El Casco Antiguo: Evolución Urbana desde sus Orígenes hasta la Industrialización

Enviado por Chuletator online y clasificado en Geografía

Escrito el en español con un tamaño de 9,02 KB

Definición del Casco Antiguo

El casco antiguo comprende la parte urbanizada desde el origen de la ciudad hasta el inicio de la industrialización.

Rasgos Comunes de la Herencia Preindustrial en el Casco Antiguo

La herencia preindustrial se concentra en el casco antiguo y presenta algunas características comunes:

  • Casi todas las ciudades estaban rodeadas de murallas. Su finalidad era defensiva (protección frente a ataques) y sanitaria (aislamiento frente a epidemias).
  • El plano solía ser irregular, con calles estrechas y tortuosas, y manzanas de formas y tamaños desiguales, típico de ciudades de origen antiguo y crecimiento orgánico medieval.
  • La trama urbana era cerrada y compacta, debido a que las ciudades crecieron durante mucho tiempo dentro del recinto amurallado. En la edificación predominaban las casas unifamiliares de baja altura (una o dos plantas), a menudo con patios interiores.
  • Los usos del suelo eran diversos y mezclados: coexistían talleres artesanales, comercios, viviendas y edificios institucionales o religiosos. Socialmente, aunque existía cierta jerarquía, diferentes grupos sociales podían vivir próximos, si bien en el centro solía residir la élite (nobleza, clero, burguesía adinerada) de la ciudad, mientras que los trabajadores y grupos más humildes vivían en la periferia intramuros o en arrabales.

Evolución Histórica Detallada del Casco Antiguo

Es importante destacar la evolución específica en diferentes periodos históricos que conformaron el casco antiguo:

La Ciudad Romana

La ciudad romana (presente en el origen de muchas ciudades españolas como Tarragona, Mérida, Zaragoza o León) suele presentar un plano regular, ortogonal, derivado del campamento militar. Destacan las calles en damero (retícula) y dos vías principales perpendiculares: una de norte a sur (el cardo maximus) y otra de este a oeste (el decumanus maximus). En el cruce de ambas, o en un lugar preeminente, se encontraba el foro, centro cívico, religioso y comercial que albergaba los edificios públicos principales (templos, basílica, curia, mercado).

La Ciudad Medieval

En la Edad Media se configuraron y consolidaron los cascos antiguos de la mayoría de las ciudades españolas. En esta etapa destacó la influencia de dos modelos principales:

  • La ciudad musulmana: Característica de Al-Ándalus (ejemplos como Córdoba, Sevilla, Granada, Toledo). Tenía un núcleo principal amurallado, la medina, donde se situaban los edificios más importantes como la mezquita aljama (principal), el zoco (mercado) y la alcazaba (recinto fortificado). En el exterior de la medina, pero a menudo también amurallados, se desarrollaban los arrabales (barrios de artesanos, agricultores o minorías). Su plano era marcadamente irregular, con calles estrechas, tortuosas, quebradas y frecuentemente con adarves (callejones sin salida), buscando la privacidad y la defensa.
  • La ciudad cristiana: Se desarrolló tanto en los reinos del norte como en los territorios conquistados a los musulmanes. También estaba amurallada. Sus planos solían ser más variados: algunos de crecimiento irregular y orgánico (especialmente los más antiguos), otros con una tendencia a la regularidad (ciudades de nueva fundación o repoblación) o con un trazado radiocéntrico en torno a un elemento central como un castillo o una iglesia principal. Los edificios más destacados eran las iglesias, catedrales, palacios nobiliarios, ayuntamientos (casas consistoriales) y lonjas (lugares de comercio).

La Ciudad en la Edad Moderna (Siglos XVI-XVIII)

Durante la Edad Moderna, se buscó embellecer y ordenar la ciudad heredada. Se realizaron intervenciones urbanísticas como la creación de calles amplias y rectas trazadas con criterios de perspectiva, la construcción de grandes plazas regulares (como la Plaza Mayor, que se convirtió en un elemento característico), la creación de jardines y paseos arbolados. Estas actuaciones reflejaban un nuevo concepto de urbanismo, más planificado y monumental, y servían como escenario para la representación del poder real y municipal.

