Características de la Ilustración y el Despotismo Ilustrado en España: Siglo XVIII

La Ilustración en España: Características del Siglo de las Luces y el Despotismo Ilustrado

Definición y Contexto

Se denomina Ilustración a la corriente ideológica y cultural que se desarrolló en Europa y América durante el siglo XVIII, cuyo objetivo principal era explicar la realidad a través de la Razón. Este nuevo sistema de valores, que tuvo un gran impacto en todos los ámbitos, dio nombre al siglo XVIII: "Siglo de las Luces, de la Razón o de la Ilustración". Fue el fenómeno cultural e intelectual más importante de la Europa del momento.

Características de la Ilustración

• Adopta una actitud crítica frente al Antiguo Régimen, haciendo hincapié tanto en el ámbito económico como social, político, religioso, etc.
• Defiende el Racionalismo: la Razón es el instrumento fundamental para interpretar la realidad. Para que sea eficaz, debe estar garantizada la libertad de pensamiento.
• Considera fundamental la Naturaleza, de la que deben descubrirse las Leyes Naturales por las que se rige, a través de la observación y la investigación, aplicando el método científico.
• Tiene una concepción optimista del futuro. A través de la razón y la educación, aspecto que consideran fundamental, la humanidad puede alcanzar el progreso y, en definitiva, la felicidad, sinónimo de bienestar material.

Por lo tanto, la Ilustración defendía que la sociedad debía organizarse racionalmente, rechazando muchas de las viejas creencias y prácticas tradicionales (mitos y supersticiones), para conseguir el progreso y la felicidad, en base a la educación, el conocimiento científico, el uso de las ciencias experimentales o la literatura.

El Despotismo Ilustrado en España: Carlos III

En pleno desarrollo de la Ilustración en España, se produjo el reinado de Carlos III (1759-1788), quien se rodeó de ministros e intelectuales que impulsaron grandes reformas, como Aranda, Olavide, Floridablanca, Campomanes o Jovellanos. Carlos III fue uno de los principales representantes en Europa de lo que se conoce como Despotismo Ilustrado.

El Despotismo Ilustrado fue una variante del sistema político absolutista que estuvo vigente en el siglo XVIII en Europa y que se resume en el lema "todo para el pueblo, pero sin el pueblo". Los déspotas ilustrados fueron reyes que pusieron en práctica algunas medidas propuestas por los ilustrados con la voluntad de incrementar la riqueza del reino y de mejorar el bienestar de los súbditos, pero no permitieron su participación política y siguieron conservando su poder absoluto.

Reformas Económicas y Sociales

En cuanto a las reformas económicas que se implantaron en España para superar el atraso e incrementar la riqueza del país, se buscó incentivar el desarrollo comercial e industrial a través de:

• Fomento de la producción artesanal e industrial.
• Aplicación de medidas proteccionistas.
• Creación de las Reales Fábricas.
• Reforma de la legislación gremial.
• Liberalización del comercio con América.
• Mejora de las rutas comerciales.
• Reformismo agrario con la reducción de los privilegios de la Mesta.
• Protección de arrendatarios forales.
• Repoblación de zonas despobladas.

Renovación de la Educación y la Cultura

Para el progreso, era fundamental la renovación de la educación y la cultura. Por ello, se crearon escuelas para las clases populares, se reformaron los estudios universitarios y se fundaron las Academias de las diferentes disciplinas, así como las Sociedades Económicas de Amigos del País. Estas sociedades, junto con la prensa periódica, sirvieron como vías de difusión del pensamiento ilustrado.

La Ilustración en Galicia

En Galicia, la Ilustración se manifiesta en la segunda mitad del siglo XVIII, con una amplia crítica de la situación de la sociedad gallega. Una gran parte de los ilustrados gallegos eran miembros del clero regular, como los padres Sarmiento y Feijoo. Las reformas que estos proponen iban desde la denuncia de la situación de la agricultura o la industria del lino, hasta la reclamación de la libertad de comercio y de la propia identidad cultural gallega.