, ejemplo de subordinada sustantiva de CD (tú no lo creas), y adjetivas como “Aparece Amelia por el fondo, que mira aterrada (…)”, en la que el “que” cumple la función de sujeto (“Amelia mira aterrada”).

Cohesión Textual

Ya en el plano textual, comentamos el uso de conectores que proporcionan al discurso cohesión interna y favorecen la progresión temática. Algunos ejemplos son los siguientes: “que, y, pero, dónde, aunque…”

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