El Clima y el Tiempo en España: Factores y Elementos

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El Clima y el Tiempo en España

Introducción

España posee una gran diversidad de tiempo atmosférico y de climas. El tiempo atmosférico es el estado de la atmósfera sobre un lugar en un momento determinado, por lo que hay una gran variabilidad. El clima es el estado medio de la atmósfera sobre un lugar. Sin embargo, tiene rasgos más estables que el tiempo, y se determina estudiando la sucesión habitual de tipos de tiempo sobre un lugar a lo largo del año y calculando estadísticamente valores medios. Esta variedad meteorológica y climática es el resultado de numerosos factores y elementos que inciden sobre el estado de la atmósfera.

Factores del Clima

Los factores son las variables que ejercen una influencia permanente e inalterable sobre el clima. Pueden agruparse en dos grandes conjuntos: factores geográficos y factores termodinámicos.

Factores Geográficos

Los factores geográficos son cuatro:

  • La latitud
  • La situación
  • La influencia del mar
  • El relieve

La latitud de España, en la zona templada del hemisferio norte, determina que la perpendicularidad con la que recibe los rayos solares varíe a lo largo del año, provocando la existencia de dos estaciones bien marcadas (verano e invierno), separadas por dos de transición (primavera y otoño). En Canarias, por su latitud subtropical, próxima al trópico de Cáncer, los contrastes entre estaciones son menos notorios.

La situación de la Península, entre dos grandes masas de agua de características térmicas distintas (el océano Atlántico y el mar Mediterráneo) y entre dos continentes (Europa y África), la convierte en lugar de encrucijada de diferentes masas de aire. Baleares y Canarias reciben también influencias atmosféricas variadas debido a su insularidad y a la proximidad a las costas africanas.

La influencia del mar es escasa en la Península debido a su gran anchura, a sus costas poco recortadas y a la existencia de relieves montañosos paralelos a la costa. Este hecho establece claras diferencias climáticas entre una estrecha periferia abierta al mar, y un ancho núcleo de tierras interiores caracterizado por la continentalidad o ausencia de influencia marina. En cambio, en ambos archipiélagos, el influjo del mar es decisivo.

El relieve influye en el clima por su altitud, por su disposición y por su orientación.

  • La altitud hace disminuir la temperatura unos 0,5°C/0,6°C por cada 100 metros de ascenso y aumenta las precipitaciones al enfriarse y condensarse el aire.
  • La disposición del relieve tiene variadas repercusiones. Facilita o dificulta la penetración de la influencia marina. En la Península, la existencia de sistemas montañosos paralelos a la costa frena la influencia del mar, que solo entra con claridad por el valle del Guadalquivir. Hace más sencilla o más complicada la penetración de determinadas masas de aire. En la Península, la posición oeste-este de la mayoría de los relieves montañosos (excepto el sistema Ibérico y las cordilleras Costera-Catalana y Subbética) dificulta la entrada de las masas de aire procedentes del norte o del sur. En cambio, favorece la penetración de las masas de aire del oeste; aunque el carácter macizo de la Península hace que al internarse en el interior pierdan gran parte de su humedad y extremen su temperatura. También, reduce las precipitaciones en las cuencas encerradas por montañas. Es el caso de las cuencas del Duero y del Ebro, donde las masas de aire descargan su humedad en los sistemas montañosos que las bordean.
  • La orientación de las vertientes montañosas respecto al viento dominante crea precipitaciones orográficas y efecto Föehn. Así, en las laderas de barlovento expuestas al ascenso del aire, se originan precipitaciones orográficas, o estancamiento de nubes que ocasionan precipitaciones “horizontales”. En cambio, en las laderas de sotavento por las que desciende el aire reseco se produce recalentamiento y sequedad atmosférica (efecto Föehn). Este efecto es muy notorio en las Islas Canarias con relieve montañoso. Además, la orientación origina contrastes climáticos locales entre las solanas o vertientes orientadas al sol y las umbrías orientadas al norte, casi siempre en sombra, que son más frías y húmedas.

Factores Termodinámicos

Los factores termodinámicos del clima son los responsables de la circulación atmosférica o sucesión de masas de aire, que determina los distintos tipos de tiempo atmosférico y de clima. La circulación atmosférica está regida en altura por la corriente en chorro, y en superficie, por los centros de acción, las masas de aire y las frentes.

Circulación Atmosférica en Altura: La Corriente en Chorro

En la zona templada donde se sitúa España, la circulación atmosférica en altura está dirigida por la corriente en chorro o jet stream. Se trata de una fuerte corriente de viento, de estructura tubular, que circula en dirección oeste-este entre los nueve y los once kilómetros de altitud, en la diferencia de altura existente entre la tropopausa polar y la tropical. El chorro separa las bajas presiones existentes en altura sobre el polo (que quedan a la izquierda de su trayectoria), de las altas presiones subtropicales, situadas a su derecha.

La corriente en chorro es la responsable del tiempo en superficie. Esta depende de las variaciones que experimenta la velocidad de la corriente y de sus desplazamientos estacionales.

