El Camino Cristiano hacia la Felicidad Plena: Propósito y Realización Personal
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El Llamado Divino a la Felicidad: Un Propósito de Vida
Todos hemos sido creados para ser felices; nuestra vida es un camino hacia ese fin. Aprender a controlar este camino es lo más difícil. No todos los caminos conducen al fin que prometen, ni son posibles para todos, y algunos pueden incluso destruir nuestra identidad. La felicidad más profunda nos ayuda a realizarnos como personas. Nuestro Dios, a quien conocemos y amamos como a nadie, quiso mostrarnos el camino hacia la felicidad, haciéndose uno de nosotros en Jesús de Nazaret. Dios nos muestra el camino para llevarnos a la plena felicidad.
La Realización Personal y la Opción Fundamental
En nuestra vida vamos tomando decisiones, pero existe una central que orienta a las demás: nuestra opción fundamental. Estas opciones se deciden en nuestra conciencia, el lugar donde escuchamos la voz de Dios. La opción fundamental por Dios nos lleva a vivir de una manera determinada y nos permite alcanzar la felicidad. En la actualidad, la sociedad nos propone que solo seremos felices si asumimos que lo único importante es satisfacer nuestros deseos sin pensar en nadie ni en nada más. Su motivación central es “la invitación al egoísmo”. La publicidad genera nuevos deseos o promesas de falsa felicidad.
La Plenitud de la Vida Cristiana (Catecismo 201X, Fichas 34-37)
Todos los fieles son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad. Para alcanzarla, los creyentes han de emplear sus fuerzas según la medida del don de Cristo para entregarse a Dios y al prójimo, conformes a su imagen y siendo obedientes a la voluntad del Padre. De esta manera, la santidad del pueblo de Dios producirá frutos abundantes, como se observa en la historia de la vida de los santos.
Las Bienaventuranzas: El Camino de Jesús hacia la Felicidad
Las Bienaventuranzas contienen el corazón del proyecto de Jesús, una propuesta para que seamos plenamente felices. Nos muestran el verdadero camino hacia la felicidad cristiana. Las Bienaventuranzas son los pasos y opciones de Jesús. Jesús, siendo pobre, manso, humilde, de corazón recto, perseguido y castigado, aun así se esforzó por crear la paz entre los hombres y fue plenamente feliz. Jesús nos ofrece las Bienaventuranzas como camino para nuestra vida y nos promete la misma felicidad profunda que alcanzaron aquellos que lo siguieron. Solo aquellos que sean dueños de su vida podrán hacer una opción fundamental por los valores del Reino.
Jesús nos invita a vivir en plenitud nuestra imagen y semejanza con el Creador de la vida, a través de:
- Compartir lo que tenemos y lo que somos con los demás.
- Ser solidarios y luchar contra toda forma de miseria.
- Vivir a fondo con sinceridad, comprometidos con la verdad.
- Luchar por la igualdad entre todos los seres humanos.
- Construir la justicia en todos los ámbitos de la realidad.
Vivir las Bienaventuranzas nos acerca a la mirada de Dios sobre el hombre y la historia, transformándonos en verdaderos cristianos.
María, Madre de la Iglesia y Fuente de Felicidad
Según el Documento 291, María es verdaderamente Madre de la Iglesia. Se afirma que “no se puede hablar de la Iglesia si no está presente María”. Se trata de una presencia femenina que crea un ambiente familiar, fomenta la voluntad de acogida, el amor y el respeto por la vida. Es una presencia sacramental de los rasgos maternales de Dios.
La Veneración a María: Propósito y Doctrina
Se ha denunciado la exageración de contenidos o formas que llegan a falsear la doctrina. La finalidad última del culto a la Bienaventurada Virgen María es glorificar a Dios e impulsar a los cristianos a una vida absolutamente conforme a Su voluntad.