Ciudadanía y Clases Sociales en la Antigua Roma: Estructura y Evolución

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A partir del año 149 a.C., fue considerado ciudadano todo hombre libre que viviese en Italia desde los Alpes hasta las costas africanas. No obstante, siguió habiendo diferencias, puesto que se distinguía entre:

  • El ciudadano de Roma que gozaba de todos sus derechos sin limitación alguna —civis optimo iure—, y
  • El ciudadano de Italia, que tenía ciertas restricciones en sus derechos —civis minuto iure.

Clases Sociales

Los ciudadanos se subdividían, a su vez, en tres clases sociales:

Nobles (nobiles)

Eran la aristocracia. Se dedicaban, fundamentalmente, a la política.

Caballeros (équites)

En un primer momento, eran hombres adinerados que prestaban el servicio militar a caballo. Con el tiempo, otros les fueron sustituyendo en las obligaciones militares, mientras que ellos pasaron a dedicarse a los negocios; eran como la burguesía de Roma.

Clientes

Era una clase media venida a menos. Arruinados, unas veces por las guerras, otras por las deudas, buscaban a alguien de la clase alta que pudiera protegerlas. Hacían cola a la puerta de su casa todas las mañanas para la ceremonia de la salutatio o saludo matutino al patrón.

Los clientes eran como una especie de camarilla influyente que intentaba hacer medrar a su patrón o jefe, para lo que, incluso, ponían la zancadilla al rival en la política o en los negocios. Captaban votos, difamaban, propagaban calumnias e influían con frecuencia sobre el hombre de la calle. Aunque entre patrón y cliente no existía ningún vínculo jurídico, sí había entre ellos una serie de intereses creados que hacían que esta relación fuese a veces muy conflictiva.

No Ciudadanos

Los libertos y los esclavos tenían la condición de no libres, por lo que carecían de derechos de ciudadanos. Los esclavos fueron siempre muy numerosos y no desaparecieron jamás del paisaje social romano. Se era esclavo bien por nacimiento, o por resultar hecho prisionero en la guerra, o por sentencia judicial, que podía convertir a un ciudadano libre en esclavo.

El trato dispensado a los esclavos variaba mucho en función de los distintos amos. Con frecuencia, al esclavo se le permitía ahorrar una cierta cantidad de dinero con la que podía comprar su libertad (manumisión); entonces, pasaba a ser un liberto. Un esclavo podía adquirir también la condición de liberto mediante testamento de su amo o por decisión judicial.

Libertos

Los libertos eran antiguos esclavos que habían conseguido su libertad. Aun así, esta libertad era muy limitada y carecían del derecho de ciudadanía aunque su situación fue progresando con el paso del tiempo. El liberto quedaba ligado a su antiguo dueño hasta el punto de conservar su mismo nombre de familia, pero podía trabajar por su cuenta e, incluso, sus hijos podían llegar a ser hombres completamente libres.

El Gobierno de Roma

El gobierno de Roma se asentaba en tres instituciones políticas: las magistraturas, el Senado y las asambleas populares. Esta organización compleja garantizó la estabilidad y permitió la gobernabilidad de Roma.

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