El Casco Antiguo: Origen y Morfología de la Ciudad Preindustrial Española

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La Estructura Urbana

La Ciudad Preindustrial: El Casco Antiguo

El casco antiguo es la parte de la ciudad urbanizada desde su origen hasta el inicio de la industrialización a mediados del siglo XIX. Ocupa una pequeña superficie de la ciudad actual. Muchos han sido declarados conjunto histórico-artístico, y otros, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (Toledo, Segovia, Santiago de Compostela, etc.).

La Herencia de la Época Preindustrial

El casco antiguo presenta características comunes:

  • Casi todas las ciudades estaban rodeadas de murallas. Su finalidad era defensiva, fiscal y sanitaria.
  • El plano solía ser irregular, con calles estrechas y tortuosas. Se observa en ciudades antiguas y medievales, musulmanas o cristianas. Hay ejemplos de planos radiocéntricos (ciudades de la Alta Edad Media), lineales (ciudades del Camino de Santiago) y en cuadrícula (Tarragona; Aranjuez).
  • La trama urbana era cerrada. Muchas viviendas tenían patios, corrales y huertos. En la edificación predominaban las casas unifamiliares de baja altura.
  • Los usos del suelo eran diversos: junto a las viviendas se entremezclaban talleres, comercios, almacenes y edificios públicos.
  • Socialmente, en la ciudad coexistían diversos grupos. El centro era el lugar más destacado, donde se localizaban los principales edificios públicos y vivía la élite de la ciudad; los trabajadores vivían en la periferia, y las minorías étnicas y religiosas, en barrios aparte.
La Ciudad Romana

La ciudad romana suele presentar un plano regular, derivado del campamento militar: calles en damero y dos vías principales de norte a sur (cardo) y de este a oeste (decumanus). En el cruce de ambas se encontraba el foro, que albergaba los edificios principales. Ejemplos: Zaragoza, Valencia, Mérida.

La Ciudad Medieval

En la Edad Media se configuraron los cascos antiguos de la mayoría de las ciudades españolas. Las dos culturas peninsulares, musulmana y cristiana, realizaron sus aportaciones a la morfología urbana.

La Ciudad Musulmana

Tenía un núcleo principal amurallado, la medina, donde se situaban los edificios principales: la mezquita, el zoco o mercado y los barrios residenciales. Fuera de ella estaban los arrabales o barrios de los trabajadores. El plano era muy irregular, con calles estrechas y tortuosas, frecuentemente sin salida (adarves). Las casas carecían de fachadas suntuosas y tenían pocos vanos. Ejemplos: Toledo, Córdoba.

La Ciudad Cristiana

También estaba amurallada. Su centro solía ser un castillo o una iglesia y se abrían plazas para la celebración del mercado. Sus planos eran variados: irregulares, radiocéntricos (Vitoria), lineales (Logroño) o en damero (Villarreal). Sus edificios más destacados eran iglesias, palacios nobiliarios y ayuntamientos. Las casas tenían el taller-comercio en la planta baja, y encima la vivienda del maestro y la buhardilla para los aprendices.

El Renacimiento y la Ciudad

En el Renacimiento se crearon nuevos barrios de plano regular más allá de las antiguas puertas. También se construyeron plazas mayores, que albergaron el mercado y el ayuntamiento, y se rodearon de edificios con fachadas uniformes. Desde las plazas se trazaron nuevas calles, o calles mayores, de trazado rectilíneo.

El Barroco, la Ilustración y la Ciudad

Durante el Barroco y la Ilustración, la ciudad se embelleció. Se crearon calles amplias y rectas trazadas en perspectiva, grandes plazas, jardines, paseos arbolados y nuevos barrios de construcción homogénea. Se levantaron edificios monumentales, tanto religiosos como civiles.

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