Cápsula Interna y Tálamo: Anatomía, Funciones y Síndromes Clínicos

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Cápsula Interna

La parte retrolenticular de la cápsula interna contiene fibras corticotectoriales, corticonigrales y corticotegmentarias, y asimismo parte de la radiación visual. La porción sublenticular de la cápsula interna incluye fibras corticopontinas, la radiación auditiva y parte de la radiación visual.

Debido a la concentración de fibras corticotalámicas y talamocorticales en la cápsula interna, las lesiones en ella producen signos clínicos más amplios que lesiones similares en cualquier otra parte del neuroeje. Las lesiones vasculares en el segmento posterior de la cápsula interna se acompañan de hemiplejía contralateral y pérdida hemisensorial. Las lesiones en la región más posterior se vinculan además con pérdida visual contralateral (hemianopsia) y déficit de la audición (hemihipoacusia). Las lesiones que afectan la rodilla de la cápsula interna se acompañan de signos de nervios craneales.

Riego de la Cápsula Interna

El brazo anterior de la cápsula interna recibe su riego de ramas estriadas de las arterias cerebrales anterior y media. La irrigación de la rodilla depende de ramas estriadas de las arterias cerebral media y carótida interna. La mayor parte del brazo posterior recibe el suministro de ramas estriadas de la arteria cerebral media. La arteria coroidea anterior riega la porción caudal del brazo posterior.

Tálamo

Riego del Tálamo

El riego del tálamo deriva de cuatro vasos principales: raíz basilar de la cerebral posterior, cerebral posterior, comunicante posterior y carótida interna. A través de ramas paramedianas, la raíz basilar de la arteria cerebral posterior irriga el territorio talámico medial. La arteria cerebral posterior, mediante su rama geniculotalámica, perfunde el territorio talámico posterolateral. La arteria comunicante posterior, a través de la rama ruberotalámica, riega el territorio talámico anterolateral. La arteria carótida interna, por su rama coroidea anterior, se distribuye en el territorio talámico lateral. Debido a que diferentes autores utilizan distintas terminologías para referirse al mismo vaso, es posible que la perfusión del tálamo sea confusa.

Funciones del Tálamo

La función del tálamo consiste en integrar actividades sensoriales y motoras. Además, interviene en el despertar y la conciencia, y también en la conducta afectiva y la memoria. Hasta cierto punto, es la antesala de la corteza. El tálamo tiene una función central en la integración sensorial. Con excepción de la olfacción, todas las sensaciones somáticas y especiales pasan a través del tálamo antes de llegar a la corteza. La actividad sensorial dentro del tálamo se canaliza en una de tres rutas:

  1. La primera ruta discurre a través de los núcleos de relevo sensorial de modalidad específica (geniculado medial, geniculado lateral y ventral posterior). Las sensaciones que se relevan en estos núcleos tienen acceso directo a las áreas corticales sensoriales respectivas. Están organizadas estrictamente en cuanto a especificidades topográficas y modales, son discriminativas y están bien localizadas.
  2. La segunda ruta se traza a través de núcleos inespecíficos. Con sus aferencias de muchos orígenes y proyecciones difusas a la corteza, esta ruta se encarga del extremo inferior del gradiente modalidad específica.
  3. La tercera ruta se proyecta a través del grupo nuclear posterior. Es receptora de múltiples fuentes sensoriales y se dirige a las áreas corticales de asociación. Tiene una función intermedia entre las rutas de modalidades específica e inespecífica descritas.

Algunas modalidades sensoriales se perciben a nivel talámico y no se afectan por la ablación de la corteza sensorial. Después de lesiones corticales sensoriales se pierden todas las modalidades sensoriales, pero las de dolor, temperatura y tacto grueso se recuperan pronto. La sensación dolorosa que se recobra es de tipo constante y ardoroso, y la conducen fibras C. Éste es el tipo de dolor que al parecer termina en el tálamo, en tanto que el dolor punzante, bien localizado, propagado por fibras A concluye en la corteza sensorial y se pierde con su ablación. En pacientes con dolor refractario, la lesión quirúrgica en los núcleos ventral posterior o intralaminar (centromediano) puede suministrar alivio.

Síndrome Talámico

Las lesiones vasculares del tálamo provocan el síndrome clínico característico conocido como síndrome talámico. Después de un periodo inicial de pérdida de todas las sensaciones contralaterales respecto de la lesión talámica, se recuperan las sensaciones de dolor y temperatura y algunas de tacto grueso. Sin embargo, el umbral de estimulación que suscita estas sensaciones, cuando se perciben, es elevado y las sensaciones son exageradas y desagradables. El síndrome suele acompañarse de una respuesta afectiva notable que se atribuye al núcleo dorsomedial intacto, por lo general no afectado por la lesión vascular.

Participación del Tálamo en el Control Motor

Es obvia la participación del tálamo en el control motor por las aferencias que recibe del cerebelo, ganglios basales y áreas motoras de la corteza. Con base en las conexiones estriadotalámicas, talamoestriadas y talamocorticales, se ha sugerido que el tálamo puede ser un sitio para la interacción entre los sistemas aferentes y eferentes de los ganglios basales. Se propuso que la información procesada por los ganglios basales y dirigida a la corteza cerebral a través del tálamo podría llegar de nueva cuenta a los ganglios basales a través del estriado (conexiones talamoestriadas) y, por consiguiente, influir en su organización general. Se ha postulado un centro tremorigénico para el núcleo ventral lateral. Se han practicado lesiones en este último para aliviar el movimiento anormal que resulta de trastornos cerebelosos y de ganglios basales.

Tálamo y el Estado Consciente

Como parte del sistema reticular activador ascendente, el tálamo tiene un papel central en el estado consciente y la atención. Se duda que el tálamo sea esencial en el despertamiento y la vigilia, en parte porque se reconoció ya que es posible activar la corteza cerebral directamente mediante los sistemas de despertamiento colinérgico, serotonérgico, noradrenérgico e histaminérgico que se originan en el tallo cerebral.

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