Claves de *El álbum familiar*: Individuo, Memoria y Madurez en la Obra de Alonso de Santos
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Contexto
Antonio Buero Vallejo se inscribe en el realismo, posicionándose en contra de la evasión de la realidad que caracterizó a cierto teatro de posguerra.
En esta época, comienzan a popularizarse los teatros íntimos, pequeños espacios escénicos, a menudo montados en casas particulares, donde se representaban obras de autores como, por ejemplo, Maurice Maeterlinck, con su teatro simbolista.
Buero Vallejo y Alfonso Sastre representan dos posturas divergentes frente al teatro y la censura franquista. Mientras Sastre se niega a someter sus obras al dictamen de los censores, Buero aprende a escribir esquivando la censura como puede, utilizando el posibilismo.
Posteriormente, surge el teatro contemporáneo que desemboca en el teatro en democracia, del cual El álbum familiar es un exponente. Esta obra se sitúa después de 1978, con la democracia ya instaurada en España.
Justo después de la muerte de Franco, José Luis Alonso de Santos estrena sus obras, erigiéndose como pionero en este nuevo género y convirtiéndose en uno de sus autores más importantes.
Cuando Alonso de Santos comienza a escribir El álbum familiar, su obra anterior, La estanquera de Vallecas, que destacaba por una estructura considerada perfecta, estaba de gira. A partir de El álbum familiar, el autor se adentra en el mundo de la memoria y experimenta un cambio en su estilo.
Tema
La obra dramatiza el tránsito del joven hacia la madurez. Solo él tomará un tren, un tren que, en realidad, toda la familia anhela, pero que únicamente él puede abordar.
El autor se sumerge en la anagnórisis (reconocimiento o descubrimiento) del protagonista, el 'yo' en primera persona. El protagonista debe "desnudarse" emocionalmente, encontrarse a sí mismo. Para ello, el estilo y la forma de narrar se desarrollan de manera simultánea a la historia, presentándose de forma fragmentada o "desgranada".
Se trata de un joven que debe vivir la madurez, transitar ese proceso. En este camino, dos fuerzas se oponen constantemente:
- El tren: simboliza todo lo nuevo, la libertad, la partida y el abandono de lo antiguo.
- El álbum familiar: representa todo lo que se deja atrás, el legado y las raíces.
También podemos observar fuerzas contrarias en las figuras del maestro y el practicante, que encarnan diferentes perspectivas o influencias.
Una vez que el protagonista se lleva el álbum familiar, el adolescente ha comenzado su rito de paso, su ritual para alcanzar una nueva etapa vital. Este acto evoca las ceremonias de transición presentes en diversas tribus y entornos sociales a lo largo de la historia, costumbres que marcan los cambios y el paso entre etapas de la vida.
Conflicto
El conflicto central de la obra radica en estas dos fuerzas en continua contraposición: el anhelo de futuro y el peso del pasado. Estas fuerzas no solo simbolizan el proceso de maduración individual, sino que también expresan la tensión de una generación enfrentada al cambio. El precio de este cambio es alto e incluye:
- La represión y la persecución (metaforizada en "correr ante los grises", en alusión a la policía franquista).
- La amenaza de la pena de muerte, una realidad de la época.
La obra parte del dolor por la destrucción de su casa, de su mundo. A partir de este trauma inicial, la trama se precipita hacia el viaje, tanto físico como interior.
Estructura
La estructura de El álbum familiar está guiada por el mundo de los pensamientos y la memoria del protagonista. Todo se genera en este universo interior, un espacio subjetivo que es mencionado varias veces en la obra como un sueño, una pesadilla o un recuerdo. Este mundo se reconstruye constantemente a medida que la memoria del protagonista va ganando precisión o, a veces, distorsionándose.
Esta naturaleza reconstructiva de la memoria puede llevar a interrogantes sobre la fiabilidad de los recuerdos, como la duda que podría surgir en la mente del espectador o lector: "¿La abuela no estaba muerta en ese entonces?".
José Luis Alonso de Santos se desliga de las formas teatrales más convencionales para emplear un mecanismo escénico propio. Con él, nos sumerge en un mundo donde no solo cuenta la historia en sí, sino también el modo en que esta es contada. Nos hace sumergirnos de lleno en la mente del protagonista, donde los demás personajes pueden ser vistos como simples herramientas o proyecciones que contribuyen al desarrollo del 'yo' central.
La configuración del personaje principal viene dada por su entorno social, un entorno del que tiene que salir para no ser un mero prototipo, para forjar su propia identidad. Debe dejar atrás a la familia y el afecto para conseguir su meta de autodescubrimiento y libertad.
Es destacable cómo el 'yo' se erige como protagonista absoluto de la obra. Además, un recurso distintivo es el acceso que se nos brinda a los pensamientos íntimos de los personajes a través de las acotaciones, lo que enriquece la introspección y la complejidad psicológica de la pieza.