Cantigas de Santa María: Exploración Musical y Contexto Histórico
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Cantigas de Santa María: Características Musicales
Ritmo
La obra presenta un ritmo binario claramente marcado. Esta partitura es una transcripción a solfeo moderno de la notación mensural que aparece en los códices de Toledo y El Escorial. Encima del pentagrama, se reproducen las figuras usadas en los manuscritos, cuya duración corresponde en la trascripción a la de las actuales blanca y negra. Dichas figuras son longa y brevis en los códices de El Escorial, y brevis y semi-brevis en el de Toledo. Algunos investigadores sugieren que la estructura, basada en la repetición de un estribillo, deriva de las canciones de danza, lo que concuerda bien con el carácter bailable de este ritmo.
Melodía
La melodía es modal. Utiliza el primer modo gregoriano, conocido como dórico, que tiene como final la nota re y como nota dominante, la. Esta melodía se articula en un juego de preguntas y respuestas, similar al de las canciones populares. Su línea es sencilla y cantable, pues se mueve casi siempre por grados conjuntos. En todo el estribillo, hay un único salto (una quinta descendente), pero en la estrofa aparecen varios intervalos de tercera. Como sucede en la mayoría de las cantigas, la primera parte de la estrofa se desarrolla en una tesitura más aguda, que llega hasta el re agudo y no baja de sol, mientras que el estribillo y la segunda parte de la estrofa, que comparten la misma música, descienden hasta el do grave y no suben más allá de la.
Textura
La textura es monódica. Encontramos una única melodía cantada al unísono por un coro y doblada por instrumentos. La intervención de los instrumentos acompañando el canto no permite considerar la textura como monodia acompañada, ya que los instrumentos carecen de un tratamiento armónico o melódico propio.
Timbre
Este elemento no se especifica en la partitura y puede variar en cada interpretación. Aunque no hay indicaciones para la utilización de instrumentos, no cabe duda de que estos se añadían en la interpretación. Entre las más de mil escenas miniadas que aparecen en los códices de El Escorial, muchas de ellas representan a instrumentistas. En la audición, se percibe un instrumento de cuerda frotada (rabel o fídula) que dobla la melodía; un laúd, que realiza algunos adornos; y un instrumento de percusión (aparentemente, címbalos) para los acentos rítmicos. Estos instrumentos realizan una introducción y luego acompañan a los cantantes. En la última repetición, se introduce además un metalófono. La alternancia de coros femeninos y masculinos, que añade una peculiaridad tímbrica a la pieza, responde, una vez más, a la voluntad de los intérpretes y no a una indicación de la partitura.
Forma y Contexto
Forma
El nombre mismo de cantiga designa una composición poético-musical en lengua galaico-portuguesa. Encabezando la partitura, se encuentra un esquema de la estructura, tanto poética como musical, de esta cantiga. Es una estructura heredada de la forma árabe conocida como zéjel. Consiste en la repetición de un estribillo de cuatro versos que alterna con diversas estrofas. En estas, los cuatro primeros versos riman entre sí, y los cuatro últimos lo hacen con el estribillo. Musicalmente, estos últimos versos de la estrofa se vinculan aún más con el estribillo, dado que toman la música de este.
Género
Se clasifica como música trovadoresca. Aunque su tema es religioso y el Rey Sabio dispuso en su testamento que fuesen interpretadas en las fiestas de Santa María, las cantigas están totalmente desvinculadas de la liturgia. Esta cantiga pertenece al grupo de las llamadas “de loor”, dedicadas exclusivamente a la alabanza, por oposición a las “de milagro”, más numerosas, que narran alguna intervención milagrosa de la Virgen.
Período Artístico
Baja Edad Media, coincidiendo con la formación del estilo Gótico.
Cronología
Segunda mitad del siglo XIII, aproximadamente entre 1250 y 1280.
Autor
Esta cantiga pudo ser compuesta por el propio Alfonso X el Sabio o por alguno de los trovadores que estuvieron a su servicio, entre ellos, el famoso provenzal Guiraut Riquier o los gallegos Pero da Ponte y Pero Mafaldo.