  • La velocidad de la corriente es variable. Cuando circula rápido, a más de 150 km/h, tiene un trazado casi zonal (oeste-este), con suaves ondulaciones, que corresponde en superficie con la frente polar y sus borrascas. Pero cuando su velocidad disminuye, describe profundas ondulaciones: crestas o dorsales que originan altas presiones y valles o cavidades que generan bajas presiones. Ambas se reflejan en superficie y dan lugar a anticiclones y borrascas dinámicos.
  • Las ondulaciones, que pueden llegar a desprenderse del chorro principal, le permiten al aire tropical desplazarse hacia el norte y al aire polar penetrar muy al sur, lo que le confiere gran variabilidad al tiempo de la zona templada.
  • Los desplazamientos estacionales del chorro en latitud determinan que en invierno, cuando circula más al sur, afecte el conjunto de España. En cambio, en verano se traslada hacia el norte y suele incidir solo en la franja cantábrica peninsular.
Circulación Atmosférica en Superficie: Centros de Acción, Masas de Aire y Frentes

La circulación atmosférica en superficie está dirigida por los centros de acción, por las masas de aire y por las frentes.

Los centros de acción son áreas de altas y bajas presiones. La presión atmosférica es el peso del aire sobre una unidad de superficie. Se mide en milibares (mb) o en hectopascales (hPa) con el barómetro, y se representa en los mapas del tiempo mediante isobaras o líneas que unen puntos con la misma presión. En estos mapas, las isobaras van de 4 en 4 mb y suele redondearse la presión normal a 1016 mb.

Los tipos de centros de acción son los anticiclones y las borrascas.

  • Los anticiclones son áreas de altas presiones (más de 1016 mb) rodeadas por otras de presión más bajas. El viento gira alrededor de ellos en el sentido de las agujas del reloj y producen tiempo estable.
  • Las borrascas, depresiones y ciclones son áreas de bajas presiones (menos de 1016 mb) rodeadas de otras de presión más alta. El viento gira alrededor de ellas en sentido contrario a las agujas del reloj y producen tiempo inestable, frecuentemente lluvioso.

La origen de los centros de acción puede ser térmica o dinámica.

  • Los centros de acción térmicos se originan por el enfriamiento o calentamiento del aire. Un anticiclón térmico se forma cuando una masa de aire se enfría: pesa más, desciende y ejerce una alta presión. Una baja térmica se forma cuando el aire se calienta: pesa menos, se eleva y ejerce una baja presión.
  • Los centros de acción dinámicos se forman a partir de las crestas y los cavidades de la corriente en chorro, que se reflejan en superficie: las crestas crean anticiclones y los cavidades generan borrascas.

Los principales centros de acción que dirigen la circulación atmosférica sobre la Península son los siguientes:

  • Centros de acción anticiclónicos:
    • El anticiclón de las Azores, que en verano se desplaza hacia el norte y en invierno hacia el sur.
    • Los anticiclones polares atlánticos, el anticiclón escandinavo y los anticiclones térmicos del continente europeo y del interior de la Península, formados por el enfriamiento del suelo en invierno.
  • Centros de acción depresionarios:
    • La depresión de Islandia, la depresión del golfo de Génova, formada cuando masas de aire frío continental europeo llegan al Mediterráneo, más cálido y húmedo.
    • Las depresiones térmicas del norte de África y del interior peninsular formadas por el calentamiento del suelo en verano.

Las masas de aire son porciones de aire con unas características concretas de temperatura, humedad y presión. Estas características las adquieren en sus regiones de origen o regiones manantiales. España, debido a su latitud, recibe masas de aire frías árticas (A) o polares (P) y masas de aire cálidas tropicales (T). Las tres, dependiendo de la superficie sobre la que se originan, pueden ser marítimas húmedas o continentales secas. Estas características originales pueden modificarse si las masas de aire recorren grandes distancias.

Las frentes son superficies que separan dos masas de aire de características distintas. Por lo tanto, a ambos lados de una frente se produce un cambio brusco de las propiedades del aire. En España, la frente más importante es la frente polar, que separa las masas de aire tropical y polar. Sus ondulaciones originan borrascas de dos frentes, que provocan precipitaciones.

  • En primer lugar están las frentes frías, donde una masa de aire frío, procedente del norte, avanza sobre una masa de aire cálido procedente del sur. El aire cálido es menos denso y se ve obligado a ascender rápidamente sobre la masa de aire frío, condensándose en ese ascenso rápido el vapor de agua. Provoca precipitaciones de corta duración pero que pueden llegar a ser intensas.
  • En segundo lugar están las frentes cálidas, en las que una masa de aire cálido, procedente del sur, avanza sobre una masa de aire frío. Produce precipitaciones de larga duración pero más débiles.
  • Por último están las frentes ocluidas, que tienen lugar cuando una frente fría ha alcanzado a una frente cálida (más veloz la frente fría). Quedan en superficie dos masas de aire frío (de distintas características) y en altura una masa de aire cálido.

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