Transformaciones del Casco Antiguo con la Industrialización (Mediados del Siglo XIX - Años 60 del Siglo XX)

La ciudad preindustrial sufrió destacadas modificaciones como resultado del proceso de industrialización, que en España se inició de forma significativa a mediados del siglo XIX y cuyas consecuencias en la morfología del casco antiguo se extendieron hasta bien entrado el siglo XX, culminando una primera gran fase de transformación hacia los años sesenta del siglo XX. Estas transformaciones se manifestaron en varios aspectos:

a) Modificaciones en el Plano Urbano

En el plano, cabe destacar las siguientes actuaciones:

  • Las reformas interiores acometidas durante el siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, que afectaron a los sectores más valorados y céntricos del casco antiguo. Estas reformas, como la apertura de nuevas calles o el ensanche de las existentes para mejorar la circulación y la salubridad, se vieron favorecidas por procesos como la desamortización (principalmente la de Mendizábal en 1836 y la de Madoz en 1855), que supuso la venta de bienes eclesiásticos y municipales, liberando suelo para estas intervenciones urbanísticas. Un ejemplo de estas reformas fue la creación de plazas y la mejora de la infraestructura urbana.
  • En la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XIX, destacó la construcción de grandes vías o avenidas interiores, inspiradas en el modelo de París (reformas de Haussmann). Estas vías, a menudo trazadas rasgando la trama medieval, buscaban mejorar la comunicación entre el centro y los nuevos ensanches, sanear la ciudad, facilitar el control del orden público y modernizar la imagen urbana con edificios monumentales.
  • Las políticas de renovación urbana de la década de 1960, ya en un contexto de desarrollismo, que en muchos casos tuvieron como objetivo principal sacar la máxima rentabilidad del suelo. Esto llevó a la demolición de edificios antiguos, a veces con valor patrimonial, para construir otros nuevos de mayor altura y volumen, a menudo sin una adecuada integración en el entorno histórico.

b) Densificación de la Trama y Cambios en la Edificación

La trama urbana del casco antiguo se densificó para aprovechar más el espacio disponible. La edificación también experimentó cambios significativos: se produjo un aumento de alturas mediante la adición de nuevas plantas a edificios existentes (remontas) o la sustitución de casas bajas por edificios de varias plantas. También fue común la subdivisión de viviendas grandes en unidades más pequeñas (cuarteladas o particiones) para albergar a una población creciente, especialmente en las zonas más degradadas y con menor inversión.

c) Terciarización Progresiva del Uso del Suelo

El uso del suelo del casco antiguo experimentó una progresiva terciarización, es decir, un aumento de las actividades del sector servicios. En los edificios renovados de las zonas más valoradas (calles principales, plazas céntricas) y en las nuevas vías abiertas, se instalaron actividades terciarias como comercios modernos, oficinas, bancos, sedes de empresas y administraciones públicas, desplazando en parte la función residencial tradicional y los talleres artesanales.

d) Acentuación de la Segregación Social

Socialmente, en el casco antiguo se acrecentó el proceso de segregación social (diferenciación y separación espacial de los grupos sociales):

  • En el siglo XIX, la burguesía y las clases altas, atraídas por la centralidad y el prestigio, se apropiaron de los espacios más valorados del casco antiguo, a menudo en edificios reformados o de nueva construcción en las vías principales y plazas renovadas, estableciendo allí su lugar de residencia y sus negocios.
  • Posteriormente, a medida que esta burguesía y las clases medias acomodadas comenzaron a trasladarse a los nuevos ensanches urbanos (construidos extramuros con mejores condiciones de habitabilidad, higiene y modernidad), muchas áreas del casco antiguo, especialmente las no renovadas o las más deterioradas, quedaron ocupadas por grupos sociales de bajos ingresos (obreros, inmigrantes, población marginada). Esto llevó a un proceso de deterioro físico y social (pauperización y tugurización) en amplios sectores del centro histórico, que perdieron población y atractivo residencial para las clases más pudientes.

Entradas relacionadas: