Carles Casagemas: Muerte, Legado e Influencia en la Obra de Picasso

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Lengua y literatura

Escrito el en español con un tamaño de 4,77 KB

La Trágica Muerte de Carles Casagemas y su Impacto en Picasso

La relación entre Pablo Picasso y Carles Casagemas fue intensa y, a la vez, marcada por la tragedia. Jacob, amigo de ambos, introdujo a Casagemas en la literatura francesa, despertando en él un interés por el misticismo y lo oculto, elementos que se reflejarían posteriormente en su obra. Se dice que Jacob fue el inspirador del "gran Fausto": Picasso.

Tras el rechazo de Germaine, su amante, Casagemas organizó una cena de despedida. Germaine sospechaba de sus intenciones al notar una pistola en su bolsillo, la misma que usaría para suicidarse. Dejó cartas para la policía y para Germaine, en la que decía: Voilà, pour toi.

Picasso, ausente en el funeral, contribuyó con un dibujo a la esquela. Siempre había retratado a Casagemas de perfil izquierdo, pero en esta ocasión lo hizo del lado derecho, el lado del disparo. La culpa por el abandono de su amigo lo atormentaba.

De vuelta en París, Picasso tomó a Germaine como amante, canalizando a través de ella el remordimiento por la muerte de Casagemas. Ocupó su antiguo apartamento, incluyendo la terraza donde ocurrió el suicidio.

Picasso pintó una serie de obras a modo de Memento mori, algunas atormentadas y otras con un tono burlesco. No fue hasta seis meses después de la muerte de su amigo que se enfrentó directamente a ella a través de una serie de retratos:

Retratos Póstumos de Casagemas: Expresión del Dolor y la Culpa

Carles en su lecho de muerte

Estas obras, mostradas a pocos amigos y reveladas al final de su vida, presentan el orificio de la bala en la sien de Casagemas como una mancha negra. El estilo expresionista-fauve, con un espeso empaste y colores intensos, recuerda a Van Gogh, cuya tensión emocional ayudó a Picasso a plasmar el dolor y la libido en el cuadro. Algunos interpretan la vela presente en la obra como un símbolo erótico.

Es importante destacar que estas obras fueron realizadas de memoria y a partir de relatos, ya que Picasso no presenció el suicidio.

Cabeza de Casagemas

Esta obra, más abocetada y menos violenta que la anterior, introduce la monocromía característica del período azul de Picasso. La cabeza erguida de Casagemas, con ojos de muerto, crea una imagen perturbadora.

La muerte de Casagemas

En esta obra, más suavizada y con tonalidades azules, se aprecia una extraña combinación que recuerda al posterior Retrato de Sabartés. Picasso parece fusionar las personalidades opuestas de sus dos amigos, Casagemas y Sabartés, trasladando rasgos de uno al otro.

La Alegoría como Vía de Escape: Evocación y el Legado del Greco

Tras estos retratos, Picasso recurre a la alegoría para evocar a su amigo. Se ha sugerido que su intención inicial era representar a Casagemas en el cielo, frente a San Pedro, pero el resultado final fue diferente. Los dibujos preparatorios de dos grandes lienzos revelan la obsesión por la muerte como tema central.

La influencia del Greco, especialmente de El Entierro del Conde de Orgaz, es evidente en estos dibujos. Picasso experimenta primero con el dibujo sin color, reservando el color para expresar el sentimiento (a diferencia del Guernica, donde prima la idea sobre el sentimiento).

El entierro de Casagemas o Evocación (1901)

Esta obra, casi monocromática, reúne la admiración de Picasso por el Greco, en particular por El Entierro. Existe un primer lienzo, *El Velatorio*, que se centra en la parte inferior de la composición del *Entierro*, con un arco y un pórtico que cierran el espacio, emulando la técnica del Greco de evitar la perspectiva. Aparece incluso la figura del niño.

Sin embargo, la obra más significativa es *Evocación*, donde se representan los registros celestial y terrenal. El alma de Casagemas asciende a una gloria no cristiana, evocando también el Juicio Final de Miguel Ángel. Picasso reinterpreta la religión: dos muchachas desnudas reciben a Casagemas en el cielo. La composición recuerda a la *Apoteosis de Felipe II* del Greco.

Picasso incluye en la escena fantasmas que recorrerán su época azul. Una figura recuerda a la *Crucifixión* de Veronés, reflejando la monumentalidad de la muerte. La obra es, a la vez, sacra y blasfema, con elementos carnavalescos y grotescos.

Aunque algunos historiadores consideran que estas obras alegóricas no logran evocar la muerte con la misma intensidad que los primeros retratos, esta afirmación es discutible. La complejidad simbólica y la reinterpretación de la iconografía religiosa demuestran la profunda huella que la muerte de Casagemas dejó en la obra de Picasso.

Entradas relacionadas: