El Camino de la Alianza: Un Recorrido por la Creación, el Pecado y la Redención

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DIOS CREA PARA LA FELICIDAD

Querer vivir

Querer vivir para siempre

Querer vivir con los demás en un mundo en el que reine definitivamente la justicia y la paz; un mundo en el que no exista el dolor, ni la muerte y en el que, en cambio, reine el amor, la libertad, la justicia y la paz.

DIOS CREA PERSONAS LIBRES Y RESPONSABLES

Para que los seres humanos puedan alcanzar la felicidad, Dios nos creó libres, es decir, les dio el uso de la razón para conocer el bien y la voluntad para llevarlo a cabo.

Sin embargo, la libertad no es simplemente hacer lo que nos parezca más conveniente, sino que es la capacidad que Dios nos ha dado para que busquemos el bien y actuemos en consecuencia.

DIOS GUÍA POR MEDIO DE LA CONCIENCIA

En lo más profundo del ser humano hay una voz que nos indica el camino para amar y hacer el bien y evitar hacer el mal. Dios habla por medio de la conciencia, indicando lo bueno y justo y advirtiendo lo malo e injusto.

Para formar la conciencia, el creyente debe:

  • Conocer lo que Dios ha ido revelando por medio de su palabra.
  • Orar a Dios para saber qué es bueno y qué es malo.
  • Dejarse aconsejar por aquellos que buscan el bien.

LA DESOBEDIENCIA DE ADÁN Y EVA

  • Con Dios: Ya no lo veían como su Creador, como alguien que está a su lado, sino como aquel del que hay que esconderse.
  • Con respecto a otras personas: La persona ya no mira a otra como a un igual, sino como a un posible contrincante.
  • Con respecto a la tierra y al resto de seres: La tierra dejará de ser el lugar que nos da sustento y alimento para convertirse en un lugar de trabajo fatigoso; los animales aparecerán como enemigos de los que hay que defenderse.

EL PECADO ORIGINAL

Adán y Eva nos han transmitido a toda la humanidad este primer pecado, llamado también pecado original. Este pecado desencadenó otros más que fueron influyendo negativamente en las personas y en la historia. Pero Dios siempre perdona a sus creyentes.

LOS MANDAMIENTOS DEL SINAÍ

Después de atravesar el mar Rojo siguiendo a Moisés, los israelitas llegaron al monte llamado Sinaí. Aquí Dios hizo una alianza y le entregó a Moisés las tablas de la ley con los diez mandamientos. Dios se comprometía a amar y cuidar a su pueblo para que pudiera vivir y ser feliz en la Tierra. Por su parte, los israelitas aceptaron la alianza que Dios les proponía, ya que habían comprendido que merecía la pena fijarse en Dios. En realidad, el Señor les había demostrado claramente lo mucho que les quería, ya que les ayudaba siempre que tenían dificultades. Por todo ello, los israelitas se comprometieron a amar a Dios y a cumplir los mandamientos que les había sido entregados.

DECÁLOGO Y ALIANZA

El decálogo se comprende a la luz de la alianza en la que Dios se revela dando a conocer su voluntad. Al guardar los mandamientos, el pueblo expresa su pertenencia a Dios y responde con gratitud a su amor. El don de los mandamientos y de la ley forma parte de la alianza sellada por Dios. Conocidos según el libro del Éxodo, la relación de las 10 palabras es concedida entre la proposición de la alianza y su ratificación. Después de que el pueblo se comprometió a hacer todo lo que el Señor había dicho y a obedecerlo, el decálogo no es transmitido sin recordar la alianza. Los mandamientos reciben su planificación en el interior de la alianza. Según la escritura, la moral del hombre adquiere todo su sentido por la alianza.

LA CELEBRACIÓN DE LA ALIANZA

La alianza es una gran celebración que se prepara y ejecuta a través de una guía. Esta guía contiene historias, leyes, promesas y amenazas. Hace alusión a diferentes épocas y lugares y tiende reglas para la renovación de la alianza. A pesar de esta gran variedad, todas las partes de la guía persiguen un mismo propósito: animar al pueblo de Dios, orientarlo en su caminar, ayudarlo en la reflexión sobre sus errores y mantenerlo fiel a la alianza con Dios.

AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS

  • Cultivar la relación con Dios y la maduración de la propia fe, buscando conocerlo mejor para amarlo más.
  • Dedicar tiempo a la oración como forma de escuchar a Dios y dialogar amistosamente con él.

NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO

En contra de este mandamiento:

  • Utilizar a Dios o a la religión para algo opuesto a la auténtica voluntad de Dios, como por ejemplo, una injusticia o el dominio sobre los demás.
  • La blasfemia, el insulto o el desprecio verbal a Dios.
  • El perjurio: jurar en falso.

SANTIFICARÁS LAS FIESTAS

  • Dejar de trabajar para descansar y poder dedicarse a actividades gratuitas y no productivas para expresar que no todo depende del trabajo.
  • Celebrar y participar de la eucaristía.
  • Dedicar tiempo a la oración personal.
  • Convivir en familia y con los amigos y poder dedicarse al servicio de los demás, especialmente de los más necesitados.

DIOS SE ARREPIENTE DE SU CREACIÓN

Ante la maldad del ser humano, el Señor se arrepiente de su creación. Dios había creado el mundo bueno, lo cual significa que los seres vivos nacemos y morimos, dando paso a nuevas generaciones. Además, cada uno va creciendo y madurando. No siempre las personas evolucionamos hacia el bien, pues, habiéndonos dado Dios la capacidad de elegir libremente, podemos terminar eligiendo aquello que no nos ayuda y que termina por hacernos daño a nosotros mismos.

NUEVA CREACIÓN

Dios, que es justo, no está dispuesto a acabar con todo, sino que quiere salvar a aquellos que no tienen culpa y comenzar con todos ellos una nueva creación. Con este fin, igual que al principio de la creación, se va a servir del agua. Para entender el sentido de esta nueva creación, podemos partir del significado que tiene el agua para nuestra vida. Nosotros la utilizamos para beber y regar las plantas, bañarnos, refrescarnos… Donde hay agua hay vida. En el agua encontramos el símbolo de la vida y también la utilizamos para limpiar las cosas que se ensucian. El agua se convierte así en símbolo de purificación.

ALIANZA CON NOÉ

En el caso de la alianza entre Dios y Noé, Dios se compromete a no destruir a ninguno de los pobladores y a defender la vida de todo ser humano. El hombre, por su parte, se compromete a defender la vida de los demás y a transmitirla con generosidad por medio de los hijos, además de cuidar y utilizar correctamente lo que nos ofrece el planeta. El signo que va a recordar la alianza que hizo Dios con Noé, y en general con los hombres de todos los tiempos, es el arcoíris, que suele aparecer después de la tormenta y que indica que ésta ha llegado a su fin.

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