Cine Expresionista y Nueva Objetividad en Alemania: De la Sombra a la Calle
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Plástica y Educación Artística
Escrito el en español con un tamaño de 5,69 KB
El Cine Expresionista Alemán
Antecedentes
Berlín, como importante foco cultural, ofreció una visión interior del mundo a través del expresionismo. Este movimiento surgió de la necesidad de expresar la situación de Alemania tras la Primera Guerra Mundial: la derrota, la crisis económica y política, y el desprestigio. El expresionismo plasmó el sufrimiento interior alemán, mostrando una visión personal y subjetiva de la realidad. Paralelamente, otro movimiento buscaba acercarse a la realidad de forma más objetiva, aunque la expresión de los sentimientos seguía presente.
El cine alemán tuvo un gran despliegue durante la Primera Guerra Mundial para contrarrestar la propaganda aliada. Este cine, de carácter filosófico y reflexivo, se desarrolló con la creación de la productora UFA en 1917. Previamente, Oskar Messter, pionero del cine, ya utilizaba el plano corto, fundamental en el desarrollo del lenguaje fílmico. Este primer cine alemán, de ritmo lento y producción en pequeños estudios, buscaba un lenguaje diferente, más narrativo y claro.
El Estudiante de Praga, película precursora, presentó características adelantadas a su tiempo, como la venta del alma al diablo y las encrucijadas del yo, temas recurrentes en el cine alemán subjetivo. Otras películas importantes fueron Homunkulus de Otto Rippert y El Golem, donde aparecen androides, precursores de Frankenstein, que reflejan la condición humana y sus defectos.
La UFA compitió con los estudios norteamericanos, comprando salas de cine por toda Europa. Sin embargo, el cine alemán sufrió un boicot a partir de 1921, que duró poco tiempo gracias a la influencia de El Gabinete del Doctor Caligari. Tras la guerra, la abolición de la censura en Alemania permitió que jóvenes artistas se acercaran al cine. La UFA, financiada por la banca y grandes productores, colaboró con pequeñas productoras y evolucionó hacia un cine más comercial.
Ernst Lubitsch contribuyó al desarrollo de la comedia en el cine alemán, con un estilo de luz más natural. En los años 20, exportó su talento a Estados Unidos.
El Gabinete del Doctor Caligari (1919/20)
Dirigida por Robert Wiene y escrita por Hans Janowitz y Carl Mayer, esta película marcó el inicio de los guiones específicos para cine. Rodada durante la guerra, con limitaciones de luz, la película es teatral, con un montaje arcaico y actuaciones exageradas, propias del director, proveniente del teatro. La expresión de los actores transmitía estados de ánimo e ideas, transformando la realidad. Los decorados y el maquillaje tenían un gran peso, expresando las emociones de los personajes. Su originalidad y sus distorsiones visuales le otorgaron un gran éxito.
Nosferatu, ópera prima de F.W. Murnau, se perdió y tuvo que ser reconstruida. La película intenta reconstruir el paisaje natural, con más exteriores y una mayor relación entre los personajes y la escenografía. Con menos oscuridades y más escalas de grises, se aleja de los elementos teatrales y los decorados pintados. Aunque más cinematográfico, conserva elementos expresionistas, como el juego de luces y sombras. Murnau empieza a mover la cámara, utilizando la profundidad de campo y el montaje, alejándose de la pureza del cine alemán, pero manteniendo la subjetividad.
La Nueva Objetividad en Alemania
A partir de 1924, con la Nueva Objetividad, el cine alemán cambia. Rechazando el subjetivismo expresionista, busca reflejar la realidad de las calles alemanas durante la grave crisis económica de la República de Weimar. Este estilo, vinculado a la literatura, especialmente a la obra de Alfred Döblin, muestra el carácter dramático de la época. Películas como The Street (Karl Grüne, 1923) y Variété (Ewald Andreas Dupolt, 1925) son ejemplos de este movimiento.
Decadencia del Cine Alemán
A pesar de la temprana incorporación del sonido, el cine alemán entra en decadencia a partir de 1924, con el agotamiento del expresionismo y el aumento de rodajes en exteriores. El acuerdo de la UFA con la Paramount y la Metro también influyó. Entre 1933 y 1945, la UFA quedó bajo el control nazi, provocando una nueva ola de inmigración de artistas a Hollywood, París y Londres. Aunque Hitler no produjo mucha propaganda, Leni Riefenstahl, con El triunfo de la voluntad (1934), innovó técnicamente, aunque la temática nazi fue rechazada. La huida de artistas provocó una crisis creativa, que no se recuperaría hasta los años 60.
Fritz Lang
En La muerte cansada o las tres luces (1921), Lang inicia su carrera. La muerte da a dos amantes la oportunidad de revivir su destino tres veces en diferentes lugares: Venecia, China y Bagdad. El muro, elemento recurrente en su cine, simboliza la soledad. La escenografía, influenciada por la formación de arquitecto de Lang, establece una comparación entre la pequeñez del individuo y la grandiosidad de la construcción.
Metrópolis destaca por su visualidad, efectos y puesta en escena. La historia, una fábula infantil, presenta una ciudad futurista con edificios y lugares creados con maquetas. La ciudad y la máquina son elementos importantes en la vanguardia, mostrando la deshumanización de las personas, convertidas en autómatas.
En El testamento del Dr. Mabuse (1932), Lang se adentra en el cine negro de detectives. Nombrado director de la UFA, huyó a París, convirtiéndose en el maestro del cine negro. Sus películas se caracterizan por los conflictos morales de sus personajes, la elección de buenos guiones y el cuidado de los encuadres.