Capítulo 16: Algo misterioso

Capítulo 16: "Algo misterioso"

Un día estaban Benjamín y su tío en el porche organizando unos permisos para la exportación de madera, cuando llegó Henri un tanto preocupado. Este le pidió hablar en privado con Sebastian porque era algo que Benjamín no podía saber. Pero Benjamín no iba a quedarse de brazos cruzados, ya que la curiosidad le consumía, al final se arrepintió de espiar a los dos adultos, porque escuchó que al hijo de Pascal lo habían encontrado vivo, pero sin su ojo ni su miembro viril. Entonces Benjamín tenía miedo de que le pasase lo mismo, que le raptara alguien de otro poblado y le quitara sus partes íntimas para hacer ceremonias con ellas. Un día Sebastián notó a su sobrino raro, así que enseguida entendió el porqué, y le dijo que estaría a su lado y que además no raptan a niños blancos.

Capítulo 17: De camino hacia la montaña

Por fin llegó el momento más esperado por Benjamín, el día de la partida hacia la montaña de cristal para recuperar el medallón de su padre. Sebastián le advirtió que la travesía duraría dos días con sus respectivas noches y que el camino estaría lleno de peligro.

El equipaje que tenía que llevar Benjamín era muy completo, pero a la vez muy pesado. Al iniciar la marcha, Benjamín tuvo que aprender rápidamente a usar el machete para abrirse camino y defenderse de posibles peligros.

Capítulo 18: Un objeto misterioso en medio de la selva

Mientras iban abriéndose paso por la selva a golpe de machete, Benjamín reflexionaba sobre las razones y posibles consecuencias de la expedición. De repente, Benjamín descubrió un objeto que le hizo emitir un chillido lleno de pavor. Acababa de descubrir una escultura funeraria según le explicó su tío. A los pocos minutos descubrieron que estaban en un cementerio de la etnia fang y que había unas cuantas tumbas más en ese paraje. Para no molestar a los espíritus de los antepasados, decidieron abandonar el lugar.

Al llegar la tarde decidieron acampar y para cenar comieron carne de macaco. Pero la comida no le sentó nada bien al chico y acabó expulsándola de su organismo. Benjamín se pasó toda la noche sin pegar ojo.

Capítulo 19: El sonido de unos tambores fang

El segundo día hacia las montañas de cristal transcurre sin ningún sobresalto y Benjamín disfruta de la belleza de los paisajes y la fauna africana.

Después de instalar el campamento para pasar la segunda noche, Henri informa a Sebastián que ha escuchado un sonido de unos tambores de una tribu fang que habita en esa zona. Sebastián le comunica a su sobrino que el ritmo transmite el mensaje de la caza del hombre. Benjamín, al escuchar la noticia, se pone nervioso. Pero su tío lo tranquiliza y le explica que ellos son un grupo numeroso y bien armado y que no se atreverán a atacarlos. Además, no buscan hombres blancos.

Por suerte, esa noche Benjamín puede descansar tranquilo porque se ha montado un servicio de guarda.