Las Claves de la Revolución Francesa: Causas, Desarrollo y Consecuencias

La Revolución Francesa: Un Periodo de Transformación

La Revolución Francesa fue un periodo lleno de violencia, enfrentamientos, guerra y sufrimientos. Los revolucionarios estaban de acuerdo con lo que querían destruir, pero no en qué construir. Este movimiento marcó el fin de una era y el inicio de profundos cambios sociales, políticos y económicos en Europa.

Causas Profundas de la Revolución Francesa

El objetivo principal era acabar con las estructuras del sistema del Antiguo Régimen. La burguesía, una clase social en ascenso, aspiraba a:

• Acceder al poder político.
• Obtener libertad económica para sus negocios.
• Lograr la igualdad de todos ante la ley.
• Conseguir que toda la sociedad pagara impuestos, eliminando los privilegios fiscales de la nobleza y el clero.

La nobleza, aferrada a sus privilegios, no estaba dispuesta a negociar las peticiones de los burgueses. Ante esta negativa, la burguesía tuvo que aliarse con las masas populares del Tercer Estado. Esta alianza dio lugar a una revolución burguesa y popular que estableció una nueva sociedad, un sistema político liberal y la implantación del capitalismo como sistema económico dominante.

Causas Inmediatas que Desencadenaron la Revolución

Varias crisis convergieron para precipitar el estallido revolucionario:

• Crisis económica: Malas cosechas provocaron hambre en las clases populares urbanas y campesinas.
• Crisis industrial: El cierre de talleres y el aumento del paro agravaron la situación social.
• Crisis financiera: Una situación de déficit insostenible, ya que la aristocracia no pagaba impuestos y el Tercer Estado cargaba con todos los tributos.

Ante la grave crisis financiera, Luis XVI convocó a los Estados Generales para intentar que los privilegiados pagaran impuestos. Sin embargo, se reunieron cada uno de los estamentos por separado y emitieron un voto por estamento, lo que perpetuaba la desigualdad.

Fases Clave de la Revolución Francesa

El Estallido de la Revolución (1789)

La convocatoria de los Estados Generales por Luis XVI en 1789 fue el detonante. Esta asamblea, que reunía a representantes de los tres estamentos, no se había convocado desde 1640, una consecuencia directa del absolutismo monárquico. Ante la grave crisis económica y financiera de Francia, el rey propuso a los privilegiados que pagaran impuestos. Su negativa llevó a una crisis política que culminó con la convocatoria de los Estados Generales para "abrir la caja de truenos".

Se produjo una intensa agitación política. Cada estamento eligió a su representante y elaboró los Cuadernos de Quejas (Cahiers de Doléances), donde exponía sus peticiones al rey, mostrando el descontento con la monarquía. El Tercer Estado, por su parte, elaboró una Constitución basada en la soberanía nacional y las libertades políticas.

El 5 de mayo de 1789 se abrieron los Estados Generales en Versalles. Cada estamento tenía un voto único, lo que significaba que la nobleza y el clero sumaban dos votos contra uno del Tercer Estado. Los no privilegiados, que representaban a la mayoría de la población, pidieron que no se votara por estamentos, sino por diputados de cada estamento. Rey y privilegiados negaron esta petición y suspendieron las sesiones de los Estados Generales.

Como respuesta, los representantes del Tercer Estado realizaron el famoso Juramento del Juego de Pelota: constituyeron una Asamblea Nacional y juraron no abandonar el lugar hasta redactar una Constitución que estableciera un nuevo poder político, económico y social.

El 14 de julio de 1789, el pueblo de París asaltó la Bastilla, una prisión y fortaleza de armas, símbolo del absolutismo. Este acto marcó el inicio de la revolución popular. Se formó el ayuntamiento revolucionario y se organizó la Guardia Nacional para defender la revolución. Finalmente, se elaboró una Constitución aprobada en 1791, que estableció:

• Una monarquía constitucional.
• La separación de poderes.
• El sufragio censitario, permitiendo votar solo a los hombres con cierto nivel de riqueza.

Esta Constitución fue redactada principalmente por los burgueses, reflejando sus intereses.

La Radicalización de la Revolución (1792 en adelante)

Los antiguos privilegiados no estaban dispuestos a perder sus prerrogativas y, junto con el rey, conspiraban para conseguir una intervención de las potencias absolutistas europeas. La familia real intentó fugarse de Francia, pero fueron descubiertos y detenidos en Varennes, lo que aumentó la desconfianza del pueblo hacia la monarquía.

Los revolucionarios se dividieron en facciones:

• Monárquicos liberales y burguesía propietaria (constitucionalistas): Consideraban que con las reformas ya alcanzadas habían logrado sus objetivos.
• Radicales: Pretendían una mayor democratización y reformas económicas más profundas.

En la Asamblea Legislativa, la izquierda estaba formada por los girondinos, jacobinos (liderados por figuras como Robespierre) y cordeliers. La derecha estaba compuesta por moderados o constitucionalistas. Sin embargo, las clases populares no se sentían representadas en la Asamblea Legislativa, ya que no habían podido votar en las elecciones y se sentían utilizadas y abandonadas por la asamblea.

En abril de 1792, la Asamblea declaró la guerra a Austria y a todas las potencias absolutistas, marcando el inicio de un periodo de conflictos externos que influirían profundamente en el curso de la Revolución.