César en las Galias: Relatos de la Lucha contra Helvecios y Belgas (De Bello Gallico I)

I.1.3: Descripción de los Belgas

Los más valientes de todos son los belgas, porque viven muy remotos del fausto y la delicadeza de nuestra provincia; y rarísima vez llegan allá los mercaderes con cosas a propósito para enflaquecer los bríos; y por estar vecinos a los germanos, que moran al otro lado del Rin, con quienes sostienen continua guerra.

I.1.4-5: Carácter de los Helvecios

Esta es también la causa por la que los helvecios se aventajan en valor a los otros galos, pues casi todos los días llegan a las manos con los germanos, ya cubriendo sus propias fronteras, ya invadiendo las ajenas. La parte que hemos dicho que ocupan los galos comienza en el río Ródano.

I.2.1: Presentación de Orgetórige

Entre los helvecios fue, sin disputa, el más noble y el más rico Orgetórige. Este, siendo cónsules Marco Mesala y Marco Pisón, llevado por la ambición de reinar, se ganó a la nobleza y persuadió al pueblo a salir de su patria con todo lo que tenían.

I.3.1: Preparativos de los Helvecios

Ellos, inducidos por estos hechos y movidos por el poder de Orgetórige, decidieron:

• Comprar las cosas que eran convenientes para marchar.
• Adquirir el mayor número posible de animales de carga y carros.
• Hacer el mayor número de sementeras para que pudiera haber en el camino abundancia de trigo.
• Asegurar la paz y la alianza con los pueblos comarcanos.

I.5.1-2: Tras la Muerte de Orgetórige

No por eso dejaron ellos de llevar adelante la resolución concertada de salir de su comarca. Cuando les pareció estar ya todo a punto, prendieron fuego a todas sus ciudades, que eran doce, y a cuatrocientas aldeas con los demás caseríos; quemaron todo el grano, salvo el que podían llevar consigo.

I.6.1-2: Las Dos Rutas de Salida

Solo por dos caminos podían salir de su tierra:

• Uno, por el territorio de los secuanos, estrecho y escabroso entre el monte Jura y el río Ródano, por donde apenas podía pasar un carro y señoreado por una elevadísima cordillera, de la cual muy pocos podían obstaculizar el paso.
• El otro, por nuestra provincia, más llano y ancho.

I.8.1: César Construye Fortificaciones

Entretanto, César, con la legión que tenía consigo y con los soldados que llegaban de la provincia, desde el lago Lemán, que se alimenta del río Ródano, hasta el monte Jura, que separa a los secuanos de los helvecios, levantó un vallado a manera de muro de diecinueve millas de largo, dieciséis pies de alto, y su foso correspondiente.

I.24.1-2: Preparativos de César para el Combate

Luego que César lo advirtió, recogió su infantería en un collado vecino e hizo avanzar la caballería con el fin de reprimir la furia enemiga. Él, mientras tanto, hacia la mitad del collado dividió en tres tercios las cuatro legiones de veteranos; de manera que, colocadas en la cumbre y en la parte superior de las suyas las dos legiones nuevamente alistadas en la Galia Cisalpina y todas las tropas auxiliares, el cerro venía a quedar cubierto todo de gente.

I.25.1-2: Comienza la Batalla

Alejados de la vista, en primer lugar su propio caballo y después el de todos los demás, para así igualar el peligro de todos y alejar la esperanza de huida, César, habiendo animado a los suyos, comenzó el combate. Arrojadas las lanzas desde el lugar más alto, los soldados destruyeron fácilmente la falange de los enemigos. Destruida esta, y desenvainadas las espadas, acometieron contra ellos.