La Civilización Romana: De la Monarquía al Imperio y su Legado

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El Medio Natural de la Antigua Roma

Roma se asienta junto al río Tíber en la península itálica. Durante muchos siglos, dominó la cuenca del mar Mediterráneo, cuyos pueblos ribereños se convirtieron en provincias romanas; por esta razón, lo llamaron Mare Nostrum ("Nuestro Mar"). El territorio romano incluía, además, las grandes islas de Sicilia, Córcega y Cerdeña.

Su relieve es predominantemente montañoso, destacando las cordilleras de los Alpes al norte y los Apeninos, que recorren la península de norte a sur. La península itálica tiene una característica forma de bota. En el siglo VIII a.C., estaba habitada por diversos pueblos, entre los que destacaban los etruscos, los latinos y los griegos.

La Historia de Roma

La larga historia de Roma se divide tradicionalmente en tres grandes etapas políticas:

Monarquía (753 a.C. – 509 a.C.)

  • Según la leyenda, la ciudad fue fundada por los gemelos Rómulo y Remo.
  • Durante el siglo VIII a.C., los etruscos se asentaron en la región y ejercieron una gran influencia.
  • El sistema político de esta primera etapa fue la monarquía, con un rey como máxima autoridad.

República (509 a.C. – 27 a.C.)

En esta etapa, los ciudadanos elegían a sus gobernantes. El poder se organizaba en torno a tres instituciones principales:

  • Asambleas Populares (Comicios): Encargadas de votar las leyes y elegir a los magistrados.
  • Magistrados: Ocupaban los diferentes cargos públicos (cónsules, pretores, etc.) por un período de un año.
  • Senado: Compuesto por antiguos magistrados, era la institución más influyente. Se ocupaba de la política exterior, las finanzas y aspectos religiosos y judiciales. En la práctica, dirigía la República.

Expansión Territorial

Durante la República, Roma experimentó una gran expansión territorial, destacando hitos como:

  • Las Guerras Púnicas contra Cartago, que culminaron con la anexión de sus territorios como provincias romanas.
  • El dominio progresivo de la península ibérica y otras regiones del Mediterráneo.

Hacia el final de este período, el magistrado y general Julio César acumuló un poder inmenso, siendo nombrado dictador perpetuo con el consentimiento del Senado.

Imperio (27 a.C. – 476 d.C.)

Tras el asesinato de César, su hijo adoptivo, Octavio Augusto, fue nombrado emperador por el Senado, concentrando todos los poderes. Su gobierno marcó el inicio de:

  • La Pax Romana, un largo período de paz y prosperidad que se extendió por todo el Imperio.
  • La época de máxima extensión territorial de Roma.

En el siglo III d.C., se produjo una grave crisis política, económica y social que debilitó el Imperio. Para gestionar mejor el vasto territorio, el emperador Teodosio, en el año 395 d.C., lo dividió entre sus dos hijos:

  • Imperio romano de Occidente, con capital en Roma, para Honorio.
  • Imperio romano de Oriente, con capital en Constantinopla, para Arcadio.

Finalmente, el Imperio romano de Occidente cayó en el año 476 d.C. ante el avance de los pueblos bárbaros.

La Vida en las Ciudades Romanas

La ciudad romana se convirtió en el centro neurálgico del comercio, la cultura y la vida social, a donde llegaban productos de todos los rincones del mundo conocido.

La Economía

Agricultura

  • Desarrollaron nuevas y eficientes técnicas agrícolas, como el uso de abonos y la rotación de cultivos.
  • Mejoraron las herramientas, empleando útiles más eficaces como el arado con reja de hierro o la podadera.
  • La tierra se organizaba en pequeñas propiedades o en grandes latifundios llamados villas, donde trabajaban colonos y esclavos.

Artesanía

  • La producción artesanal se localizaba principalmente en las ciudades.
  • Se producían tejidos, metales, armas, joyas y cerámica de gran calidad.
  • Las industrias alimentarias elaboraban productos como aceite, vino, pan y salazones.

El Comercio

  • Roma desarrolló un intenso comercio que conectaba todo el Imperio.
  • Desde las provincias se importaban materias primas y productos exóticos, abarcando desde el norte de Europa hasta Asia, pasando por África.
  • El transporte se realizaba por dos vías principales: por mar, con rutas marítimas muy florecientes, y por tierra, a través de una extraordinaria red de calzadas que unía todo el territorio.

La Sociedad

La sociedad romana era profundamente desigual y se dividía principalmente entre hombres libres y esclavos.

Hombres Libres

  • Patricios: Eran la minoría de la población, pero poseían todos los derechos políticos y la mayor parte de los recursos económicos. Pertenecían a las familias más antiguas y poderosas.
  • Plebeyos: Constituían la mayoría de la población. Inicialmente, no participaban en la política, pero tras numerosas luchas durante la República, consiguieron importantes derechos, como la figura de los Tribunos de la Plebe para defender sus intereses.

Esclavos

  • No eran considerados personas, sino objetos (res) que se podían comprar y vender.
  • Fueron la base económica del Imperio, constituyendo la principal mano de obra en la agricultura, la minería y los servicios domésticos.
  • Algunos amos liberaban a sus esclavos, convirtiéndolos en libertos, quienes adquirían la ciudadanía pero con ciertas limitaciones.

El Urbanismo

Las ciudades romanas se planificaban siguiendo un plano ortogonal o en damero, un modelo heredado de los campamentos militares.

  • Se organizaban en torno a dos calles principales: el Cardo Máximo (eje norte-sur) y el Decumano Máximo (eje este-oeste).
  • En el cruce de ambas vías se situaba el Foro, la plaza pública principal. Allí se construían los edificios más importantes (templos, basílicas, curia) y era el centro de la vida política, social y comercial.

Tipos de Viviendas

  • Domus: Viviendas unifamiliares lujosas, habitadas por los patricios. Solían tener un patio central (atrio) y numerosas estancias decoradas con mosaicos y frescos.
  • Insulae: Bloques de apartamentos de varios pisos (hasta cuatro o cinco) donde vivía la plebe en régimen de alquiler. En las plantas bajas se situaban los comercios y talleres (tabernae).

La Religión

Los romanos eran politeístas y adoptaron los dioses de los pueblos que conquistaban, asimilándolos con los suyos, especialmente los de la cultura griega.

Tipos de Culto

  • Dioses del Estado: Su culto era público y oficial, fundamental para la prosperidad de Roma. Destacan Júpiter, Juno y Minerva (la Tríada Capitolina).
  • Dioses domésticos: Se les rendía culto en el ámbito privado de las casas. Eran los Lares (protectores del hogar), los Manes (espíritus de los antepasados) y los Penates (protectores de la despensa y las provisiones).

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