Calentamiento Ártico y Extremos Climáticos: Un Vistazo a las Tendencias Globales

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Calentamiento del Ártico: Causas y Consecuencias

El Ártico experimenta un calentamiento acelerado, impulsado por una combinación de factores antrópicos y naturales que alteran su delicado equilibrio climático.

Factores Antrópicos

  • Aumento de gases de efecto invernadero: La emisión de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y ozono troposférico (O3) contribuye significativamente al efecto invernadero.
  • Contaminación atmosférica: La presencia de aerosoles y suciedad en el aire provoca un efecto invernadero adicional, especialmente notable en invierno, debido al calentamiento que generan los bajos estratos nubosos.

Factores Naturales

  • Erupciones volcánicas: La suciedad y partículas liberadas por las erupciones volcánicas pueden influir en el balance energético.
  • Variaciones en las corrientes oceánicas: Cambios en la circulación de las corrientes marinas afectan la distribución del calor.
  • Cambios astronómicos en la insolación: Las variaciones en la radiación solar recibida por la Tierra a lo largo del tiempo geológico.
  • Alteraciones en la circulación de vientos: La modificación de patrones de vientos, como los asociados a los índices NAO (Oscilación del Atlántico Norte) y AO (Oscilación Ártica), puede influir en el movimiento del hielo marino. Esto puede provocar una mayor salida de témpanos del Ártico hacia los mares Nórdicos y una mayor entrada de agua cálida del Atlántico.

Tendencias de los Extremos Climáticos en los Siglos XX y XXI

La observación de los extremos climáticos a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI revela patrones preocupantes y variaciones regionales significativas.

Temperaturas Extremas

Las olas de calor, definidas como periodos con días o noches de calor extremo consecutivos, han sido objeto de evaluación, aunque existen menos estudios comparativos sobre los cambios en días o noches cálidas.

  • La mayoría de las áreas terrestres globales con datos disponibles han experimentado un aumento en la frecuencia de olas de calor desde mediados del siglo XX.
  • En regiones como Europa, donde las reconstrucciones históricas de temperatura se extienden por varios siglos, hay indicios de que algunas áreas han sufrido un número desproporcionado de olas de calor extremas en las últimas décadas.

Extremos en el Ciclo Hidrológico

Precipitaciones Extremas

  • Es probable que desde 1951 haya habido un aumento significativo en el número de eventos de precipitación intensa en más regiones que en las que se hayan producido disminuciones significativas.
  • Los análisis de las áreas terrestres con suficientes datos indican aumentos en la frecuencia e intensidad de eventos extremos de precipitación en las últimas décadas, aunque los resultados varían considerablemente entre regiones y estaciones.

Inundaciones

Existe baja confianza respecto a la señal de tendencia en la magnitud y/o frecuencia de las inundaciones a escala global.

Sequías

Hay poca confianza en una tendencia global de sequías (falta de lluvia) desde mediados del siglo XX. Sin embargo, es probable que la frecuencia e intensidad de las sequías haya aumentado en el África mediterránea y el oeste, y haya disminuido en el centro de América del Norte y el noroeste de Australia desde 1950.

Temporales y Tormentas

  • Fenómenos severos a pequeña escala: Existe poca confianza en las tendencias observadas de fenómenos meteorológicos severos a pequeña escala, como el granizo y las tormentas eléctricas.
  • Ciclones tropicales: Hay poca confianza en que cualquier incremento a largo plazo (centenario) en la actividad de los ciclones tropicales sea robusto.
  • Ciclones extratropicales: La confianza es baja en los cambios a gran escala en la intensidad de los ciclones extratropicales extremos desde 1900. Asimismo, hay poca confianza en una tendencia clara respecto a la ausencia de tormentas durante el último siglo.
  • Vientos extremos: La confianza en las tendencias de vientos extremos es baja. Se observa un desplazamiento hacia los polos en ambos hemisferios durante los últimos 50 años, con evidencia limitada pero creciente de una disminución en la frecuencia de las tormentas de viento en latitudes medias.

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