Características del Arte Románico: Un Viaje a través de la Historia Europea

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Características Generales

El arte románico es el primer estilo internacional europeo que surge en Europa a finales del siglo X. Hay tres periodos: el primer románico, el románico pleno y el tardorrománico. En el siglo XIX, el estudio de la arquitectura de los siglos XI y XII propició la unificación del gran número de estilos de las distintas escuelas regionales y se fijó el término románico.

A pesar de la enorme variedad y de la riqueza formal del románico, se podría ver como derivación de la arquitectura romana. Si en la arquitectura románica la herencia clásica es notoria, en la escultura y la pintura los conceptos propios del mundo antiguo desaparecen y se da prioridad al valor y la calidad de los materiales preciosos como el oro, la plata o las gemas, y a la función alegórica y simbólica de la imagen.

En el arte románico se proclama el triunfo definitivo de la Iglesia cristiana, lo que motivó la creación de un nuevo tipo de templo, en el que toda manifestación artística se puso al servicio de la gloria de Dios. El artista artesano solía realizar su trabajo por encargo de alguien o de una institución y debía seguir las normas formales y los temas que le dictaban los que lo contrataban y pagaban la obra.

La Arquitectura al Servicio de Dios

Catedrales, Iglesias y Monasterios

Los edificios más representativos del periodo son las catedrales e iglesias. A partir del año 1000, las peregrinaciones potenciaron la construcción de iglesias y catedrales. En primer lugar, se orientaron de este a oeste, de manera que el primer rayo de luz solar entrase por el ábside y que el último lo hiciese por la portada principal.

En segundo lugar, se recuperó el transepto, un espacio que apareció en las primeras iglesias paleocristianas. La estructura de la planta podía tener los brazos iguales (planta de cruz griega) o desiguales (planta de cruz latina, la más utilizada).

Entre la nave central y la del transepto se halla el crucero, cubierto por un cimborrio. Los más destacados son los de la catedral vieja de Salamanca y San Martín de Frómista.

Hay tres elementos que forman la cabecera: el transepto, el presbiterio (coro y el altar mayor) y el ábside. Además, se ideó el deambulatorio, un pasillo semicircular que prolonga las naves laterales rodeando la parte posterior del presbiterio, en el cual se abren pequeñas capillas radiales. Este pasillo facilitaba el tránsito de los peregrinos dentro de la iglesia.

Algunas iglesias construyeron un espacio llamado nártex, utilizado como atrio de entrada al edificio. En el interior, la nave central está cubierta con una bóveda de cañón reforzada por arcos fajones que descargan el peso en pilares; las naves laterales con bóveda de aristas. En los muros que separan las naves se distinguen:

  • Las arquerías, que comunican la nave central con las laterales.
  • La tribuna, un corredor superior en el que se abren pequeñas ventanas por las que se filtra parte de la luz que ilumina el interior.

El peso de la bóveda de cañón obligaba a los arquitectos a utilizar muros muy anchos y macizos, que se reforzaron con poderosos contrafuertes. Además del cimborrio, también destacan las dos torres campanario que flanquean la fachada occidental. En iglesias más pequeñas, el campanario es la prolongación del muro de la fachada, al que se le abren unos espacios para colocar las campanas; esta construcción se conoce como espadaña.

En Italia, estuvo muy condicionado por la antigüedad clásica y la cultura bizantina. Sus rasgos fueron: el uso del ladrillo y el aprovechamiento de materiales antiguos (mármoles), las grandes naves cubiertas con bóveda, la preferencia por la decoración mural y la independencia física de los tres edificios catedralicios: catedral, baptisterio (de planta circular) y campanario. Un ejemplo es el conjunto de la catedral de Pisa.

Los Conjuntos Monacales

Utilizan los mismos parámetros constructivos de las catedrales y las iglesias, los monasterios. Son como una ciudad cerrada en sí misma; los espacios importantes (iglesia, sala capitular, dormitorio, cocina, biblioteca, etc.) se estructuraron alrededor del claustro, un patio central ajardinado (oración) donde los monjes llevaban a cabo sus meditaciones personales. En Cataluña destaca Santa María de Ripoll.

Carácter Defensivo de la Arquitectura Civil

En este caso, existen ejemplos muy escasos, ya que algunos han sido objeto de reformas. No obstante, en los castillos se pueden encontrar características propias. Su evidente función defensiva hizo que los castillos sean construidos en zonas altas, donde se podía dominar al enemigo. El edificio estaba rodeado de una gran muralla de piedra, se abrían las puertas de entrada. En su interior destacaba la torre maestra encargada de la vigilancia. Los castillos eran residencias fortificadas donde vivían los señores feudales. Destacan: el Castillo de Loarre en Huesca y las Murallas de Ávila.

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