Clasificación y Características de los Subgéneros Dramáticos: De la Tragedia Griega al Teatro del Siglo de Oro

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Los Subgéneros Dramáticos Mayores

Desde la Antigüedad griega, los dos principales géneros teatrales han sido la tragedia y la comedia, que se diferencian sobre todo por su final y por las características de sus personajes.

La Tragedia

La tragedia concluye siempre con la muerte de uno o varios personajes. Los personajes trágicos no son gente común, sino reyes, nobles o héroes: son seres superiores a nosotros, pero no tan distintos como para que no sintamos simpatía por ellos y lamentemos su triste final. Es habitual en las tragedias que el destino (el fatum) desempeñe un papel destacado: los protagonistas tratan de luchar contra la fatalidad que los persigue.

Representantes de la Tragedia

  • Tragedia Griega: Esquilo (La Orestíada), Sófocles (Edipo rey) y Eurípides (Medea).
  • Tragedia Romana: Séneca (Edipo).
  • Teatro Clásico Español: No abunda la tragedia pura en el teatro clásico del Siglo de Oro; entre las más conocidas destaca La Numancia, de Cervantes.

El Drama

Cuando los personajes son seres normales y no dioses o héroes, la obra suele recibir el nombre genérico de drama (ejemplo: La casa de Bernarda Alba). El DRAE define el drama como “obra de teatro o de cine en que prevalecen acciones y situaciones tensas y pasiones conflictivas”.

La Comedia

La comedia representa el polo opuesto a la tragedia: suele tener un comienzo conflictivo, caracterizado por la aparición de un problema que se supera a lo largo de la obra para alcanzar un final feliz. Los personajes de la comedia suelen ser gente del pueblo, personajes cotidianos no muy distintos de nosotros. La comedia busca nuestra complicidad a través de la risa. Una espléndida comedia de Lope de Vega es El perro del hortelano.

La Tragicomedia

Existe un tercer subgénero, la tragicomedia, que se caracteriza por hallarse a medio camino entre la comedia y la tragedia. Suelen ser tragicomedias aquellas obras de final desafortunado en las que aparecen elementos cómicos y personajes de distinta extracción social (ejemplo: La Celestina o Tragicomedia de Calisto y Melibea, como la llamó Fernando de Rojas).

El Teatro Menor y las Formas Breves

Junto a las obras teatrales de gran extensión ha existido siempre un teatro menor, de corta duración, cómico y a menudo costumbrista. Estas piezas breves solían representarse en los entreactos de las comedias, como distracción para el público que esperaba la reanudación de la obra principal. Destacan:

  • El Paso

    Pieza breve y cómica, popularizada por Lope de Rueda (Las aceitunas).

  • El Entremés

    Pieza en un solo acto, cómica y con personajes populares, siempre magistral en manos de Cervantes (El viejo celoso). Famosos son también los de los hermanos Álvarez Quintero (Ganas de reñir).

  • El Sainete

    Obra popular independiente, en uno o más actos, que alcanza sus mejores momentos con Ramón de la Cruz (Manolo, tragedia para reír y sainete para llorar) y Carlos Arniches (Don Quintín el amargao).

  • El Auto Sacramental

    Obra de tema religioso que cuenta con un solo acto en verso. Los personajes son alegóricos (la Muerte, el Pobre, el Rico, la Hermosura, el Mundo...). Este género vive su apogeo durante el siglo XVII, gracias, sobre todo, a Calderón de la Barca (El gran teatro del mundo). Se solían representar durante el día del Corpus. En el siglo XX algunos autores han escrito autos sacramentales desacralizados, como Alberti (El hombre deshabitado) y Miguel Hernández (Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras).

  • La Farsa

    Obra cómica, breve, y sin otra finalidad que la de hacer reír. Suele tener un marcado carácter satírico y se caracteriza por la exageración de las situaciones (por ejemplo, La zapatera prodigiosa, de García Lorca).

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