El Carro de Heno de El Bosco: Simbolismo, Significado y Crítica Social en el Tríptico

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El Carro de Heno de El Bosco: Simbolismo y Significado (c. 1503-1504)

Esta obra, un óleo sobre tabla, encuentra su inspiración principal en un versículo del libro de Isaías (40, 6-7):

«Toda carne es como el heno y todo el esplendor como la flor de los campos. El heno se seca, la flor se cae.»

De manera más directa, El Bosco se basó en un proverbio flamenco que resume la vanidad y la codicia humanas: «El mundo es como un carro de heno y cada uno coge lo que puede.»

Estructura del Tríptico Abierto: La Alegoría del Pecado

El tríptico abierto está dedicado temáticamente al pecado y presenta el clásico esquema tripartito:

  1. Tabla Lateral Izquierda: Se inicia con la Creación, el primer pecado y la expulsión del Paraíso.
  2. Tabla Central: Muestra a la humanidad arrastrada por el pecado, simbolizado por el carro de heno.
  3. Tabla Lateral Derecha: Representa el castigo eterno en el Infierno.

La Tabla Central: La Codicia Humana y el Carro de Heno

La tabla central es una poderosa metáfora de origen bíblico que alude a lo efímero y perecedero de las cosas de este mundo. En ella, El Bosco recrea el proverbio flamenco: «El mundo es como un carro de heno y cada uno coge lo que puede.»

En esta escena, todos los estamentos sociales, incluido el clero (censurado por vicios como la avaricia y la lujuria), intentan desesperadamente obtener el heno y subirse al carro. Para lograr su objetivo, no dudan en cometer todo tipo de atropellos y pecados, incluso el asesinato.

El carro es gigantesco y está completamente lleno. Tiran de él numerosos seres monstruosos, claros símbolos del mal que conduce a la Humanidad. Por detrás, le siguen todos los seres de la tierra, encabezados por el Papa y el Emperador.

Simbolismo en la Cima del Carro

Encima del carro se representa una especie de jardín del amor, flanqueado por un ángel y un diablo:

  • El Ángel mira hacia arriba, hacia el rompimiento de la gloria, de donde surge la media figura de Cristo del Juicio Final.
  • El Diablo participa en el juego musical y sexual.

Sobre el árbol del pecado, se observan símbolos clave:

  • La Lechuza: Representa la herejía o la malicia.
  • El Jarro: Simboliza la lujuria.

Los pecadores son movidos por la música, que en la obra bosquiana es siempre una incitación a la voluptuosidad. Un demonio trompetero parece entonar la danza infernal que mueve a los pecadores.

Abajo, y en primer plano, se escenifica una serie de actos pecaminosos de confusa interpretación, como la actuación del charlatán o la proposición de una monja a un personaje de sexualidad equívoca (simbolizada por la gaita), entre otros.

La Tabla Derecha: El Castigo Eterno (El Infierno)

Debido a todo este desenfreno, la Humanidad tendrá su castigo. El tríptico concluye en la tabla derecha con la representación del Infierno. Lo advierte el salmista: «ya temblarán con terror a su tiempo.»

La escena muestra un muy significativo incendio de fondo, con construcciones satánicas entre las que se pueden ver los demonios y los condenados.

[Párrafo basado en la descripción de Isidro G. Bango]

El Tríptico Cerrado y la Conservación

Cuando el tríptico está cerrado, aparece la figura de un anciano peregrino que recorre el camino de la vida, un sendero plagado de peligros.

Se conserva otro ejemplar de esta obra en el Monasterio de El Escorial, que se presume fue el que Felipe II compró en 1570 a Felipe de Guevara.

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